A comienzos de 2020 será una realidad: un complejo de gestión de residuos que, ese mismo año, se quedará obsoleto por la normativa medioambiental de la Unión Europea. Además de envenenarnos, pues, tendremos que hacer frente a las multas que nos impondrán por no cumplir la ley. Traerán aquí cerca la basura de 31 municipios, más de 200.000 toneladas anuales, que irá a parar directamente al vertedero sin separación, reciclado ni reutilización. Si se reciclase algo, su destino sería la incineración. Un hecho importante porque se incineraría en la Cementera de Morata de Tajuña. Por “casualidad», propiedad de FCC, la propietaria de Ecomesa, la gestora del nefasto Macrovertedero. Combustible gratis. Todo esto pasaría a menos de 2 Km de urbanizaciones de Mejorada, a menos de 3 km de urbanizaciones de Loeches y Torres; a menos de 3 km de urbanizaciones de Torrejón de Ardoz; a menos de 4 km de Torres de la Alameda; a 5 km de Mejorada del Campo; a menos de 5 km de Los Hueros; a menos de 6 km de Alcalá de Henares; a poco más de 7 km de Velilla de San Antonio y San Fernando de Henares… Si pensáis que es mucha distancia, dejad que os contemos que el radio de acción directo de los posibles efectos nocivos de la planta sería incluso superior a los 20 km.
Se van a destinar 333.000 m2 de los 570.000 m2 de la planta a vertedero. La basura se va a seguir vertiendo al aire libre solo que, a diferencia del Vertedero de Alcalá, se envolverá en más plástico para retrasar sus efectos pero, en ningún caso, se podrán evitar. No estaremos libres de gases nocivos y de efecto invernadero, lixiviados y compuestos tóxicos que afectarán directa e indirectamente a nuestra salud y a la de generaciones futuras. Cáncer, enfermedades degenerativas, afecciones respiratorias crónicas, autismo, infertilidad, fibromialgia, malos olores… son sólo algunos ejemplos.
A esto hay que añadir la devaluación de las propiedades (viviendas, locales, etc.) de toda la zona afectada, la zona este y sureste de Madrid, que ya tiene que sufrir muchas instalaciones nocivas además de esta: la planta de lodos de Loeches, el vertedero de Alcalá, la planta de materiales de riesgo de Valverde de Alcalá, las depuradoras de aguas residuales de Torres de la Alameda, Velilla y San Fernando; la incineradora de Valdemingómez, los depósitos de residuos peligrosos de San Fernando de Henares, o las lagunas de aceite de Arganda del Rey, entre otros.
La alternativa pasa por iniciar políticas de gestión que se dirijan hacia el Residuo0, para lo que nació la plataforma convocante de la manifestación que tuvo lugar ayer domingo convocada por vecinos y vecinas que piden una gestión y tratamiento de los residuos que cumpla la normativa europea, basada en la reducción, la reutilización y el reciclado tal y como se está haciendo en otras ciudades.
Proponen una estrategia que incluya el compostaje doméstico y/o comunitario de los biorresiduos, el agrocomposataje, la recogida selectiva (puerta a puerta, quinto contenedor, etc.) de la fracción orgánica y la de papel/cartón, la implantación del sistema SDDR (Depósito, Devolución y Retorno) de envases, lo que antes conocíamos como “devolver el casco”; y la construcción de centros de reparación de muebles y aparatos eléctricos y electrónicos en los propios puntos limpios.
El reciclaje y la reutilización son dos imposiciones inapelables debidas a nuestro modelo de vida. Nuestro planeta ya no soporta este nivel de extracción y nuestras Comunidades tampoco.