Primum nocere

Israel incumple sus obligaciones como potencia colonial y provoca inmensos daños a la población autóctona. No es que robe tierras y recursos, es que además asesina, enferma, tortura y mutila causando sufrimiento inmenso (en gran parte irreparable). Especialmente se ceba en sectores como infancia, mujeres, y profesionales clave como educación, comunicación y sanidad. Se le opone una Resistencia legítima que carece de defensa aérea, tanques, misiles, drones, artillería, aviones, etc.

La política colonial de Israel se basa en el “primum nocere” (lo primero, dañar):

1.Entre octubre de 2023 y septiembre de 2024, mediante una matanza indescriptible, Israel ha logrado disminuir la expectativa de vida al nacer en Gaza de 76 a 41 años[i].

2. Israel ha asesinado impunemente a unas 400.000 personas en Gaza (400.000, no 60.000 como se suele estimar), la mitad niños[ii],[iii],[iv].

3. Israel ha “producido” 40.000 huérfanos en Gaza[v].

4. Israel ha sometido a un asedio medieval a Gaza, bloqueando la entrada de comida y agua, de productos sanitarios, repuestos y combustible y está matando de hambre a la población gazaití, con mayor afectación de la infancia y la ancianidad.

¿Por qué la especial inquina contra el sector sanitario?

Si se pretende un genocidio, nada como arrasar el sistema sanitario y asesinar, detener y torturar a sus profesionales pues al tiempo se elimina un determinante de salud social clave y una expresión de solidaridad que aglutina a la sociedad.

La “justificación” de la especial inquina contra el sector sanitario, instalaciones y personal, se ha logrado mediante una constante estrategia israelí de achacar a la Resistencia palestina la “militarización” de hospitales, centros de salud y profesionales, incluyendo las ambulancias. Tal estrategia justifica su aniquilamiento e ignora las leyes de la guerra, pues todo se justifica contra “el terrorismo”.

Israel jamás ha demostrado tal hipótesis, y de hecho los famosos túneles militarizados bajo los hospitales han resultado ser siempre estancias para máquinas, archivos y demás, sin el menor uso militar posible. Otro tanto ha sucedido con sus profesionales, asesinados, encarcelados y torturados sin justificación judicial creíble.

Sin embargo, tal tesis obtuvo respaldo internacional (incluso con el voto a favor de España de la actual ministra de Sanidad) [vi] en la Asamblea Anual de 2024 de la Organización Mundial de la Salud, cuando se aprobó una enmienda propuesta por Israel que decía:

“Se pide la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes retenidos en Gaza, entre ellos niños, mujeres y personas mayores, y condena el uso, por parte de grupos armados, de los establecimientos de salud, incluidos hospitales y ambulancias, que pone en peligro a la población civil”[vii].

Es decir, la enmienda aprobada por la Organización Mundial de la Salud consideró como aceptable la hipótesis israelí de la militarización sanitaria de la Resistencia palestina y por ello “justifica” su destrucción y aniquilamiento.

Pedimos la expulsión de Israel de la WONCA (Organización Mundial de Médicos de Familia/Generales)

La WONCA es la Organización Mundial de Médicos de Familia/Médicos Generales, con 500.000 miembros en 111 países.

Puesto que el principio médico básico es el “primum non nocere” (lo primero, no dañar), y puesto que Israel sigue exactamente el principio opuesto, “primum nocere” (lo primero, dañar), una coalición internacional de profesionales de la sanidad[viii] está promoviendo la expulsión de Israel de la WONCA mediante una carta abierta a todos los médicos de familia/generales y residentes en formación de la especialidad[ix] para pedirles que:

1.Condenen el asedio y la hambruna en Gaza, así como la destrucción de la atención médica y el asesinato de profesionales sanitarios y sus familias.

2.Exijan la provisión inmediata de ayuda humanitaria y suministros médicos.

3.Insten a los médicos de sus países a no recetar medicamentos fabricados por TEVA[x], la farmacéutica israelí, a menos que no haya alternativa.

4.Brinden material y otro tipo de apoyo a los médicos y estudiantes de medicina palestinos.

5.Apoyen la expulsión de la Asociación Israelí de Médicos de Familia (IAFP) de WONCA World por graves violaciones de la ética médica y por violar los objetivos y la misión fundamentales de WONCA.

6.Soliciten a las organizaciones nacionales de médicos de familia/generales que rompan vínculos con la IAFP hasta que ésta condene la hambruna en Gaza, la destrucción de la atención médica y el asesinato de profesionales sanitarios.

De la WONCA a la WHAPA (Organización Mundial de Profesionales de la Sanidad). Aislamiento de Israel

La estrategia, tras el movimiento para expulsar a Israel de la WONCA, es presionar para la expulsión de Israel de la Alianza Mundial de Profesiones de la Salud (WHPA): FDI, Federación Dental Mundial (FDI), Federación Farmacéutica Internacional (FIP), Consejo Internacional de Enfermeras (CIE), Fisioterapia Mundial y Asociación Médica Mundial (AMM).

Estas cinco organizaciones de la WHAPA representan a más de 41 millones de profesionales de la salud en todo el mundo y reúnen conocimientos y experiencia esenciales de las profesiones sanitarias clave en más de 130 países.

Parte de la estrategia es presionar también para la expulsión de Israel de cualquier asociación mundial de profesionales de la salud, como la Asociación Mundial de Psiquiatría (próximo congreso en octubre, en Praga[xi]).

Por otro lado, en lo nacional se trata de promover el ejemplo de la Asociación Médica Británica[xii] que ha roto todo tipo de relación con la Asociación Médica Israelí por su tibieza respecto a la brutalidad en Gaza, mediante mociones para:

1.Reafirmar su compromiso con la protección de la atención médica en todos los conflictos;

2.Escribir a la AMM (Asociación Médica Mundial), instando a la condena consecuente de los ataques a la atención médica, en general y en Gaza;

3.Suspender la colaboración con la AMI (Asociación Médica Israelí) hasta que esta afirme su neutralidad médica y condene los ataques a la atención médica en Gaza.

También se trata de alentar a las asociaciones nacionales de médicos y otros profesionales de la salud a romper relaciones con las asociaciones israelíes correspondientes.