El día 27 de abril nació una nueva plataforma en Madrid cuyo objetivo principal es recuperar los derechos que, en materia sanitaria, se han ido perdiendo a lo largo de los últimos años, y que, siguen estando en claro peligro mientras el gobierno de la Comunidad de Madrid siga en manos del Partido Popular, presidido ahora por Cristina Cifuentes.
La situación de la que venimos
En noviembre del 2012 nace la llamada Marea Blanca en Madrid. Se trataba de un movimiento de trabajadores y usuarios que reaccionamos al brutal ataque que, contra la sanidad pública, lanzó el gobierno de Ignacio
González mediante el mal llamado Plan de Sostenibilidad del Servicio Madrileño de Salud. Básicamente consistía en privatizar hospitales públicos, centros de salud, y eliminar otros tantos recursos públicos para
transferirlos a las empresas privadas.
La Marea Blanca logró éxitos como la paralización de la privatización de los seis hospitales y 27 centros de salud, pero hubo otras reivindicaciones que no pudo impedir como por ejemplo la privatización de la Lavandería o del Centro de Transfusión. Después de meses de movilizaciones, la Marea Blanca, como movimiento social activo, se acaba y se abre un largo ciclo de impasse donde lo que predomina fundamentalmente son luchas aisladas, sectoriales y atomizadas.
Esta nueva situación además se produce en un momento de gran reflujo social en todo el país y el predominio del calendario político con la convocatoria de elecciones europeas, municipales, autonómicas y generales.
En este nuevo marco social y político que se vino generando desde mayo del 2011 con el surgimiento primero del 15M y, posteriormente, de las Mareas; van a irrumpir como grandes fuerzas del cambio, multitud de
candidaturas municipales bajo siglas como Ahora Madrid, Ganemos, Si se puede, etc; en decenas de municipios de la Comunidad de Madrid. Y sobre todo nace en enero del 2014 un nuevo partido que se coloca en medio de
todo el escenario político: Podemos.
La situación en la que estamos
En la Comunidad de Madrid los resultados de las elecciones municipales y autonómicas dejan un sabor agridulce. Por un lado está la llegada al gobierno municipal de Ahora Madrid y excelentes resultados en muchos
municipios; por el otro, el PP conserva el gobierno autonómico (gracias a Ciudadanos) quedando el PSOE y Podemos en la oposición.
El gobierno de Cristina Cifuentes inicia la legislatura con menos ruido que Ignacio González pero continuando las viejas políticas. En materia sanitaria solo se producen algunos cambios menores en el terreno de recuperación de algunos derechos laborales perdidos, pero se deja todo tal cual quedó y por lo tanto se mantienen los viejos problemas: listas de espera, derivaciones, colapso en las urgencias, falta de recursos humanos, deterioro de la calidad asistencial, precariedad laboral, externalizaciones y privatizaciones de servicios esenciales. La vida sigue igual.
Toda esta situación genera, como es lógico, respuesta por parte de algunos sectores de trabajadores aunque de manera (como decíamos antes) atomizada (las ambulancias, el SUMA, los trabajadores no sanitarios o los de la Lavandería de Mejorada, etc).
En realidad esto no tendría mayor importancia si no fuera porque, además de la enorme estela que ha dejado la Marea Blanca; se han producido cambios cualitativos a nivel político que son la entrada en las instituciones
de decenas o cientos de activistas sociales que iban en las listas de Podemos, Ahora Madrid, y multitud de candidaturas municipales. La presencia de este nuevo contingente de luchadores es lo que pone altavoces a todas las luchas de los trabajadores, los usuarios y pacientes en defensa de la sanidad pública, universal y de calidad. Ahí tenemos como gran exponente de esto a la Plataforma de afectados por la Hepatitis C (con sus
logros) o los trabajadores no sanitarios de las 26 categorías profesionales. La presencia en las instituciones consigue tres efectos simultáneos: abre una nueva perspectiva en las luchas; se convierte en una caja de resonancia y, por último, hace girar a la izquierda a sectores del PSOE que no quieren quedar atrapados por las derechas (PP y Ciudadanos).
