¿Sabías que el Estatuto Marco es la ley que regula nuestras condiciones laborales y que se está negociando uno nuevo sin contar con las/os trbajadoras/es?

“El Estatuto Marco del personal estatutario de los servicios de salud” (Ley 55/2003, del 16 de diciembre) es la ley básica que regula las condiciones de trabajo de quienes trabajamos en la sanidad pública, es decir, en los distintos servicios de salud de las comunidades autónomas que conforman el Sistema Nacional de Salud (SNS). Al ser básica, actúa en varios sentidos.
- Regulando directamente aquellos aspectos que vienen especificados en la ley. Ejemplos: los sistemas de adquisición y perdida de la condición de personal estatutario; la clasificación del personal o el régimen disciplinario.
- Sentando criterios que serán decisivos a la hora de su desarrollo por los gobiernos de las comunidades autonomías: Ejemplos: respecto a la jornada distingue entre completa y parcial y entre ordinaria, complementaria y especial; determinando qué administraciones deciden sobre nuestros salarios (el gobierno central fija sueldo base, trienios y pagas extra; el resto de conceptos salariales -carrera, productividad variable, etc- los fijan los gobiernos autonómicos; y deja claro que ciertos asuntos no son negociables por afectar a “las potestades de organización” de las administraciones públicas.
- Dando en la mayoría de los aspectos la potestad absoluta a los gobiernos de las comunidades autónomas. Ejemplos: respecto a la regulación de jornada; la dimensión de las plantillas, la convocatoria de procesos selectivos; traslado voluntarios y forzosos; creación y supresión de categorías.
- También esta ley regula en qué aspectos afectan al personal laboral y al personal funcionario que trabaja en los servicios de salud.
EN DEFINITIVA, ESTA ES LA LEY QUE CONDICIONA Y DETERMINA EL CONJUNTO DE NUESTRAS CONDICIONES LABORALES.
El EM es la ley que ha sentado las bases para que en el Sistema Nacional de Salud (SNS) exista una precariedad laboral que llega al 45,5%, mientras en la sanidad privada esté en 12,6%; que en la Comunidad de Madrid trabajemos 16 días más que en la mayoría de Comunidades y ganemos menos; que haya plantillas insuficientes y excesivas cargas de trabajo; que los derechos de conciliación se queden en papel mojado…
El EM ha sido la llave maestra usada en el terreno laboral durante 22 años por las distintas administraciones para privatizar centros y servicios y aplicar recortes, al permitirles configurar unas plantillas precarizadas y flexibles e imprimiendo al SNS y los servicios de salud un deterioro generalizado y una diferenciación entre los servicios de salud de las comunidades autónomas. Mientras que el SNS, según señala la Ley General de Sanidad, ha de ser “el conjunto de los diferentes servicios de salud con un funcionamiento armónico y coordinado”, hoy existan casi 18 modelos de salud con importantes diferencias en las condiciones de trabajo y, por tanto, en la calidad asistencial. Diferencias que quedan reflejadas en los siguientes datos: mientras en 2025 Asturias dedica 2.436 euros por habitante (la que más), Cataluña 1442 euros (la que menos) y Madrid, siendo la más rica, es la penúltima (1468 euros). Por lo que respecta al porcentaje del gasto sanitario dedicado a personal, mientras el País Vasco destina el 52,8%; Madrid el 42,3%.
El pasado enero el Ministerio de Sanidad presento el borrador de un nuevo estatuto marco y desde entonces los sindicatos SATSE, CCOO, UGT y CSIF vienen negociando con el Ministerio sin dar información alguna y menos sin consultar. Estos sindicatos tendrán una nueva reunión el día 16 de septiembre y organizan una concentración en el Gregorio Marañón.
Viendo la importancia que para nuestro día a día tiene el EM, animamos al conjunto de trabajadoras y trabajadores del SERMAS a participar en la elaboración de este nuevo EM.
Para ello, tal vez un primer paso podría ser exigir a los sindicatos que están negociando que convoquen asambleas y reuniones para que todas y todos podamos participar. Asimismo creemos que habría que exigirles que no negocien nada sin consultar. Si estos sindicatos no organizan cauces de participación animamos a autoorganizarnos para no dejar que algo tan importante para nuestras vidas se haga al margen de nosotras y nosotros.