Ayer se volvieron a colapsar las Urgencias del Hospital Clínico San Carlos. Esta vez no es la gripe: quizá sea eso a lo que ellos llaman “hechos puntuales” y que se repiten habitualmente en todos los hospitales de Madrid o quizá los llamados “picos de actividad”. Aunque, lo llamen como lo llamen, en realidad es un ataque sistemático a la Sanidad Pública. Ataque que tiene sus consecuencias directa tanto en pacientes como en trabajadores.
Ayer por la tarde la imagen en las Urgencias de este hospital era dantesca: en la Sala de Agudos, con una dotación para 30 pacientes llegaron a amontonarse hasta 70, acompañados por sus respectivos familiares. Los profesionales realizaban su trabajo de la mejor manera posible, a pesar de que en estas condiciones es fácil imaginar las dificultades que supone poder dar una asistencia de calidad cuando ni siquiera había espacio físico entre camilla y camilla.
¿Esta es la humanización de los cuidados que publicita a bombo y platillo el Señor Consejero?
Esta situación se produce cuando hay 120 camas cerradas que se suman a las 104 que, misteriosamente y sin justificación alguna, desaparecieron el verano pasado. En total 204 camas menos.
Qué divertido es ver el mundo de color de rosa: el Gobierno anuncia los presupuestos más “sociales de la historia de la democracia“ y la Comunidad de Madrid trabajo estable para todos (oposiciones, reconversión de eventuales en interinos…….) y así buenas nuevas hasta el infinito, mientras la realidad a ras de suelo es muy distinta.
La solución pasa sin duda por la apertura de todas las camas cerradas y la contratación de suficiente personal para poder dar una asistencia de calidad. Pero hay que empezar a hacerlo hoy, no mañana, ni el año que viene.
La situación es lo bastante grave para que esta Consejería deje de hacer propaganda, o dicho de otro modo pase de las palabras a los hechos YA.
Descargar comunicado completo sobre el colapso de las urgencias en el Hospital Clínico San Carlos