Carta recibida en nuestra redacción sobre el proceso de interinajes en atención primaria, de una persona que trabaja en el SERMAS y que prefiere no dar su nombre
Según el acuerdo su objeto es establecer criterios para el nombramiento de personal estatutario interino en la Gerencia de Atención Primaria, a mi juicio, mantener y consolidar el ya endémico empleo precario de la sanidad pública madrileña.
Sin ser el motivo de esta nota entrar en el fondo de lo acordado en el escrito de referencia, decir que, a mi parecer, con él se están vulnerando la normativa básica de acceso al empleo público y los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad, pues las plazas a cubrir son estructurales, es decir, están incluidas permanentemente en las plantillas de los centros de trabajo, por lo que deberían ser cubiertas por empleados fijos y no interinos, además se están perjudicando los derechos laborales de los empleados fijos, que tendrían que tener prioridad de acceso a dichas plazas.
Este proceder viene de antiguo, de siempre, desde que está instaurada esta supuesta democracia, y nadie, parece, tiene la intención de solucionar, algún rédito les reportará. A mi juicio sería necesaria, entre otras cosas, una relación de puestos de trabajo, con la fecha de su última ocupación, por qué procedimiento y los méritos y condición laboral de la persona que lo ostenta. Por supuesto dicha relación tiene que estar disponible para la libre consulta de todos los trabajadores con posibilidad de acceso a cada puesto.
Pero como ya he dicho, no es eso el motivo principal de este escrito, sino la relación de categorías profesionales, o eso dice pretender ser, que aparece en el punto número siete del apartado cinco “Procedimiento a seguir” del documento aludido. No se han debido de enterar los firmantes del acuerdo, representantes de la administración y sindicatos, que la Ley 3/2007 de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, obliga, tanto en el ámbito público como privado, a utilizar un lenguaje no sexista y a modificar en ese sentido el lenguaje machista y patriarcal que hemos heredado, para, de esa forma, intentar erradicar la lacra de la desigualdad de género.
Con más razón, si cabe, en estos casos en los que el lenguaje utilizado constituye un estereotipo falso, es decir, una falsa imagen de la realidad, pues en estos momentos y ya hace bastantes años, la cantidad de mujeres en las profesiones sanitarias supera con creces la de hombres.
Pero además la falsedad aquí es perversa pues se habla de “Médicos” y “Enfermeras” como si el género mayoritario en ambos colectivos fuera diferente, nada más lejos de la realidad, y las licenciaturas fueran cosa de hombres, homogeneidad que, la lucha de las mujeres por la igualdad y el saber, ha erradicado y revertido, creo, en todos los ámbitos universitarios. Pero parece que nuestro pasado patriarcal no les permite a algunos, y por desgracia a algunas, aceptar una realidad ya constatable e incontestable.
No soy de letras, seguramente se deduce de la lectura del texto, y he de admitir que tampoco de ciencias, y muchas veces me ha costado o no he sabido evitar las reminiscencias machistas de nuestro lenguaje, pero en este caso parece que incluso se busca la discriminación. A mi juicio, parece más sencillo al hablar de categorías referirse a: medicina, enfermería, psicología, trabajo social… etc, que darle un toque de género a estas palabras, que además encubre y da una imagen errónea de la realidad.
Es una pena que no sepamos los nombres de quienes firman el acuerdo, personas que por su posición tenían que estar a la vanguardia de la realidad que vivimos, de la legislación en vigor y de la defensa de los derechos laborales. La falta de transparencia en la gestión de las administraciones públicas es otro de los aspectos que impiden el desarrollo de una democracia plena o real.
Afortunadamente, creo que estamos en el buen camino, que habrá que seguir denunciando hasta cambiar estos pequeños, y otros no tan pequeños, asideros del pasado que no permiten que se cierre la todavía gran brecha de género, inductora seguramente de la terrible situación de violencia de género que padece esta sociedad y sufren las mujeres.
Entiendo también que habrá que poner más empeño en acabar con la vulneración reiterada y constante de la ley en las Administraciones Públicas, cuya misión principal es hacer cumplir esas mismas leyes que ignora en su seno y en las que participan en su elaboración y aprobación los gobiernos responsables de dichas administraciones.
Por último una obviedad, necesitamos que se incorporé algún representante de los trabajadores a la mesa sectorial de sanidad de la Comunidad de Madrid, alguien con un compromiso real de defender nuestros derechos laborales y respetar la legalidad o cambiarla cuando sea injusta o contraria al interés común.
Un trabajador de sanidad
Información de interés:
Recurso de Alzada contra el Acuerdo de 26 de abril de 2016 de la Mesa Sectorial de Sanidad sobre criterios para nombramiento de personal interino en el ámbito de la Gerencia de Atención Primaria interpuesto por el MATS
Que razón tenéis,a mi se me llevan mucho tipo vulnerando mi s derechos,no se ha respetado los derechos de los fijos,ni de los eventuales,ni se tienen en cuenta el tiempo,trabajado,si no estabas trabajando en esa fecha.gente con muy poco tiempo por llevar dos años entra y los demas nos quedamos en la calle no ha sido nada transparente
Totalmente de acuerdo con el escrito, la vulneración de la ley en sanidad es lo normal.
Celebro el recurso de alzada, pero creo que es totalmente insuficiente, tendría que haber pedido como mínimo la suspensión del procedimiento por causar daños de imposible o díficil reparación, como no ha sido así se resolverá el procedimiento y el rescurso será, lo es ya, agua de borrajas