El Megáfono. Boletín editado por el Mats, hecho por y para lxs trabajadorxs

Como quedó claro durante la pandemia, nuestro trabajo es imprescindible para que la vida social no se pare en ninguna circunstancia. Mientras que gran parte de la población así nos lo reconoce; la Administración, la del estado y, sobre todo la autonómica, nos lo paga con el maltrato, el deterioro de las condiciones laborales y la falta de reconocimiento: en la Comunidad más rica, Ayuso nos hace trabajar más horas por menos dinero y con una alta precariedad. El Ministerio de Sanidad está elaborando un nuevo Estatuto Marco en el que no se aprecia una intención clara de implantar mejoras para el conjunto de las categorías.
Una de las manifestaciones más cotidianas de esa falta de reconocimiento, es que nadie tiene en cuenta nuestras opiniones, ni los gobiernos, ni las gerencias de los centros, ni los dirigentes de los sindicatos mayoritarios, que dicen ser “nuestros representantes”. En el día a día se toman decisiones sin contar con nuestro punto de vista y se firman acuerdos sin consultar: así, no es extraño que en dichos acuerdos el ninguneo se haga oficial y hasta parezca consentido.
Impedir que las cosas sigan así, exige que rompamos el silencio y el aislamiento, donde cada cual se lame sus heridas. Tenemos que empezar hablar unas con otros; tenemos que evitar que lo único que nos una sea el trabajo en malas condiciones y la obediencia ciega. Hemos de convertirnos en una comunidad de profesionales orgullosa y rebelde que exige trabajar en condiciones dignas y los medios para que el fruto de nuestro trabajo y esfuerzo llegue a la sociedad en forma de prestaciones cada día más eficientes y de mejor calidad.
Con este boletín queremos construir un medio que sirva para comunicarnos, en el que hablemos de problemas, de propuestas y de formas de lucha. Que sea un medio para romper la división que tratan de imponernos a través de las lógicas corporativistas, que buscan debilitarnos. Que nos ayude a organizarnos colectivamente desde abajo y sin distinción de categorías y sea cual sea nuestra situación, desde los fijos a los que trabajan en servicios privatizados.
Hablaremos también de las y los trabajadores de otros servicios públicos y de cualquier otro sector; de sus experiencias, de sus derrotas y victorias, que son las nuestras, pues quienes vivimos de un salario, en gran medida y aunque nos digan otra cosa, vamos en el mismo barco.
Hace años nos impusieron unos recortes que nos hicieron pagar una crisis que no habíamos generado para que no la sufrieran quienes la habían causado: grandes empresas, bancos y fondos de inversión. Después nos llegaron los aplausos de la población, pero las Administraciones hicieron como que no se enteraban (especialmente en Madrid que seguimos sin recuperar los 16 días que trabajamos más que el resto de Comunidades y la conciliación brilla por sus ausencia). Para colmo, ahora nos vienen con un incremento desaforado de los gastos militares.
«Hemos de convertirnos en una comunidad de profesionales orgullosa y rebelde que exige trabajar en condiciones dignas y los medios para que el fruto de nuestro trabajo y esfuerzo llegue a la sociedad en forma de prestaciones cada día más eficientes y de mejor calidad.»
Necesitamos cambiar esta situación y nadie lo va a hacer por nosotras.
Quienes están luchando por el derecho a la vivienda o por una educación pública de calidad, nos enseñan el camino. Las personas que trabajamos en la sanidad pública ya hemos demostrado saber estar a la altura de las circunstancias, cuando ha tocado trabajar -pandemia, filomena, apagón- y cuando ha tocado luchar, como cuando la Marea Blanca que salvamos de la privatización 6 hospitales y 27 centros de salud y se evitaron 5000 despidos.
Esperamos que este boletín nos ayude a conseguirlo, y para ello, consideramos que es imprescindible la participación de todas y todos, que haga que de verdad “El Megáfono” sea “un boletín hecho por trabajdorxs para hablar de lo que nos pasa a lxs trabajadorxs”