Jorge Travesedo Dasí es socio de Sagardoy Abogados, el bufete que asesoró al Gobierno en la última reforma laboral
Es licenciado en Derecho y fue director territorial jefe de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Madrid hasta su incorporación a Sagardoy
«Para empezar a hablar de condiciones, primero nos exigía renunciar a la denuncia a la Inspección de Trabajo», cuenta una persona que estuvo en una reunión con Travesedo y la directora general de Deliveroo en España
De dirigir a los inspectores de Trabajo en Madrid a liderar la defensa de Deliveroo ante las actuaciones de la Inspección en varias ciudades de España, entre otras, la capital. Los riders de la compañía que se organizaron para demandar mejoras laborales y la denunciaron ante la Inspección tienen en el lado opuesto a un experto en la materia. Jorge Travesedo Dasí dirige al «equipo de abogados y profesionales de apoyo» que defiende a la empresa de reparto de comida a domicilio y ha intercedido en varios actos entre los responsables de la plataforma y los repartidores. Experto en derecho laboral, dejó las riendas de la Dirección Territorial de la Inspección de Trabajo en Madrid para unirse en 2015 al poderoso bufete Sagardoy Abogados, que asesoró al Gobierno en la elaboración de la reforma laboral.
El bufete destaca en la ficha de Jorge Travesedo sus cargos en la Administración, además de ejercer como inspector de Trabajo en varias provincias. «Ha trabajado como asesor para asuntos laborales en el Gabinete del Ministro de Trabajo». Lo hizo un año, de 1997 a 1998, periodo en el que asesoró al político del PP Javier Arenas, en ese momento al frente de la cartera de Trabajo. El mismo Arenas suscribió su nombramiento en diciembre de ese año, también de libre designación, como subdirector general de Formación y Jefe de la Unidad Especializada de Inspección de Seguridad Social. «En el sector privado se ha desempeñado como director Técnico y de Operaciones de Mapfre Servicio de Prevención, siendo en esa etapa presidente de la Asociación Madrileña de Empresas de Prevención», añade el bufete que pilotó el ERE de Coca-Cola anulado por la justicia.
Deliveroo llegó a España ese 2015, después de dos años funcionando en Londres. La empresa de repartos a domicilio tiene una «flota de repartidores» –como los denomina en su página web– que no están en plantilla, sino que trabajan como autónomos. En España, hay más de mil riders, según los datos de la compañía, que llevan los encargos de los restaurantes hasta la puerta de los consumidores. Su modelo laboral (que repiten otras plataformas digitales) ha sido denunciado por varios sindicatos, así como por parte de sus repartidores, que consideran que existe ‘laboralidad’ entre las partes; es decir, que los trabajadores deberían ser asalariados, contar con contratos laborales, y no trabajar por cuenta propia.
Así lo ha considerado también la Inspección de Empleo en al menos dos ocasiones, que haya trascendido a nivel público: una en Valencia y otra en Madrid. En la primera, la Inspección concluyó que los repartidores eran falsos autónomos tras un minucioso examen. Los inspectores sostienen que el verdadero medio de producción está en manos de la empresa y es la propia app, no las bicicletas y los móviles como defiende la compañía. En este caso, se obligó a la empresa a pagar las cuotas pertinentes por los trabajadores, unos 160.000 euros.
Poco después, llegaba la decisión de la Inspección en Madrid. De nuevo, envió una notificación a la compañía en la que concluyó que existe relación laboral entre los ‘riders’ y la empresa de reparto a domicilio. Deliveroo –como ha explicado recientemente a este medio su directora general en España, Diana Morato– sigue defendiendo su modelo laboral e insiste en que la «flexibilidad» de sus repartidores sustenta una relación mercantil. Según Sagardoy Abogados, la representación de Deliveroo por parte del bufete comienza «desde que se iniciaron las actas de inspección».
