Un silencio ensordecedor
Entre otras noticias, se nos presenta este pequeño apartado que se ha colado aquí, sin permiso y sin invitación, que pretende hablar sobre el dichoso tema. Algunos lo llaman conflicto, otros lo llaman guerra, otros prefieren no opinar porque «es demasiado complejo» o porque «esa zona siempre está en conflicto, qué problemáticos deben de ser los árabes del levante».
Sí, esto es sobre Palestina. A algunas personas nos gusta hablar con propiedad y llamar las cosas por su nombre. 21 meses después todavía hay que tener cuidado de usar la palabra genocidio, a pesar de que es lo que es.
¿Qué otro nombre tendría si no el ataque deliberado a un pueblo, con la intención de borrarlo del mapa?
Les prometo queridos lectores que, desearía desde lo más profundo de mi alma que no hubiera que llamarlo genocidio, que simplemente fuese un episodio de la historia en el que se pudiese rebobinar, encontrar el error y solucionarlo para cambiar el curso de los hechos. Que cuando el mundo dijo «nunca más» tras el holocausto, se hubiese aplicado a todas las personas por igual. Porque, sí, nunca más, pero solo si eres de otro lugar del planeta diferente a este trozo de tierra en Oriente Medio. Hoy, en julio de 2025, los datos oficiales señalan 57.012 muertos (FUENTES: OCHA), datos que llevan prácticamente congelados varios meses.
Porque como se va a llevar la cuenta si las personas que tienen como función contabilizar el censo han sido asesinadas.
Y las personas sanitarias que tienen como función mantener a estas personas vivas han sido asesinadas. Incluso las personas que tienen como función vivir han sido asesinadas.
Pero no voy a entrar en detalles explícitos, no vaya a ser que nos genere malestar, no vaya a ser que se comprometa la burbuja en la que vivimos. Si quieren morir, que lo hagan en silencio. Y así está siendo, el silencio es tan ensordecedor, que mientras al otro lado del mediterráneo las madres lloran a sus hijos y los hijos lloran a sus madres, lo que nosotros recibimos es silencio.
ZTT