03 septiembre 2014
Por Juan Pocar Escrig
Yo no reto a la ministra de Sanidad y Servicios Sociales, Ana Mato, con el cubo de agua…
No lo hago por considerar que es pedir muy poco a quien tanto tiene para aportar a nuestra (vamos a llamar a las cosas por su nombre) enfermedad mortal e incurable y sin tratamiento.
Si quiero proponerle un reto en forma de regalo, me gustaría que no despreciase el mismo, es único, quizás irrepetible. Quiero regalarle una lágrima de un enfermo de la ELA(esclerosis lateral amiotrófica) para que la almacene en su corazón, la misma no es personal, es y quiero que sea anónima, de una de esas que derramamos cada día los más de 4000 enfermos o de todos aquellos que nos quieren.
Si acepta este humilde regalo de un enfermo, que igual que los demás tiene los días contados, estoy seguro que la mencionada lágrima se convertirá en esperanza para todos nosotros y más aún para esas 50.000 personas ya nacidas, que aunque ahora no lo saben, un día les informaran que padecen una enfermedad mortal incurable y sin tratamiento.
No piense en la campaña de cubos de agua, piense que somos más de 4000 españoles, igual de españoles que usted, que vivimos en “tiempo de descuento”.
Hasta esta campaña nadie hablaba de nosotros, ahora se habla mucho pero el protagonista no puede ser el cubo, el protagonista debe ser la enfermedad y quienes estamos afectados por la misma sin la más mínima esperanza de vida.
No nos tengan escondidos, sáquenos a la luz. “Sólo se puede amar aquello que se ve. No tengan miedo a decir el desenlace de la ELA. Nunca es triste la verdad…aunque el mismo sea la muerte”.