Fresenius, dueña de Quirónsalud, dice que el resultado de las elecciones autonómicas en Madrid es «mucho más relevante» para sus intereses que el de las generales, que ha seguido «con gran interés»
Cree que en Madrid, «la situación política se mantendrá prácticamente sin cambios» si se extrapolan los resultados de las generales, que dan mayoría insuficiente a la izquierda, por lo que no espera «un efecto significativo» para su negocio
El gigante sanitario alemán Fresenius, líder del negocio de la sanidad privada en España a través de Quirónsalud, confía en que las próximas elecciones autonómicas en Madrid no tengan «un efecto significativo» sobre su actividad porque prevé que las cosas sigan como en los últimos 24 años: con la derecha en el poder.
Al consejero delegado de Fresenius, Stephan Sturm, le preguntaron la semana pasada, en una conferencia con analistas para explicar los resultados del primer trimestre de 2019, por el posible impacto de la actual «situación política» en España.
Sturm indicó que el grupo ha seguido con «gran atención» el resultado de las últimas elecciones generales, pero reconoció que «es mucho más relevante para nosotros el resultado de las elecciones regionales en Madrid», donde Fresenius gestiona cuatro hospitales del sistema sanitario público. El directivo señaló que «si los votantes en la región de Madrid votaran como lo hicieron en las generales, el resultado sería prácticamente el mismo» por lo que «la situación política se mantendrá prácticamente sin cambios» en la comunidad.
La traslación de lo que votaron los madrileños en las generales a las autonómicas daría una victoria al PSOE, pero insuficiente: con el anunciado veto de Ciudadanos, la unión de los socialistas y las dos escisiones de Podemos no alcanzarían para la mayoría absoluta. «Trabajamos en el supuesto de que el resultado de las generales y regionales no tiene un efecto significativo en nuestro negocio», dijo el ejecutivo.
La compañía prevé aumentar este año sus ventas entre un 3% y un 6% y mantener su beneficio y registró en el primer trimestre de 2019 un crecimiento del 9% en las ventas de su división de sanidad privada en España, Helios Spain, hasta 826 millones de euros. El beneficio bruto de esta división fue de 119 millones, un 16% más, con un margen del 14,4%, muy superior al de Alemania (10%).
Pese a que la comparación con 2018 no es exacta por el efecto de la Semana Santa (que este año ha caído en abril), el negocio en España mantuvo una «excelente ejecución operativa», indicó Sturm. El año pasado, la filial española superó los 3.000 millones de facturación, con un crecimiento del 17%.
El negocio de los conciertos
Con una red de 47 hospitales en España, 57 centros de especialidades y cerca de 300 centros de prevención de riesgos laborales, Fresenius irrumpió en España tras adquirir a finales de 2016 al fondo de capital riesgo CVC Quirónsalud, la antigua Capio, por 5.760 millones. Poco después de cerrar esa operación, su primer ejecutivo se felicitó por el filón encontrado en los conciertos con la sanidad pública madrileña: «Probablemente les sorprenda, pero los ingresos del lado público son más rentables que los del lado privado», indicó a los analistas.
La joya de Fresenius en Madrid es la Fundación Jiménez Díaz, cuya gestión se adjudicó Quirón en 2003. Además, gestiona tres hospitales en la Comunidad de Madrid que se adjudicó a mediados de la pasada década: el Hospital Infanta Elena, en Valdemoro; el Hospital Universitario Rey Juan Carlos (Móstoles) y el de Villalba.
En septiembre de 2018, eldiario.es reveló en exclusiva los sobrecostes en los que incurre la Comunidad de Madrid por el convenio con la Jiménez Díaz, recogidos en un anteproyecto de informe de la Cámara de Cuentas sobre la fiscalización del gasto sanitario en la región entre 2011 y 2015 que mostraba las enormes diferencias de coste de las intervenciones y tratamientos en este hospital de la red pública gestionado por Quirónsalud respecto a otros 100% públicos del mismo tamaño.
El documento reflejaba que hay cirugías, especialmente las ambulatorias que no requieren ingreso hospitalario (rodilla, pie, varices, ojos…), que cuestan hasta seis veces más y advertía de «desviaciones de hasta el 743%» en beneficio de Quirónsalud. Esas advertencias fueron retiradas de la versión final que aprobó en marzo pasado la Cámara de Cuentas, que tiene una mayoría de consejeros del PP.