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(Notas sobre la situación y alguna cosa más)
Por Jesús Jaén
Tal como me habías pedido te envío unas notas sobre la situación en España y las elecciones del 4 de mayo en la Comunidad de Madrid, espero que os sean útiles para haceros una idea aproximada de lo que pasa por aquí.
Empezaré diciendo una obviedad. Todos los países occidentales, en mayor o menor medida, están atravesados por una triple crisis: sanitaria, económica y social. España no es una excepción, por el contrario, el modelo productivo le hace más sensible a la pandemia del SARS-CoV-19. A esto debemos agregarle las costumbres y tradiciones arraigadas en las poblaciones mediterráneas donde las relaciones sociales ocupan un espacio fundamental en la vida de la gente. La exposición al contagio ha sido mayor en el sur de Europa que en el centro o norte, aunque por los últimos datos de Gran Bretaña o Alemania, esa tendencia también está cambiando.
La triple crisis
1.- Como en Italia, el virus irrumpió brutalmente en nuestras vidas cambiándolo todo. La sanidad española, de la que tanto presumíamos y a la que considerábamos la “joya de la corona”, demostró no estar a la altura de las circunstancias. Los procesos de privatización sanitaria a lo largo de los últimos treinta años, el desmantelamiento de los servicios públicos esenciales por parte de las derechas (PP y Cs) y también del PSOE y partidos nacionalistas; la falta de inversiones y por lo tanto de material o de personal, socavaron e hicieron más dañinos los efectos de la covid; a ello hay que sumar una gestión errática por parte del gobierno de coalición entre el PSOE y Podemos, que osciló entre el confinamiento total de los primeros meses y la decisión de descentralizar la gestión a manos de los gobiernos autonómicos.
Las cifras de la covid 19 en España son demoledoras. Oficialmente se habla de 75.000 muertos aproximadamente y mas de 3 millones de afectados, pero yo pienso que se quedan cortos. La Comunidad de Madrid, gestionada a la manera “trumpista” por parte del PP (Isabel Diaz Ayuso) y Cs con el apoyo de VOX (extrema derecha), aporta a esa fatídica cifra nada más y nada menos que el 40% de los muertos. Como trabajador de la sanidad que me tocó afrontar la situación en los primeros meses de 2020, te puedo decir, que si bien la crisis sanitaria era inevitable, al menos si se podía haber reducido el número de víctimas y contagios, pero nos encontramos desnudos ante el coronavirus, sin suficientes medios ni personal. Hoy afrontamos la situación con las vacunas pero el proceso en toda la UE está siendo muy lento. Como ocurre en Argentina y otros países, lo que prima son los intereses de las grandes corporaciones integradas a la poderosa industria farmacéutica. Se habla de que en verano estará vacunada el 70% de la población, pero al ritmo que vamos lo veo muy difícil.
2.- De todos los países de la UE, España es junto a Italia, uno de los países más afectados por la crisis económica. No te voy a llenar de datos porque además cambian y cambian según pasan las semanas o según quien haga los informes o las previsiones de crecimiento, el Banco de España, el FMI, el BCE o el gobierno de Sánchez. De una economía paralizada se pasó a una economía ralentizada que es el momento en que estamos viviendo. Según los datos oficiales en el año 2020 el PIB cayó un 11%, es decir, la contracción más fuerte de todos los países de la OCDE y la mayor que se ha dado aquí desde la guerra civil. Eso se explica, como te dije antes, por la dependencia del Reino de España respecto al sector servicios (turismo y la hostelería), la construcción y el consumo.
La industria (automóvil, calzado, textil,…) aguantó mejor la crisis. El futuro económico está condicionado por dos claves. En primer lugar si las vacunas llegan pronto a toda Europa aumentará considerablemente la entrada de turistas. España es la segunda potencia mundial en turismo detrás de Francia y seguido por EEUU. En el 2018 aportaron 92.300 millones de euros, lo que representa un 13% del empleo a nivel nacional (2,4 millones de trabajadores). En esta tesitura, las previsiones de crecimiento de la economía se sitúan en torno al 6% para 2021 pero con unos índices de desempleo alrededor del 15%. Te doy estos datos como indicador pero no te fíes mucho porque, como te dije, las previsiones están cambiando todos los meses.
