Los trabajadores de las clínicas privadas de Madrid caminan hacia una huelga indefinida

La advertencia estaba lanzada. Los tambores de huelga indefinida en las clínicas privadas en Madrid resonaban en el horizonte. La falta de acuerdo en la mesa de negociación entre sindicatos y las empresas era la mecha que podría dinamitar esta posibilidad. Y la música ya ha empezado a sonar ante la «intransigencia y la falta de voluntad» de la patronal. En una circular difundida entre los trabajadores, a la que ha tenido acceso EL BOLETÍN, los sindicatos han iniciado los pasos para convocar a los profesionales del sector a una huelga indefinida.

«La mayoría de la gente quiere huelga indefinida», avanzaba Esperanza López, delegada sindical de UGT en el Hospital Moncloa y presente en las conversaciones entre las partes después de la última reunión con la patronal. Y el nulo avance de las negociaciones han derramado un vaso que estaba rebosando. «Hemos perdido el tiempo», resume Miguel Ángel Sierra, responsable de Clínicas Privadas de UGT, como muestra para relatar los dos últimos años de contacto con las empresas.

Estimamos que para noviembre podremos lanzar la convocatoria de huelga indefinida

La opción de acudir a una huelga indefinida estaba sobre la mesa y la preocupación de las multinacionales sanitarias puede empezar a aparecer. “La patronal teme la mala imagen. Viven de ella. Habrá que empezar a decirle a los usuarios que no todo es idílico en la sanidad privada. A eso las empresas le tienen mucho miedo», apuesta Sierra, en declaraciones a este medio.

Dos años de negociación entre patronal y sindicatos que ha traído movilizaciones, protestas y este último paso que se empieza a preparar. A pesar de que aún no se conoce una fecha exacta del inicio de esta huelga indefinida a la que se ha animado a los profesionales, el responsable de Clínicas Privadas de UGT-Madrid marca los pasos: «Ahora hay que informar a los trabajadores. Queremos hacer todo bien. Estimamos que para noviembre se podrá hacer la convocatoria».

El escenario no aventuraba un giro de timón en las relaciones. La última oferta realizada por la patronal no ha cambiado el ritmo que lleva a esta huelga indefinida. «Ante la situación generada por la intransigencia y la falta de voluntad de la patronal en la negociación del convenio colectivo, consideramos necesaria la adopción de medidas que provoquen un cambio de actitud», han sentenciado desde CCOO, UGT y FSES-SATSE. De hecho, la propuesta de las empresas ha acelerado la toma de decisiones.

«Es impresentable lo que han hechpo. Se nos ha acabado la paciencia», denuncia Sierra. «Nos dicen que los trabajadores somos unos privilegiados por trabajar 1.680 horas anuales; nos cuentan la película de que no pueden subirnos el sueldo porque si no tienen que cerrar clínicas y mientras se hinchan a hacer listas de espera y a aumentar la tecnología», reprochó Esperanza López tras la última mesa de negociación. Y los movimientos de la patronal no han frenado este malestar entre los sindicatos.

Según se incluye en la circular a los trabajadores de las clínicas privadas de Madrid, las empresas han rechazado hablar de cualquier tipo de subida salarial de 2016. Lo pasado, pasado queda. De esta manera, la mejora de la que habla la patronal pasaría por un aumento del 6,5% en el periodo 2017-2020 repartido entre cuatro años. «El aumento salarial es ridículo. Hemos estado cinco años con una congelación salarial mientras las empresas reciben unas ganancias económicas espectaculares», recuerda el dirigente de UGT a EL BOLETÍN.

Hemos estado cinco años con una congelación salarial mientras las empresas reciben unas ganancias económicas espectaculares

Al mismo tiempo, según los sindicatos, la propuesta de las compañías abre la puerta a la absorción y compensación de las mejoras pactadas, así como que se incluiría un complemento para los días festivos del 1 de enero y 25 de diciembre, aunque sin determinar la cuantía. «De salud laboral ni han hablado. Es vergonzoso. No les importa nada», apostilla Sierra.

Mientras tanto, la situación laboral de los profesionales no ha ido a mejor con el paso del tiempo. Según han lamentado desde el sector, el sueldo de una enfermera –que son de las que más cobran- apenas supera los 1.100 euros por esas 1.680 horas anuales. Un bolsillo que afecta en mayor medida a otras categorías como es el caso de las auxiliares de Enfermería que no cuentan con una nómina de cuatro cifra: cobran cerca de 800 euros, según fuentes de las negociaciones.

Fuente: El Boletín

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