La manifestación de Madrid no cayó del cielo CARTA ABIERTA A ISABEL DIAZ AYUSO

 

 

Señora Presidenta:

Usted ha acusado a la izquierda y a la extrema izquierda de estar detrás de la manifestación del día 13 de noviembre en Madrid. Se equivoca. Miguel Angel Rodríguez y Fernández Lasquetty le han aconsejado mal. Hace justamente diez años, en el inicio de la Marea Blanca, Ignacio González y el mismo Lasquetty (en ese momento consejero de sanidad) nos acusaron exactamente de lo mismo. Podría decirla ¡No entienden nada! Absolutamente nada. Pero no es así. Su acusación quiere desviarnos del foco. El mensaje que quieren mandar a la sociedad es que esto va de revanchas entre políticas y políticos. A usted le ayudan no pocos medios de comunicación. Unos haciéndose eco de sus mentiras y otros inconscientemente entregados en cuerpo y alma al sensacionalismo. Pero la realidad es otra. Usted sabe una parte. La otra, desconocida para la inmensa mayoría de la gente, es la que queremos contar.

La multitudinaria manifestación en defensa de la sanidad pública madrileña no cayó del cielo. Era la confluencia de dos procesos: el desmantelamiento del SERMAS (Servicio Madrileño de Salud), estratégicamente provocado por ustedes (PP); y el incremento de la resistencia de miles y miles de usuarias y usuarios que han visto que tras la sexta ola de la pandemia, sus centros de salud, SUAP, SAR, están reducidos a la mínima expresión o incluso cerrados. A este movimiento de la ciudadanía se han sumado las profesionales (médicas, enfermeras, administrativas, celadores) que no aguantan más. Médicas como Mar Noguerol a la que ustedes han sancionado con diez meses de empleo y sueldo por mejorar la calidad asistencial en su centro de Fuenlabrada.

Si usted quiere buscar culpables no mire para otro lado, están dentro del PP. Pero si quiere saber cómo hemos llegado hasta el día 13 de noviembre, se lo vamos a contar muy brevemente. En el 2020 en medio de la pandemia, vecinas y vecinos de Abrantes empezaron a manifestarse en su centro de salud por un motivo tan práctico como que de dieciocho médicos solo les quedaban dos ¡Y así siguen todos los jueves después de más de dos años! A ellos se fueron sumando otros barrios como Latina, Villaverde, Arganzuela, Ciudad Lineal, Vallecas, etc; y pueblos como Fuenlabrada, Getafe, el corredor de Henares, Móstoles… Todas las semanas ahí estaban en la calle defendiendo su centro de salud y su servicio de urgencia extrahospitalaria; ancianos, niños, enfermos crónicos con su bala de oxígeno, discapacitados físicos en silla de ruedas, gente obrera a la que usted solo apela para decirla que son comunistas, bolivarianos o tontos manipulados por la extrema izquierda.

Señora Presidenta. Ustedes son la élite. Las clases sociales existen, no son un invento de Carlos Marx. Para ustedes, las clases trabajadoras son ignorantes a los que se les puede engatusar abriendo los bares. Pan y circo. Pero ustedes no han caído en el hecho de que nos estamos jugando la salud y la vida. La nuestra pero, sobre todo, la de nuestras familias. Esos sectores sociales -a los que ustedes subestiman- dieron un paso adelante y comenzaron a autoorganizarse y coordinarse. En unos casos con Asambleas, en otros formando plataformas; juntándose para hablar y convocar las marchas por la sanidad con el emblema de “Madrid se levanta por la sanidad pública”.  Cuando empezaron -antes del verano- eran un puñado de activistas: Luis, Ricardo, Jorge, Jose Luis, Alvar, Marcela, Ana, Emilio, Damian, Carmen, Julio, Pedro, Diana, Rosa, Juanjo, y muchas otras más. Ellas y ellos han sido la sala de máquinas del “Madrid se levanta por la sanidad pública”; los brazos y los nervios; repartiendo octavillas, pegando carteles, moviendo la convocatoria en las redes, haciendo una rueda de prensa, buscándose la vida para asumir los gastos.

Ellas y ellos son activistas ¡Nada más y nada menos! Algo importante para los tiempos que corren. No cobran por lo que hacen ni están al servicio de ninguna mano negra. Unas son sanitarias y otras no. Trabajadoras y trabajadores de diversos sectores. Me consta que tienen como lema “pico y pala”; es decir, que salen a buscar a sus vecinos a la calle, al super, en las colas del centro de salud.  No se limitan a convocar solo en redes sociales. También me consta que huyen del sectarismo político, que tienen muy claro que, esto de la sanidad, no va de hooligans, sino de transversalidad. Por eso la única condición que pusieron para las marchas fue: nada de banderas, nada de protagonismos políticos ni sindicales. El único sujeto social es la ciudadanía y, por ese motivo, el cartel y la convocatoria se realizaba como “vecinos y vecinas, barrios y pueblos de Madrid”.

Ya ve usted, señora Ayuso, la cosa es más simple de lo que parece. Aunque a usted le interesaría que no fuera así. A usted le gustaría tener otros interlocutores más dóciles o personas públicas a las que pueda interpelar o calumniar (según como le venga en gana). Puede seguir mareando la perdiz y haciendo extravagantes declaraciones para regalar los oídos a la ultraderecha. Pero también puede aprender de lo que le pasó a su consejero de Hacienda cuando era consejero de Sanidad en los tiempos de la Marea Blanca. Entienda que nosotras y nosotros no vamos a parar porque nos va la salud y la vida.

Los trabajadores y trabajadoras de Atención Primaria están hartas, extenuadas e indignadas por su arrogancia. Pero mucho más lo están las vecinas y los vecinos de Madrid que no pueden pagar un seguro en Sanitas, Adeslas o en la Ruber. Usted ha hecho posible lo que parecía imposible ¡Unirnos a todas y a todos en la defensa de nuestra sanidad!  Tenga por seguro que si no da marcha atrás:

¡Volveremos! 

Jesús Jaén miembro del MATS

(Movimiento Asambleario de Trabajadores/as de la Sanidad)

 

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