El otro gran factor en importancia es la distribución de los Fondos que se impulsaron desde la UE. Como sabrás, un paquete de ayudas parecido al que hizo la Reserva Federal en los EEUU. La diferencia en mi opinión es que, aquí en Europa todo va mucho más lento y trabado por las cuestiones burocráticas; además, las ayudas directas (cheques de consumo o ahorro a las personas) de momento son inexistentes.
El destino, la utilización y la devolución de los Fondos europeos, va a ser uno de los temas más importantes en los próximos cuatro años. El estado español accede a estos Fondos en una cantidad de 140 mil millones de euros. Una parte es dinero de ayudas sin obligaciones, pero las 2/3 partes son préstamos a bajo interés pero que deberán devolverse los próximos años. No me quiero extender mucho sobre esta cuestión farragosa además porque todavía no están muy delimitadas las condiciones concretas del plan. Para acceder a estos Fondos cada país tiene que diseñar su plan de cómo los va a utilizar (siguiendo las pautas del BCE), la viabilidad de los proyectos y los planes de devolución (entre los que entran los ajustes presupuestarios). En el caso nuestro, el gobierno accede este año a 27.000 millones de los Fondos que empezará a devolver a partir de 2022. El destino y la gestión de todo este dineral es la piedra angular de la economía española en los años próximos.
Por el momento, te puedo decir que el PSOE pretende invertir en una especie de reconversión energética y tecnológica, una segunda modernización de la economía lo llaman. Es evidente que los Fondos pueden salvar situaciones muy graves de emergencia social pero por lo que estoy leyendo, los beneficiarios van a ser grandes empresas del sector turístico, aerolíneas, la industria del automóvil eléctrico y los bancos que gestionarán los créditos.
Me llama la atención que un sector de la izquierda, incluidos los dirigentes de Podemos, llamen a estos planes un retorno al keynesianismo. Que yo sepa esto no tiene nada que ver. Aquí lo que se está produciendo es un cambio de estrategia económica por parte de la UE y particularmente de Alemania. Mientras en la gran recesión (2007-8) apostaron por la austeridad a secas, evitando el gasto público y buscando el equilibrio presupuestario; en estos momentos han optado por la política de darle a la máquina del dinero, endeudarse los próximos cuatro o cinco años y realizar los ajustes en el futuro. Ello conlleva otros riesgos (inflación) y la necesidad ineludible de pagar la deuda con un crecimiento económico sostenido. Pero como te decía, no veo el keynesianismo por ningún sitio; no veo ninguna nacionalización de ningún sector; más bien todo lo contrario, aquí lo que están haciendo es una transferencia de dinero público a las empresas, reconvirtiendo ese dinero en Capital.
3.- La crisis sanitaria y económica ha derivado en una crisis social sin precedentes. En estos momentos hay alrededor de 4 millones de parados. El número de trabajadores afectados por ERTES es de 755.000 (regulaciones de empleo). La tasa de pobreza es el 23% impactando muy fuerte entre las familias monoparentales, los migrantes, las mujeres y los jóvenes. Las medidas aprobadas por el gobierno de coalición PSOE y Podemos han sido insuficientes y su aplicación lenta y llena de trabas administrativas. Por eso estamos conviviendo a diario con las llamadas “colas del hambre” donde la gente se pone a esperar que le den comida para su familia. La dejación de las instituciones es clamorosa y está siendo sustituida por la enorme cantidad de voluntarios y cooperantes, ya sean de asociaciones, ONGs, o parroquias. Esta situación ha desarrollado un clima de solidaridad pero también, cada vez más, una gran desesperación que la extrema derecha está canalizando contra el gobierno “progresista”. Eso explicaría muchos de los fenómenos políticos a los que estamos asistiendo. Pero eso lo abordaré a continuación.
