El gran apagón eléctrico

El gran apagón eléctrico

De las causas a la necesidad de un modelo 100×100 público y ecológico

Por Jesús Jaén Urueña (miembro del MATS)

“La electricidad supone alrededor del 25% de la energía consumida en el estado español. De ella, 68% de la potencia instalada y cerca del 50% de la producida es renovable y el porcentaje sigue creciendo fuerte por la implantación masiva de centrales eólicas y solares…

Las energías renovables abren una esperanza de futuro para la humanidad ante el declive inexorable de los combustibles fósiles y ante la grave amenaza de cambio climático que están provocando los gases provenientes de su combustión. Pero mal hecho, con prisas y pensando en el oligopolio, se convertirá en un problema mayor todavía. Hace falta  planificar a largo plazo, implicar a toda la sociedad en la reducción del consumo energético y en la distribución de la energía que seamos capaces de producir”. (1)

El 28 de abril de 2025 se vivió una situación histórica. Sesenta millones de personas de Portugal y España nos quedamos -durante horas- sumidas en un apagón eléctrico. Analizaremos las explicaciones que ha dado una parte de la comunidad científica y el debate acerca del modelo energético nacional.

Qué pudo pasar y si se podía haber evitado

Después de cuatro días, el gobierno ha planteado que desconoce aún las causas del apagón y ha pedido a las empresas operadoras en la REE (Red Eléctrica de España) que manden sus datos. Sin embargo, numerosos técnicos y científicos vinculados al sector energético, plantearon  sus hipótesis prácticamente en el mismo día de los hechos. La explicación de Antonio Turiel, investigador científico en el Instituto de Ciencias del Mar del CSIC, en Barcelona y ampliamente conocido por su defensa del ecologismo, fue la siguiente:

“ El problema fundamental no es tanto la caída como la inestabilidad de la red,  que este es un problema que llevamos explicando ya desde hace tiempo. La razón es que se ha integrado mucha energía renovable sin los preceptivos sistemas de estabilización que se tendrían que haber colocado  y que además por normativa ahora es obligatorio colocar…En el momento en el que se produjo el apagón se estaba produciendo mucha energía fotovoltaica que, por sus características técnicas, reacciona mal a los cambios de demanda. El problema que hay con el sistema eléctrico es que tú tienes que ir siempre anticipándote a los cambios de demanda y la fotovoltaica no es muy flexible en ese sentido, pero eso se compensa si pones una serie de aparatos que obviamente son muy caros y que sirven para estas veces…”. (2)

Otros técnicos, ingenieros y científicos especializados en este tema han mantenido tesis muy similares:

“Una hipótesis muy extendida es que, con mayoría de generación limpia, el sistema no tenía suficiente inercia para aguantar esas oscilaciones bruscas de frecuencia. Esa inercia la proporciona la energía cinética que almacenan las tecnologías conocidas como sincrónicas: turbinas hidráulicas, de gas, carbón o nuclear… Las renovables en la actualidad no tienen esa inercia. Los aerogeneradores y los paneles solares generan corriente continua y para volcar su electricidad necesitan convertirla mediante inversores a corriente alterna a una frecuencia constante…” (3)

Cuando la REE (Red Eléctrica de España) realice sus investigaciones (que tardarán semanas) sabremos todo lo que pudo pasar en esos cinco segundos fatídicos del día 28 de abril a las 12,33 horas. Mientras tanto se está librando una batalla política que va mucho más allá de las causas técnicas y que tiene que ver con los modelos del sistema energético y con el papel de las grandes empresas en el sector.

Tras años y años de negar el impacto sobre la naturaleza de los combustibles fósiles, han encontrado ahora una oportunidad para negar que las centrales nucleares representan un riesgo para la vida de las personas y de los entornos,

 

Otra de las discusiones que han puesto sobre la mesa los técnicos como Turiel, es la necesidad de invertir en la red eléctrica para acoplar las instalaciones a las características de las energías solar y eólica que, como bien sabemos, pueden tener altos y bajos en la potencia producida en cuestión de horas o incluso minutos. Se trata de nuevas tecnologías “grid forming” que pueden incorporar también las baterías:

“Con ella, eólica y fotovoltaica no utilizan los inversores tradicionales (grid following) y no necesitan que la red ya exista, pueden iniciarla, estabilizarla y sostenerla. (3)

Esas serían las causas más inmediatas, pero el ecologismo y los defensores de las energías renovables han venido insistiendo y advirtiendo a los gobiernos que la producción de electricidad a través de la energía solar y eólica debe llevarse a cabo de una manera planificada y organizada. El criterio no puede ser el beneficio de Naturgy, Iberdrola y Endesa; sino la satisfacción de las necesidades de millones de personas que dependemos completamente de la energía eléctrica.