«Nos exigía renunciar a la inspección»
Antes de que llegara la primera resolución de la Inspección, la de Valencia, hubo una reunión entre algunos representantes de los riders en esta ciudad –ya organizados en la plataforma RidersXDerechos y tras haber organizado varias huelgas– y responsables de la compañía, entre los que se encontraba Diana Morato y Jorge Travesedo, según explican personas conocedoras del encuentro. Uno de los asistentes al encuentro cuenta que la cita fue «muy tensa» y destaca que Travesedo «fue muy duro, aunque nosotros también estábamos nerviosos». Según esta persona, «la reunión sirvió de poco. Todo giraba en torno a una cuestión: ‘¿Queréis negociar? Pues tenéis que renunciar a denunciarnos a la Inspección de Trabajo».
El asistente explica que, pese a sus intentos, «para empezar a hablar de condiciones, primero nos exigía renunciar a la denuncia a la Inspección de Trabajo». El más insistente en este requisito para negociar, según el testigo, era Jorge Travesedo, miembro del Cuerpo Superior de Inspectores de Trabajo y Seguridad Social y ahora abogado ‘of counsel’ de Sagardoy.
Travesedo también estuvo presente en el acto de conciliación con varios repartidores de la plataforma en Madrid, que se saldó con un acuerdo económico con los trabajadores para no llegar a juicio.
Este medio ha intentado sin éxito ponerse en contacto con Jorge Travesedo a través de Sagardoy Abogados. Desde el bufete, envían una respuesta escrita con los «dos principales argumentos» de la empresa para defender el modelo laboral de Deliveroo. Por un lado, explican que «la prestación de servicio de los riders se realiza en el marco de la absoluta autonomía e independencia en el ejercicio de la actividad, no solo en relación con una empresa si no también el relación del resto de compañías similares». Por ello, «la existencia de un mercado de reparto en el que los riders eligen en su beneficio entre varios posibles ‘clientes’ es un dato real incompatible con la ‘laboralidad».
Lobby encubierto a favor de Deliveroo
Además, en Sagardoy Abogados añaden que «estos prestadores de servicios vienen percibiendo retribuciones mucho más altas de las que percibiría un repartidor sometido a cualquiera de los convenios colectivos del sector». Esta era otra de las vías de presión que, según el asistente a la reunión en Valencia, utilizó el abogado en el encuentro. «Nos decía que en caso de que se resolvieran las denuncias a favor nuestra [y se demostrase la laboralidad], lo que ocurriría es que iban a empeorar las condiciones» laborales.
El argumento de los sueldos de los riders, mayores que los de los asalariados en el sector, era defendido por el propio Jorge Travesedo a finales de enero en el programa de radio A vivir. Travesedo es presentado como «socio del bufete de Sagardoy Abogados y miembro con una excedencia del Cuerpo Superior de Inspectores» y aporta sus valoraciones en el espacio dedicado a «¿una nueva legislación laboral?» junto a otros especialistas. En su intervención, en la que critica las denuncias injustificadas de precariedad contra este tipo de plataformas digitales, no menciona en ninguna ocasión que se encarga de la defensa de Deliveroo.
Travesedo afirma que «efectivamente la Inspección de Trabajo ha actuado a través de varias inspecciones provinciales y, bueno, eso está ahí. Está en trámite de alegaciones, de recursos y esto es un camino todavía largo». Sin embargo, para el experto de Sagardoy Abogados esto no es lo más relevante: «Yo creo que actualmente el discurso no es tanto qué está haciendo la Inspección de Trabajo sino un poco cómo se está analizando todo este nuevo fenómeno».
Tras una pregunta del presentador que aborda el contexto social que lleva a trabajadores a aceptar empleos que en otros contextos no tomarían, el abogado sostiene que «cuando se habla de precarización de estas plataformas se hace un discurso un tanto desprovisto de la información real». Travesedo opina que «es injusto y creo que no es así, el identificar el trabajo por cuenta propia con la precariedad, creo que eso es un discurso demasiado simple». Entre otros argumentos, el abogado subraya los elevados salarios, «estamos hablando del doble», respecto a los trabajadores en plantilla de otras empresas y la «flexibilidad» de los riders de estas plataformas digitales.