La Consejería de Sanidad ha anunciado un Plan para la Atención Primaria, que consiste básicamente en no dedicar los fondos necesarios para el mantenimiento y la mejora de la Atención Primaria madrileña. Por ello se prevé el cierre de numerosos Centros de Salud, y mantener los Servicio de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) también cerrados.
Hemos pasado más de un año de pandemia con algunos Centros de Salud y Consultorios cerrados a los que ahora se van a sumar muchos más. Con la escasez de plantillas en todo este tiempo, los y las profesionales se han esforzado en dar lo mejor de si mismos. Much@s se contagiaron, y algun@s lo pagaron con la vida. A pesar del reconocimiento por parte de la ciudadanía, no han tenido ningún apoyo desde la Consejería.
La Consejería prefiere ocultar la realidad que sufren los Centros de Salud, pues con tan escaso número de trabajadores y trabajadoras no se puede dar una atención de calidad. Y prefiere que el foco del enfrentamiento se centre entre la ciudadanía y el personal de los Centros de Salud.
El Plan que ha ideado el gobierno de Ayuso supone el desmantelamiento definitivo de un modelo de sanitario basado en una Atención Primaria universal y de calidad. Un modelo que ha contribuido a alcanzar los mejores indicadores de salud en las últimas décadas. La Consejería de Sanidad apuesta por el cierre de muchos los Centros de Salud, en lugar de aumentar su presupuesto para poder contratar el personal necesario en los próximos años, y mejorar las infraestructuras. Lo justifica porque dice que no hay profesionales, pero esto no es cierto.
Sí hay profesionales, entre ellos los que acaban de terminar la especialidad de Medicina de Familia y Pediatría, el problema radica en las precarias condiciones de contratación que se les ofrece. De 224 médic@s de familia que acaban la especialidad sólo se quedarán 17, y de los 76 pediatras, sólo lo harán5.
Ningún profesional admitirá contratos precarios, con bajos salarios, con unas cargas de trabajo y turnos inasumibles, cuando en otra Comunidad se le ofertan mejores condiciones laborales. Por otra parte, esto pone de manifiesto las condiciones draconianas que soportan las y los trabajadores de la Atención Primaria madrileña, lo que hace imposible que se pueda ofrecer una atención sanitaria cercana y de calidad a toda la población.
La salida a esta situación pasa por un reconocimiento del personal sanitario con condiciones laborales y salariales justas. Porque si algo ha demostrado la pandemia es la necesidad de una SANIDAD PUBLICA CON RECURSOS SUFICIENTES, Y SIN
RECORTES. Y una Atención Primaria con las plantillas necesarias para poder atender a nuestros niños y niñas, a nuestros mayores en la cercanía de los Centros de Salud de sus barrios, sin que tengan que acudir a las urgencias de los hospitales porque cierran o recortan los horarios de sus Centros.
Por todo ello exigimos:
- Apertura de todos los Centros de Salud, Consultorios y SUAP, sin recorte de horarios.
- Contrataciones NO PRECARIAS de al menos estos profesionales: 600 médic@s de familia y 150 pediatras. 2.000 enfermer@s y 600 auxiliar@s administrativ@s, para continuar con el resto de categorías.
- Una inversión en Atención Primaria que suponga el 25% de todo el presupuesto sanitario.
Todavía estamos a tiempo de frenar la nueva agresión que sufre la Atención Primaria y con ello nuestra salud, pero para ello es necesario que nos movilicemos unid@s ciudadanía y profesionales como ya se ha hecho en algunos barrios y Centros de Salud.
Tenemos que conseguir que las movilizaciones que ya han comenzado vayan extendiéndose hasta formar una marea en defensa de la Sanidad Pública y de una Atención Primaria universal y de calidad.