Se necesita, por lo tanto, renacionalizar el sector energético en su conjunto y más específicamente la producción, distribución y gestión de la Red Eléctrica de España (REE).

En ese sentido, no se trataría solamente de aumentar la producción eléctrica en base a los parques solares y eólicos, sino también en invertir en la red de distribución y en particular, en nuevos sistemas de almacenaje (baterías) que a corto plazo, puedan corregir los excesos o sobreproducción cuando, por ejemplo hay mucho sol o viento, o cuando la producción es deficitaria. Las energías tanto solar y eólica tienen inmensas ventajas sobre la energía fósil (no contaminan y son a la larga más económicas) pero lógicamente son más intermitentes, variables y necesitan de inversiones importantes para proporcionar estabilidad al sistema.

Las derechas fosilistas y las grandes energéticas atacan de nuevo

Como era de esperar, tras el apagón, viene la contraofensiva de las derechas. En estos días estamos asistiendo a una defensa -por parte del PP y VOX- de las centrales nucleares y del resto de las energías fósiles (petróleo, gas o carbón). Acusan al gobierno de extremismo ideológico por su apuesta hacia las renovables. El gobierno por su parte, ha incurrido en el error de no informar a lo largo de cinco horas durante el apagón y mantener una cierta ambigüedad sobre las causas y las responsabilidades.

Tras años y años de negar el impacto sobre la naturaleza de los combustibles fósiles, han encontrado ahora una oportunidad para negar que las centrales nucleares representan un riesgo para la vida de las personas y de los entornos, para silenciar que los residuos que producen estas centrales tendrán que permanecer miles de años en la tierra o contenedores con todos los riesgos que conlleva. El almacenamiento de esos residuos radiactivos es un grave problema para la salud humana y el medio ambiente. Los accidentes de Chernobyl (1986), Fukushima Daiichi (2011) o Three Mile Island (1979) tuvieron efectos devastadores no sólo en las personas sino en el suelo, el agua, el aire durante decenas de años.

Por otra parte, no es extraño que las derechas defiendan la continuidad de las centrales nucleares ya que son propiedad de las grandes compañías energéticas españolas:

  • Central nuclear de Almaraz (Cáceres). Es propiedad de Iberdrola (53%) y de Naturgy (36%).
  • Central nuclear de Ascó (Tarragona). La propiedad de Endesa al 100%.
  • Central nuclear de Trillo (Guadalajara). Iberdrola (48%) y otras empresas.
  • Central nuclear de Vandellós (Tarragona). Endesa (72%) e Iberdrola (28%).

El oligopolio energético que funciona en España es dueño de las centrales nucleares y han mantenido una actitud obstruccionista en el desarrollo de las energías renovables. Por su parte, ese oligopolio está aliado a otras empresas españolas que controlan el refinamiento de petróleo y su comercialización como Repsol, Cepsa, BP Energía España, Petronor, etc.

Los beneficios netos de las grandes empresas de energía son muy importantes:

  • Repsol: 1.800 millones de euros en los nueve primeros meses del año
  • Iberdrola: 5.471 millones.
  • Endesa: 1.404 millones en los nueve primeros meses del año.
  • Naturgy: un beneficio neto del 36% en 2023.

De hecho, las seis grandes empresas del sector han declarado más de 25.000 millones de euros de beneficio neto en los dos últimos cursos. ¿Acaso no tienen motivos de sobra para obstaculizar la implementación de las energías renovables y para actuar como un oligopolio? Lo que estamos percibiendo en esta ocasión, como en otras anteriores, es que la derecha y la industria de la energía fósil o nuclear está actuando en un frente común de intereses políticos y económicos.

Por un modelo energético ecológico, público y planificado en beneficio de la gente

No es suficiente con rechazar los modelos fosilistas y basados en los beneficios de las grandes empresas energéticas. Es necesario también ofrecer alternativas. Dichas alternativas, si no están acompañadas de la movilización y la organización de los movimientos ecologistas, plataformas y sindicatos, caerán en saco roto. La fuerza de las derechas es el poder del dinero y el oligopolio, la de la izquierda es la lucha y la organización social.