El cambio de ciclo
La gran recesión tan larga e intensa en España (2008-14), abrió un ciclo político protagonizado por un ascenso social que no se veía desde la Transición. Fruto de esto fue el nacimiento del 15M (que ahora se cumplen diez años) y posteriormente de Podemos. Este ciclo social y político se inicia con la lucha contra los desahucios cuando miles y miles de familias no pueden pagar las hipotecas; continúa con las huelgas obreras por los despidos, explota definitivamente con el estallido del 15M (que es un salto cualitativo en la participación de millones de personas y la auto-organización social); continúa con las Mareas (que es el 15M de los trabajadores de los servicios públicos como sanidad o educación); y acaba con las Marchas por la Dignidad que son las manifestaciones de miles y miles de trabajadores de las ciudades y del campo que se juntan en la capital. Posteriormente, fuera de ciclo, hemos asistido a un movimiento feminista muy fuerte.
El surgimiento de Podemos es un salto de lo social a lo político y tiene sus puntos altos en los años 2014 y 2015 donde en alianza con otras fuerzas llegó a obtener 5,4 millones de votos y 69 diputados. Podemos despertó una ilusión solo comparable a los primeros años de la democracia. Fue un gran soplo de aire fresco en la política. Sin embargo no duró mucho. Los errores de sus dirigentes por un lado y el cambio de signo del nuevo ciclo, ha ido encapsulando a Podemos. También podemos decir que parte de ese ciclo fue el auge del independentismo en Cataluña y la abdicación del rey Juan Carlos I sumergido en numerosos casos de corrupción.
En los años que siguen, asistimos a fenómenos de signo adverso como el Brexit y el ascenso de las derechas más radicales en parte de Europa y en particular con Trump o Bolsonaro. España vive ese ciclo reaccionario con retraso y no sin grandes contradicciones. Por una parte el conflicto nacional en Cataluña, la victoria de la izquierda en las elecciones del 2018 y 2019 y la conformación del primer gobierno de “frente popular” desde la guerra civil. Mientras que la mayoría de países ya han pasado o están inmersos en pleno ciclo reaccionario, en el estado español aún no había comenzado, ahora parece que la onda expansiva llega a la Península Ibérica.
Las actuales tendencias políticas expresan una sintonización con el resto de Europa; es decir, un proceso de derechización creciente que se refleja en el fortalecimiento de la extrema derecha (VOX), y de las alas más duras del PP (Isabel Diaz Ayuso). Esto no sucede solo en lo que conocemos como “superestructuras políticas” , sino que son movimientos de fondo que han ido madurando desde la gran recesión, el conflicto catalán y ahora con la pandemia.
El giro hacia las derechas más radicales es, en términos sociales, un proceso trasversal que abarca no tanto a las élites económicas (que apuestan por la estabilidad); sino a las clases medias y populares donde se mezclan tradiciones culturales, religiosas, los efectos de la crisis, etc. La derecha radical hace una contraposición de los “culpables” (Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, los políticos en general, los independentistas, las feministas, la emigración de las pateras…), con un ideario del buen español. Un sentimiento identitario construido con una idea caduca y ultra- conservadora de España, a la que se suman ahora los negacionistas y el nuevo pensamiento nihilista. Una ensalada variada compuesta por católicos recalcitrantes, defensores de los toros y la caza, supremacistas machistas, racistas, nacionalismo español y los nuevos incorporados por los efectos del confinamiento.
Desde ahi debemos observar lo que podría suceder en las próximas elecciones a la Comunidad de
Madrid. Con la particularidad además de lo que es Madrid. De eso me gustaría hablarte porque el Madrid que tu conociste nada tiene que ver con el actual.
Madrid capital del Reino
La transformación de esta ciudad ha sido enorme. Las derechas llevan gobernándola 25 años. Aquella urbe con una periferia industrial (el cinturón rojo) no existe. Madrid es una ciudad básicamente de servicios con miles de funcionarios (el 40% del total de España). Con una población de seis millones y medio de habitantes que ha crecido sobre todo gracias a la llegada de más de un millón de latinoamericanos, asiáticos y norteafricanos. Las políticas del PP han convertido Madrid en una especie de paraiso fiscal que succiona muchas empresas y trabajos que antes estaban en otras provincias. Ello explica por un lado que ha crecido más que ninguna otra ciudad, al mismo tiempo que sus desigualdades sociales. Lo que aquí se llama eufemísticamente la brecha social.
