- Un informe del Consejo de Enfermería detalla que nunca se habían puesto ni quitado el traje protector y que fueron llamados de urgencia para el servicio
- Las enfermeras «no recibieron formación previa ni constan pasos a seguir» para el manejo de un fallecido por la enfermedad
- Fue la empresa funeraria la encargada de adiestrar a los sanitarios en ese momento de alto peligro de contagio
Dos de los sanitarios que prepararon el cadáver de uno de los misioneros fallecidos por ébola en el hospital Carlos III no habían estado nunca en esa unidad ni habían recibido formación previa. «Fueron llamados precipitadamente para ayudar en el traslado», refleja un informe del Consejo de Enfermería que detalla los testimonios y deficiencias en el tratamiento de los enfermos por el virus del ébola en España. «No habían tenido la oportunidad de ponerse y quitarse el traje previamente», explica el documento.
Además, las enfermeras que atendieron casos «no recibieron formación previa para el manejo del cadáver ni constan pasos a seguir llegado el caso en el protocolo vigente. No sabían cómo proceder en el tratamiento del cadaver y el material».
El consejo ha recopilado toda una serie de episodios que muestran improvisación, falta de protección de los sanitarios y prácticas que facilitaban el contagio de los sanitarios. El informe es un compendio de las quejas, irregularidades y precipitación con la que se preparó la atención de los pacientes repatriados desde África y una vez declarado el contagio en España. El texto cuenta también que fue la empresa funeraria la que se encargó de dar pautas de actuación con el cuerpo sin vida del enfermo al personal sanitario del hospital.
Además, para atestiguar cómo se iba dotando al equipo que atendía a los pacientes infectados de ébola, este documento cuenta que, por ejemplo, un enfermero se incorporó a esa plantilla «el primer día a la vuelta de sus vacaciones, en el turno de noche sin ningún tipo de formación». También han relatado los profesionales que de «seis enfermeras designadas para prestar asistencia, sólo cuatro recibieron una formación de 30 minutos y tan sólo dos practican la puesta y retirada del traje antes de entrar en la habitación».
Toda esta batería de casos, explican, hacen concluir que «los profesionales sanitarios no han recibido una formación, capacitación, entrenamiento e información acordes con la circunstancias y el trabajo que tenían que desarrollar». El consejo ha asegurado que «estaban seguros de que se culparía a Teresa» en relación a las acusaciones que recibió por parte de la Consejería de Sanidad de Madrid y algunos medios de comunicación como ABC y Telemadrid.