Como bien es sabido el sector energético español se privatizó en los años 90, en 1998 se produjo la liberalización que permitió la entrada de empresas privadas. Esta medida, llevada a cabo por el gobierno de Aznar, se justificó diciendo que la libre competencia haría que los precios bajaran, pero ocurrió todo lo contrario. Las grandes empresas tomaron el control de la producción, distribución y comercialización de la energía (el sector más estratégico de un país junto a la banca, la sanidad, el transporte, etc). El tiempo ha demostrado que la transferencia de recursos e instalaciones públicas a las empresas privadas son un gran negocio para ellas y un aumento de los costes para millones de usuarios.

Se necesita, por lo tanto, renacionalizar el sector energético en su conjunto y más específicamente la producción, distribución y gestión de la Red Eléctrica de España (REE). El suministro de energía eléctrica debe estar en manos de técnicos. El criterio político del gobierno debe ser atender a las necesidades económicas y sociales de la población.  El papel de las trabajadoras y trabajadores del sector y de los sindicatos es uno de los pilares del sistema público de energía. A su vez todas las cuestiones relacionadas con las transformaciones tecnológicas deberán llevarse a cabo siguiendo criterios de planificación a largo y corto plazo dentro de un modelo ecológico y barato para la sociedad.

En ese sentido, creo que las medidas propuestas por la organización Ecologistas en Acción van en una dirección correcta. (4). Este sería una especie de decálogo para llevar a cabo una transición energética.

  1. Decrecimiento: Es necesario reducir el consumo energético optimizando su uso para mantener el nivel de bienestar actual.
  2.  Planificación y cercanía: En el futuro la mayor parte de la producción energética será eléctrica. Deberá llevarse a cabo en beneficio social. La cercanía de la producción y el ahorro del transporte (un 42% del consumo total actual) es un criterio importante.
  3.  Distribución: A cargo de instituciones públicas. Lo mejor es la democratización en base a instalaciones más pequeñas y locales.
  4.  Electrificación: La energía renovable, en su mayor parte (solar, eólica e hidráulica) es energía eléctrica, lo que implicará electrificar el futuro primando, por ejemplo, el transporte público sobre el privado (además existe un problema de suministro de materias primas y minerales críticos).
  5. Duración: Las instalaciones renovables deben ser pensadas para prolongarlas la mayor cantidad de tiempo posible.
  6.  Programación y variabilidad: Las energías renovables, como se comprobó con el gran apagón, son inestables y más difíciles de almacenar, además, se necesita mucha extensión para montar parques solares y eólicos. Por lo tanto se necesita un plan a largo plazo de ajuste entre la producción y el consumo.
  7.  Falsas alternativas. Otras alternativas en teoría limpias no son tales. Ejemplos: Nucleares (problemas de seguridad y residuos). Biocombustibles (poca eficacia y explotación de tierras). Biomasa (sólo puede considerarse limpia si la emisión de gases y reforestación funcionan en un equilibrio perfecto).
  8.  Hidrógeno: Tiene problemas de alta corrosividad y una baja eficacia (20%).
  9.  Variedad: Aprovechamiento las energías que tenemos más a mano (solar) y acondicionamiento de las ciudades y viviendas que permitan más ahorro
  10.  Reciclabilidad: La disminución o escasez de algunos minerales básicos en la fabricación de las tecnologías renovables (litio, cobalto, níquel, grafito, neodimio, disprosio, tantalio, wolframio y cobre), debe llevar a que se construyan con un criterio de reciclaje al 100%.

Estas serían algunas de las propuestas para una transición ecológica planteada por las compañeras y compañeros de Ecologistas en Acción.

(1) Carlos J. López. La humanidad frente al reto energético. Libros en Acción (editado por Ecologistas en Acción). Tercera edición (junio de 2024).

(2) Onda Vasca. Entrevista con Antonio Turiel (29/04/2025).

(3) El Diario.es. Antonio M. Vélez (1/05/25).

(3 Idem) Para más información técnica sobre el tema recomiendo:

  • Nick Jelley. Energías renovables. Alianza Editorial (2022).
  • Antonio Turiel. El futuro de Europa. Editorial Destino. Capítulo 6: Electricidad y renovables , páginas 67/76.
  • Ecologistas en Acción. Instalación de energías renovables en el Sistema Eléctrico Peninsular (14/04/25).

(4) Carlos J. López. Ecologistas en Acción. La humanidad frente al reto energético. Páginas 23/29. Editorial Libros en Acción (Tercera edición , junio de 2024).

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