Sobre este sustrato y todo lo que te he ido contando en la carta, puede comprenderse que Madrid sea -ahora mismo- la avanzadilla del proyecto de una nueva derecha radical, que mezcla el viejo conservadurismo castizo del PP con los nuevos sectores políticos y sociales en los que también se apoya VOX. Los viejos componentes son el perfil sociológico del antiguo franquismo, los medios de comunicación ultra-conservadores (ABC, Mundo, La Razón, La Cope, Libertad Digital…), con los grupos empresariales de la construcción que han vivido a costa de las obras públicas del estado, el poderoso lobby católico (asociaciones de familias católicas, Opus Dei…) y las Asociaciones de Víctimas del terrorismo.
Mientras la derecha configuró un proyecto económico, político y cultural desde los años 90, no ha ocurrido lo mismo con las izquierdas ya fuera el centro-izquierda (PSOE), IU o Podemos. Solo hubo un período de ruptura con la hegemonía de las derechas que fue el 2015 con la llegada a la alcaldía de Manuela Carmena (MAS Madrid) pero sus políticas no se diferenciaron casi nada de lo que había hecho el PP. La decepción en el 2019 fue muy grande. Hoy seguimos inmersos en esta decepción, por eso PP y VOX parten con ventaja.
Algunas personas dicen que las elecciones del 4M tienen una importancia especial. Yo pienso que tienen razón. Lo que está en juego es además del gobierno de la Comunidad, la posibilidad de que se configure una nueva alternativa de las derechas más radicales. Por un lado Ayuso representa el sector más duro del PP, algo así como una mezcla del viejo Partido Republicano con Trump. Por otro, tenemos a VOX sumando cada día más descontentos en la ultraderecha. Para que esa nueva derecha se configure tienen que pasar dos cosas: la primera que gane en Madrid y gobierne. La segunda que consiga arrastrar al conjunto del PP como Donald Trump hizo con el Partido Republicano. De momento lo que si notamos es que se comporta de manera descarada y sin complejos.
¿Por dónde empezar?
Creo que el debate debería tener dos niveles distintos. Por un lado lo más inmediato que son las elecciones en Madrid, y por otro, la necesidad de revertir las tendencias cada día más reaccionarias que hay en la sociedad y sus expresiones políticas.
Particularmente pienso que lo electoral es importante. La cuestión reside en si los sectores populares están dispuestos a movilizarse y dar su voto a las formaciones de izquierdas. Eso no lo sabemos. Haciendo de nuevo una analogía con Estados Unidos, la diferencia es que allí hubo dos grandes movimientos antes de la victoria de Biden-Harris. Por un lado la impresionante movilización anti-racista por el asesinato de George Floyd; y por otro la participación masiva de las mujeres a favor del Partido Demócrata. Aquí hay una situación de desmovilización social, los
últimos grandes movimientos fueron los que impulsaron las organizaciones feministas en 2019 y 2020. Las clases trabajadoras están muy presionadas por el desempleo y la precariedad, tampoco la pandemia permite salir a las calles de manera masiva y, para colmo, los sectores que están más activados son los grupos negacionistas que piden mas libertad frente a la intromisión del Estado en nuestras vidas.
Esto se une directamente a la campaña de Ayuso cuyo lema es “Socialismo o Libertad”, un lema sacado directamente de la agenda de Steve Bannon. Es un regalo que el PP hace a la extrema derecha, mezclando perfectamente el llamado libertarismo político con el ultraliberalismo económico. Ayuso y VOX mezclan los confinamientos, el comunismo, Venezuela, Sánchez, Puigdemont, Iglesias, y todo lo que se les ocurre. El coctel se mezcla, se prepara y se agita con mentiras, bulos y fake news.
