La penosa situación de las cocinas en el nuevo Hospital 12 de Octubre

La penosa situación de las cocinas en el nuevo Hospital 12 de Octubre

Y como la lucha conjunta de trabajadorxs y usuarixs ha comenzado a revertirlo

Mar  (Pinche de cocina del Hospital 12 de Octubre)

A principio del mes de Noviembre nos mudamos al edificio nuevo, además de poner en marcha una cocina diferente, nos encontramos con muchas dificultades y necesidades que nadie había valorado.

Respecto a la obra, los sumideros de las ollas se hundían en el centro al pisarlos, los demás sumideros quedaban a ras de suelo sin verticalidad, ocasionando y trabajando con auténticas balsas de agua, cuyo resultado era sobre todo en la plonge (fregadero) permanecer constantemente mojados y achicando agua con cepillos de goma. Un estado poco saludable por las temperaturas de las estancias de la cocina, temperaturas de 3 grados en cámara de producto terminado y 12 grados en cinta emplatado entre otras, temperaturas de obligado cumplimiento al pasar a una cocina en línea fría. Los nórdicos blancos no eran suficientes para el frío de 3 a 5 grados, ya que la sensación térmica por los grandes ventiladores de estas es más acuciante.

Las paredes de la cocina de dietas y alergias se quemaban y era imposible utilizar fogones y sartenes basculantes pegadas a la pared, ya no era solo el riesgo que se planteaba, si no también no poder utilizar estos equipos haciendo falta para la producción.

Las estanterías de zona utillage limpio no estaban ancladas en las paredes con riesgo de caerse encima con el peso que estás soportaban.

Las taquillas son pequeñas, pero lo peor es que carecen de zona limpia y sucia, algo según normativa indispensable para manipuladores de alimentos teniendo que guardar calzado sucio y ropa de calle con uniformidad limpia para trabajar.

Después de 4 meses muchos de nuestros problemas se han solucionado mediante obras; -Soldadura de sumideros ollas, obra completa de fregadero (por fin sin charcos), Colocación de paredes de acero inoxidable ignífugos. Anclaje de estanterías. Ropa adecuada para frío, abatidores. Pequeñas taquillas para guardar botas de agua y cazadoras frío, dentro de cocina ya que las otras ni caben.

El tiempo parece corto, pero trabajar en estas condiciones era, y así lo sufrí en primera persona, agotador física y emocionalmente.

Escritos a través de mi sindicato MATS, no parecían llegar a ningún sitio. Nos llevaron a denunciarlo públicamente, ya que este sindicato a pesar de estar siempre pendiente de nuestras necesidades había sido injustamente apartado del comité de salud laboral a pesar de ser el segundo más votado en las últimas elecciones sindicales.

Pero la lucha no es problema para el MATS. La denuncia pública, el apoyo de vecinas y vecinos, que luchan por una sanidad pública y de calidad, y que dieron visibilidad a nuestros problemas, la denuncia llevada a la inspección de trabajo a través del MATS, han hecho que estos problemas se solucionen seguro más rápidamente. El colectivo de cocina está muy agradecido a todos y cada uno de los implicados en nuestra lucha por solucionar la pesadilla vivida y estoy convencida que los problemas de este hospital y de sus carencias se solucionarán si permanecemos unidos y luchamos por ello.

¡¡La lucha es el único camino!!.   

 

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