LA SANIDAD PUBLICA SE VENDE!

No es un titular sensacionalista, no es un clickbait para generar visitas, es simplemente la realidad que vivimos las personas que residimos en esta comunidad y en la totalidad del Estado español.
En las últimas semanas, podemos observar cómo se han convocado manifestaciones por parte de entidades sindicales a nivel estatal en apoyo a un sistema que no debería existir, MUFACE. Este sistema está en el punto de mira debido al rechazo de las entidades mutuas privadas al dinero ofertado por el Estado para la continuación de dicho servicio, un dinero público que debería ir destinado a servicios públicos de la misma índole, y más cuando desde el gobierno del Estado y los sindicatos de ámbito nacional dicen defender una sanidad pública y de calidad.
¿Creen realmente en la sanidad pública? ¿Se puede defender algo en lo que no crees? Si de verdad creyeran en el lema “la sanidad pública no se vende, se defiende” que tanto aclaman en público, no tendríamos estas dudas. Las preguntas que se generan con estas actuaciones son bastante importantes para entender los hechos que ocurren en nuestra comunidad. Sindicatos que amenazan con huelgas si no se llega a un acuerdo para aumentar la financiación de entidades privadas que hacen negocio con la salud, pero que son inmovilistas en cuanto a las condiciones de los trabajadores sanitarios que dicen defender en el SERMAS. Somos la única comunidad que no ha recuperado las 35h de jornada laboral, falta de personal sistemático en los centros de la comunidad, ratios altos que sobrecargan a los profesionales, somos de las comunidades que peores pagan a los trabajadores sanitarios creando una fuga de talento formado en nuestra comunidad que acaba influyendo en la calidad asistencial que ofrecemos a los pacientes, pero en Madrid, con una manifestación o dos al año nos vale, no sea que mordamos la mano que nos da de comer.
Estas condiciones, darán en unas semanas, las imágenes que hace años nos aterraban, pero que ahora se asume como algo normal: camas en los pasillos, pacientes esperando más de 6h para ser atendidos, falta de personal en urgencias, citas de más de 1 semana para ser atendidos en atención primaria, sobrecargas de trabajo, viene la campaña de invierno.
Todas estas problemáticas nos dan a los madrileños la oportunidad de ser testigos del cumplimiento de unas de las paradojas más conocidas en el mundo, la cual la parafrasearemos con el nombre de “Los sindicatos de Schrödinger”. Esta paradoja es un experimento mental, un ejercicio que tenemos que hacer al igual que el original, que intenta explicar la paradoja de como los sindicatos mayoritarios, los cuales dicen defender la sanidad pública, defienden a su vez el aumento de la financiación de mutuas y aseguradoras privadas. Mientras vemos como las condiciones de las trabajadoras madrileñas van a peor, observamos como los que tienen la fuerza necesaria para mejorarlas, nos abandonan a nuestra suerte para defender que entidades privadas obtengan más dinero del Estado.
Lo que cualquiera podría ver como una contradicción en los ideales que promulgan, a nada que pongamos la lupa sobre estas entidades, sabremos cuál de las dos opciones que nos da esta paradoja es lo que realmente defienden estas instituciones. Y no, no es que defiendan una sanidad pública o una privada, o ambas, o ninguna. No, lo que defienden son sus intereses y el mantener la idea de un sindicalismo que lejos de poner a los y las trabajadoras en el eje principal, lo único que busca es su perpetuación en el tiempo, por encima del bien de los trabajadores. Y ante esto, siempre nos tendrán enfrente.

Sergio Albarrán Pastrana

Enfermero del HGUGM y delegado sindical del M.A.T.S

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