No es sencillo abordar esta nueva situación ni creo que yo tenga ninguna receta. Personalmente lo que se me ocurre es que, a nivel electoral, las formaciones como Podemos o MAS Madrid, deberían intentar volver al espíritu del primer Podemos; es decir, hablar de lo que le preocupa a la gente, de la sanidad, de la educación, de las ayudas sociales, de la violencia de género, del medio ambiente, etc. No deberían caer en el juego de las derechas que es poner un cordón ideológico entre una ciudadanía de izquierda radical y otra de centro derecha que son los verdaderos madrileños a los que ellos representan. Eso, hoy en el Madrid que vivimos y en la actual conformación de estratos sociales con un pensamiento dominante más bien conservador, es ir directamente a la derrota.
Yo pienso que Podemos y MAS Madrid tienen que desarrollar estrategias audaces que nos lleven a recuperar los espacios que ha ganado la derecha y sacar a las urnas a esos miles y miles de personas decepcionadas (con la política) que no piensan ir a votar. No se puede dar por perdida y mucho menos subestimar a la ciudadanía que no piensa igual que nosotros. El poder de nuestras ideas no reside en repetirlas cabreados para nosotros mismos, sino en nuestra capacidad de convencimiento y persuasión hacia gente que no vota como nosotros pero que vive igual que nosotros. Decirles que la sanidad pública o la educación pública no es patrimonio de ningún partido sino un derecho y una conquista de todos. Decirles que la libertad de no llevar mascarilla no es un derecho, sino una decisión egoísta que pone en riesgo la vida de sus seres más queridos. Decirles que el PP ha sido y es el partido más corrupto de la historia de la democracia. Decirles que los Fondos que llegan de Europa deben ser empleados para recuperar el empleo, la vivienda y atajar la desigualdad. Decirles que los patriotas de VOX son los que a su vez defienden al rey corrupto y a todos aquellos que tienen sus dineros en paraísos fiscales.
No quiero extenderme mucho mas. En una próxima carta podremos seguir reflexionando sobre otros problemas a más largo plazo. Por ejemplo cómo se puede revertir este ciclo político y a las ideas o el pensamiento que es cada día más dominante en nuestras sociedades occidentales. En ese sentido no soy nada pesimista, creo que todo va y viene aunque se lleve por delante millones de inocentes. Pero al final nos volvemos a levantar una y otra vez. La historia no es un línea recta, creo que se parece mucho más a una montaña rusa; donde se pierde se vuelve a ganar, donde se retrocede se vuelve a luchar.
Una de las noticias que más alegría me dio recientemente, ha sido que en ese gran monstruo capitalista llamado Amazón, sus trabajadores en Alabama (Amazón Prime Video y sus tiendas comestibles Whole Foods) están luchando por construir un nuevo sindicato ¡A pesar de las amenazas patronales y la represión sindical! Es decir, la clase obrera intenta una y otra vez organizarse como clase; casi en las mismas condiciones -o peores- que a comienzos del siglo XX cuando en unos Estados Unidos con poco más de cien años de historia desembarcaban millones de inmigrantes llegados de toda Europa.
Nunca partimos de cero. Somos deudores de nuestros avances y retrocesos. Pero lo que deberíamos entender es que, en esta nueva época que nos ha tocado vivir, no basta con reconocer nuestras limitaciones o falta de adaptación en materia de destreza tecnológica. Tenemos una carencia de debates sobre qué valores harían que esta sociedad fuera más justa de lo que es hoy. No me refiero a tal o cual medida económica ni a un programa electoral más o menos radical. Lo que pienso que hemos dejado de lado son las reflexiones sobre ciertas ideas y paradigmas que no pueden ser sustituidos por un pragmatismo liviano. Escuchemos de verdad lo que nos están queriendo decir por ejemplo las compañeras feministas y los jóvenes ecologistas. Quizás escuchando y debatiendo podamos interpretar y actuar mejor sobre un presente que no nos gusta.
Madrid, marzo de 2021
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