Sr. Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid
Muy Sr. mío:
Yo también quisiera compartir con Ud. Una reflexión sobre la Sanidad Pública madrileña.
Si repasamos el último año vemos una serie de hechos de enorme relevancia que merecen una profunda reflexión:
1.- A nivel nacional nuestra Sanidad Pública ha dejado de ser universal; el Decreto Ley 16/12 ha dejado a unas 900.000 personas fuera de de una asistencia sanitaria adecuada y completa, que ya ha producido muertes y que originará un mayor colapso de nuestras Urgencias y más riesgos de Salud Pública (contagios y epidemias por infecciones no diagnosticadas ni tratadas). El aumento del pago por receta a todos los ciudadanos, incluidos los pensionistas, está originando abandonos de ciertos tratamientos por motivos económicos, lo que va a causar un importante perjuicio en la salud de las personas.
2.- A nivel de Madrid, sigue disminuyendo el presupuesto para los Centros Públicos, lo que origina disminución del número de camas, plantillas más reducidas, cierre de Servicios e infrautilización de medios humanos y técnicos, mientras el presupuesto para los Centros gestionados por poderosas empresas privadas aumentan progresivamente. Promete que van a estabilizar el empleo eventual, pero con unas reglas de juego que no respetan en absoluto las condiciones de Bolsa de Trabajo suscritas con los Sindicatos. Y OPEs sin concreción en número y fecha.
Todas estas medidas las justifica por motivos económicos, pero lo cierto es que los auténticos causantes de esta “crisis estafa” (Bancos y grupos financieros especulativos) siguen campando a sus anchas sin ningún tipo de regulación. Uds. siguen sin querer recaudar más dinero por medio de impuestos directos (que son los más justos y solidarios), siguen sin utilizar los impuestos de Patrimonio y Sucesiones y siguen permitiendo que la Iglesia Católica no cotice nada. Las medidas que están tomando de privatización de la Sanidad Pública no solo no están suponiendo ningún ahorro, sino que han supuesto un aumento del gasto de 345 millones de euros, según sus propias cuentas. Sigue despilfarrándose el dinero público en asesores totalmente prescindibles, privilegios a los políticos, obras “faraónicas” innecesarias, campañas publicitarias innecesarias, contratos de concesión a empresas privadas excesivamente beneficiosos para ellas y un largo etcétera. Y mientras tanto cada vez hay más pobreza y la Sanidad va perdiendo calidad.
No es, pues, nada extraño que desde hace más de 1 año exista un clamor contínuo e intenso, la Marea Blanca, formada por trabajadores sanitarios de todas las categorías, usuarios y organizaciones sociales y políticas en contra de su política sanitaria. Incluso judicialmente se han detectado zonas de posible ilegalidad. Continuaremos enfrentados a esta política sanitaria que en vez de mejorar los aspectos ineficientes, con la participación activa de los trabajadores sanitarios y los usuarios, se dedica, en nuestra opinión, a trasvasar dinero público a grandes empresas privadas en detrimento de la salud de la ciudadanía.
Fdo. Dr. Jose Mª Ibarra Rueda
Madrid, 2 de Enero del 2014.