Confluencias
El Movimiento Asambleario de Trabajadores de la Sanidad lanza una idea o propuesta aproximadamente en marzo de 2016; intentar la confluencia de los tres actores que se podrían movilizar en la defensa de la sanidad
pública: los profesionales o trabajadores del sector, los usuarios y pacientes del servicio madrileño de salud; y las decenas o centenas de cargos públicos que están en las instituciones madrileñas y tienen un compromiso
político con la defensa de lo público.
La confluencia de estos tres sectores es lo que daría como resultado la creación de un nuevo movimiento de carácter laboral, social y político en cuanto a su composición, pero esencialmente basado en la defensa del derecho a la salud con todos sus ramificaciones: desde la lucha contra la precariedad laboral, pasando por la denuncia de las listas de espera o contra el proceso de privatizaciones.
Este movimiento trataría de basarse –como fue el 15M y las Mareas- en las asambleas y la auto-organización de la gente; es decir, tendría su epicentro en las plataformas y colectivos que se han generado por todos los lados, no solo del ámbito de la sanidad sino de otros espacios ciudadanos que han defendido lo público; pero además, el hecho nuevo sería integrar en un mismo movimiento a esas decenas o centenas de diputad@s, alcaldes y alcaldesas, concejal@s, … Para que todos juntos podamos ofrecer una alternativa con posibilidades reales de ganar la batalla al gran lobby empresarial y al Partido Popular.
El 27 de abril se puso en marcha
La Asamblea abierta que se celebró el día 27 fue un éxito de participación y de contenidos. Allí nos juntamos más de doscientas personas pertenecientes a numerosas plataformas de usuarios, organizaciones sindicales de la sanidad, entidades ciudadanas; se puede decir que prácticamente estaban la inmensa mayoría de los protagonistas de la Marea Blanca del 2012 en Madrid; a la que se sumaron las nuevas candidaturas municipales o diputad@s y concejal@s como Carmen San José, J.A. Chamorro, Javier Barbero o Rommy Arce.
Hicimos un debate intenso con valoraciones de la situación pero sobre todo con propuestas concretas. La necesidad de que esa Asamblea se convocara de manera permanente y cada dos meses; que se constituyera un grupo de trabajo donde estuvieran integrados todos los representes de los distintos colectivos; que se hiciera una página web y lista de correos. Una de las cuestiones a las que se le dio mucha importancia es a la necesidad de empezar a salir a la calle de una manera masiva. Para ello se decidió lanzar una convocatoria contra las listas de espera frente a la Asamblea de Madrid en el mes de junio.
Es decir ya se ha empezado a poner en marcha la maquinaria de trabajo. Finalmente se aprobó un comunicado de prensa donde además de denunciar la situación en la que se encuentra la sanidad pública madrileña, se plantea:
“Para dar una respuesta contundente a esta situación, hemos decidido unir todas las fuerzas necesarias: profesionales de la sanidad, usuarios y pacientes, colectivos sociales, entidades ciudadanas y representantes políticos en nuestras instituciones “Tod@s junt@ somos más fuertes que cada un@ de nosotr@s por separado. Para esto, las personas y colectivos que hemos participado en esta convocatoria, promoveremos acciones y movilizaciones coordinadas tanto en la calle, como en nuestros centros de trabajo y las instituciones. “no estamos tod@s, faltan much@s. Os esperamos.
Tras la lectura y aprobación del comunicado, acabó la Asamblea. Ha nacido una nueva confluencia fruto de los tiempos que nos ha tocado vivir, de los recortes sociales y las privatizaciones; pero también de las luchas, de la auto-organización y de las posiciones políticas institucionales conquistadas. Es el inicio. Esto no ha hecho más que comenzar. Seguimos.
Jesús Jaén (miembro del MATS)