Si Esperanza Aguirre no dona inmediatamente parte de su notable fortuna a las víctimas del narcotráfico, es que es una narcotraficante. ¿No? Y, por cierto, también es cómplice de ETA, porque no se sabe de ningún dinero que esta tal Esperanza Aguirre haya donado jamás a las víctimas de ETA, como ella le exige a Podemos: “Si Pablo Iglesias dona parte de su financiación a las victimas del ETA yo iré a la conciliación y reconoceré que el señor Iglesias está en contra de ETA”, ha proclamado la lideresa incorrupta del PP. Item más: que Esperanza Aguirre está implicada en tramas de trata de blancas también es palmario, ya que jamás ha abierto su cartera para regenerar a una prostituta. Y que está enfurciada en redes de tráfico de niños es obvio, pues nunca ha sufragado la manutención de niños traficados. Que es una ignorante, está de más discutirlo, pues no existe la beca Esperanza Aguirre para impulsar la educación en España. Ni mucho menos.
Y no acaba la cosa aquí, pues los delitos de esta cómplice de todos los males del mundo ni se cuentan con los dedos de los pies de un ciempiés. Esperanza Aguirre mató a Kennedy, pues no está constatado en ningún documento desclasificado por la CIA que haya dado ni 1.000 euros para vestir el luto de Jackie K. Y de todos es conocido que Esperanza Aguirre es la causante de la Primera Guerra Mundial, ya que jamás ha probado que destinara parte de su exiguo patrimonio a la protección del archiduqueFrancisco Fernando de Austria el 28 de junio del 14.
Esperanza Aguirre es una casquivana, pues no pone la equis en la casilla de Hacienda destinada a fomentar la castidad. Y, además, Esperanza Aguirre no lleva bragas, pues no ha subvencionado en su vida ninguna marca de lencería. Esperanza Aguirre es lesbiana y travestida, de otra manera es inexplicable que no participe personal y económicamente en una marcha anual contra el Orgullo Gay. Y es la creadora del virus del sida, pues no lo padece. Y una promotora de la violación sistemática de niñas en Tailandia, ya que las autoridades de Tailandia no cuentan con su ayuda. Además de destacarse como uno de los seres inhumanos que sopló muy fuerte para que un tsunami terremótico arrasara Japón en 2011. Esperanza Aguirre es, en resumen, un puto asco de tía, por decirlo fino.
Voy a relatar la secuencia de los hechos, por si el lector es ignaro, aguirrista o biunívoco. Espe ha dicho que Pablo Iglesias apoya a ETA. En plan defenderse con malas artes, Podemos hizo una campaña de crowdfunding para denunciarla ante los tribunales por difamación y sentarla en un banquillo muy incómodo. Recaudaron 10.000 euros en tres horas, seguramente desviados por el fantasma de Hugo Chávez. Al ver que hay pasta detrás, Espe promete retractarse de sus acusaciones si Podemos dona dicha pasta a las víctimas de ETA, en lugar de seguir con su denuncia y sentarla en dicho banquillo tan incómodo. Vamos, que si no pagas a las víctimas del asesino, eres cómplice de asesinato. O sea, todo dentro de la lógica y la ética a las que esta abuelita formulaúnica nos tiene acostumbrados.
Es vox populi entre los españoles que todos los cargos del PP donan sistemáticamente sus sobresueldos en negro a las víctimas de ETA. Tanto es así, que las víctimas de ETA ya no saben qué hacer con tanta pasta, y le han pedido al PP que paren. Un respiro, o sea. Pues, como todos los quinientos euristas constatan a diario, manejar esas cantidades no da más que quebraderos de cabeza.
Yo también creo que Podemos debería de donar a las víctimas de ETA el dinero que ha recabado para denunciar a Esperanza Aguirre y a Eduardo Inda, pero en diferido y asesoraditos por María Dolores de Cospedal con mantilla y peineta. O, caso de existir garajes en Vallecas, que es donde vive Pablo Iglesias, comprar con el dinero recaudado para la denuncia diez o doce jaguarstransparentes, y meterlos en dicho garaje, como hizo la ministra Ana Mato con el Jaguar que le regaló la ONG Gürtel. Aunque los pringaos etarras no suelen tener garaje. En resumen. Si Podemos no dona el dinero de la denuncia contra Espe a las víctimas o adquiere jaguars o esconde la pasta en Suiza, el pueblo español seguirá pensando unánimemente que Pablo Iglesias –este y el que fundó el PSOE, ya que la justicia es universal— distraen sus ratos libres pegándole tiros en la nuca a la gente inocente.
Hasta ahora, yo siempre votaba a Esperanza Aguirre, se presentara o no se presentara a las elecciones, pues a mí también me gusta aparcar en cualquier sitio, atropellar a policías sin distinción de edad, sexo o condición, comprar elecciones autonómicas y obligar a Aznar a que le recalifique los terrenos baldíos a mi esposo. Pero la sombra de la sospecha se cierne sobre mi beatífico voto al pensar en todas las causas nobles por las que Esperanza Aguirre no ha hecho nunca nada, sino todo lo contrario. Y mi espíritu democrático se tambalea. Pues, si uno no puede votar a Esperanza Aguirre, ¿qué futuro nos deparará esta incorrupta España?
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PS: Por cierto. Me gustaría saber las cantidades exactas de millardos que Esperanza Aguirre ha donado a las víctimas de ETA. Y que Marhuenda las publique en la portada de La Razón. Por curiosidad sana. O insana. Que es la buena.