- «Lo que se ha hecho con nuestras profesionales en algunos países como Alemania no tiene nombre, es el paradigma de la desvergüenza», asevera el presidente del Consejo General de Enfermería
- España es uno de los países de la Unión Europea con una ratio más baja de enfermeras por habitante
Manifestación de la Marea Blanca por las calles de Madrid. ASC
«Lo que se ha hecho con nuestras profesionales en algunos países como Alemania no tiene nombre, es el paradigma de la desvergüenza«, ha aseverado el presidente de esta entidad, Máximo González Jurado, durante la presentación de una alianza con el Grupo Eulen para acabar con esta situación de «precariedad laboral» y garantizar la calidad y legalidad del trabajo ofrecido en el extranjero.
La migración de enfermeras a otros países comenzó en la década de 1990 y poco a poco se había ido estabilizando, con entre 500 y 600 profesionales al año probando fortuna en el extranjero. Pero en 2011, coincidiendo con los años más duros de la crisis económica en España, el número de profesionales emigrantes subió hasta los 914 y, desde entonces, no ha bajado de las mil salidas al año (1.134 en 2012, 1.008 en 2013, y 1.108 en 2014).
Aunque en la mayoría de casos lo ven como una «experiencia personal» y están «muy satisfechos», la realidad está siendo muy diferente en algunos países como Alemania, donde el Consejo General de Enfermería denunció hace un año las «condiciones infames» que se ofrecían a los profesionales españoles. «Hemos tenido casos escandalosos, mintiéndoles y saqueándoles su dinero, hacinados trabajando en pabellones, contratando enfermeras como auxiliares por no saber el idioma», ha aseverado el presidente del Consejo, que pidió la mediación del embajador de Alemania en España para resolver esta situación ya que se estaba incumpliendo la normativa comunitaria en materia laboral.
Un año más tarde, González Jurado ha reconocido que la situación ha mejorado. «Hemos generado conciencia e información, no sé si se siguen haciendo barbaridades pero al menos hemos conseguido que pregunten antes», ha defendido.
Por delante de Alemania, el principal país de acogida de las enfermeras españolas es Reino Unido, que desde 2012 recibe cerca de 400 profesionales al año y fue el primer país que organizó las «acciones de llamada o reclutamiento» a través de la propia embajada británica. Sin embargo, en este país la situación también han cambiado y las enfermeras trabajan con «desmotivación» ante las diferencias en la preparación que hace que, por ejemplo, allí no puedan coger una vía intravenosa cuando en España lo están haciendo desde la propia universidad.
Otros países también receptores como Francia o Italia, que reciben más de 100 enfermeras españolas cada año (173 y 124 respectivamente en 2014) sí que dan más facilidades, como clases gratuitas del idioma o viviendas en centros hospitalarios a un precio simbólico (en el caso de Italia).
No obstante, el objetivo del acuerdo con Eulen incluye asistencia y asesoría para el empleo en el extranjero, de modo que juristas expertos en derecho laboral europeo analicen todas y cada una de las ofertas de trabajo para garantizar a los candidatos que en todo momento se va a cumplir con la legislación vigente. Sobre todo porque, según han asegurado, actualmente se necesitan unas 869.000 enfermeras en todo el mundo. Asimismo, también incluye asistencia y asesoría para proyectos empresariales de autoempleo que permitan a los enfermeros permanecer en España y disponer de una forma de ganarse la vida sin renunciar a su profesión.
Tasas históricas de paro en España
Esta situación de emigración es fruto del aumento del paro de la profesión enfermera de los últimos años, que ha pasado de apenas 3.500 profesionales en paro en 2009 y una tasa del 1,61 por ciento a los más de 19.600 registrados en febrero de 2013, cuando se registró el máximo histórico de esta profesión, con una tasa del 7,97 por ciento.
Actualmente la cifra ha vuelto a bajar y, según los últimos datos del Consejo, en diciembre de 2014 había un total de 7.697 profesionales en paro (y una tasa de 3,05%) y 20.731 registrados como demandantes de empleo.
No obstante, González Jurado ha criticado estos datos ya que siguen siendo bajos, como demuestra que España sigue siendo de los países de la Unión Europea con una ratio más baja de enfermeras por habitante. En 2014, había entre 220.000 y 240.000 profesionales en España menores de 65 años, lo que supone una tasa de 506 enfermeras por cada 100.000 habitantes, cuando la media europea es de 797 por cada 100.000 habitantes y en muchos países ronda los mil profesionales, como Finlandia (2.365), Países Bajos (1.339), Alemania (1.115) o Reino Unido (988).
De hecho, según ha reconocido González Jurado, «en estos momentosse necesitarían 135.909 enfermeros más, que suponen el 55 por ciento de los actuales, para alcanzar la media europea».
Además, existe una amplia variedad por comunidades ya que actualmente solo Navarra está por encima de la media europea, con 831 profesionales por cada 100.000 habitantes. Le siguen País Vasco (713), Castilla y León (635) y La Rioja (625), mientras que en el lado opuesto se sitúan Canarias (208), Andalucía (339) o Murcia (378), según datos de 2014.