La Consejería de Sanidad reconoce que casi el 22% de los positivos en Madrid se detectaron entre sanitarios
Las enfermeras se llevaron la peor parte con 3.382 contagios
El hospital que más profesionales infectados tuvo fue el 12 de Octubre. Sorprende que la Consejería de Sanidad no tiene identificada la categoría profesional de otros 4.217 sanitarios contagiados
Cadena SER
Javier Bañuelos
“Si no hubiera sido por mi gestión en Madrid habría habido el triple de contagios entre los sanitarios”. Con esa frase, en el mes de junio, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso defendió en la Asamblea de Madrid la protección de la que han gozado los sanitarios madrileños durante la pandemia. Pero las 18.641.504 mascarillas FFP2 y FFP3 adquiridas por los hospitales madrileñas durante los peores meses de la crisis del coronavirus no han sido suficientes para garantizar su protección porque el volumen de contagios en Madrid ha sido el más alto de toda España.
Más del 30% de todos los positivos detectados entre sanitarios de todo el país se localiza en la Comunidad de Madrid. La Consejería de Sanidad reconoce que desde el inicio de la pandemia – y hasta el 28 de junio-, en Madrid, se han contagiado 16.043 sanitarios (el 21’8% del total de todos los registrados en Madrid hasta esa fecha).
Esos datos figuran en una respuesta parlamentaria remitida a Más Madrid donde se puede comprobar que tres hospitales se llevan la palma. Entre el 12 de Octubre con 1.181 contagios, el Gregorio Marañón con 1.101 y el Clínico con 1.030, aglutinan el 20% de todos los casos positivos de COVID-19, seguido por el Ramón y Cajal con 578 casos (3’6%).
CONTAGIOS DE SANITARIOS DESGLOSADO POR HOSPITALES |
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“La cantidad de profesionales que se han contagiado en los hospitales es solo la punta del iceberg de los años de la política de maltrato y de desidia con los sanitarios de nuestra región”, denuncia la diputada de Más Madrid, Mónica García, que no entiende el “desprecio de este gobierno a la sanidad pública y a su mejor tesoro, que son sus profesionales”. Para la portavoz en sanidad de este grupo parlamentario la “heterogeneidad de los contagios por hospitales” demuestra que “ha habido una falta absoluta de control por parte de la Consejería de Sanidad que ha derivado en una desprotección del tipo salvese quien pueda“.
Sorprende que, en los datos facilitados por la Consejería de Sanidad, hay 2.302 de sanitarios con “origen desconocido”, es decir, no especifican en qué centros sanitarios se contagiaron, que se suman a los otros 4.217 infectados cuya categoría profesional también figura como “desconocida”. La Consejería de Sanidad sí detalla el número de contagios por especialidades. La peor parte se la llevaron las enfermeras, en cuatro meses, se contagiaron 3.382 (el 21% del total), seguidos de los médicos con 3.023 positivos (18’8%) y de los técnicos asistencial con 2.583 casos de COVID-19.
En la tabla que recoge los datos de sanitarios contagiados también figuran otros 1.066 positivos entre el personal de Atención Primaria, 341 casos entre los sanitarios que trabajan en residencias y centros de día y otros 64 contagios entre la plantilla del SUMMA.
“Asumimos demasiados riesgos”
“Nos faltó material, era todo muy escaso, no hemos tenido suficientes batas impermeables, hemos tenido que reciclar. Tampoco tuvimos acceso a mascarillas de alta protección”, cuanta a la SER, una médica que trabaja en uno de los grandes hospitales madrileños (prefiere no desvelar cuál). Esta anestesista se contagió en el mes de marzo porque asumió muchos riesgos: “Hemos trabajado en áreas muy reducidas, con pacientes con mucha carga viral porque en mi caso me encarga de atender a los pacientes más críticos. Los profesionales de anestesia y de cuidados intensivos somos los que más riesgos corremos porque tenemos que realizar una maniobra de elevado riesgo de contagio como es intubar a estos pacientes y conectarlos a la ventilación mecánica”.
Yolanda se contagió a finales de marzo, “estando de guardia empecé a sentirse mal, con dolores musculares y con fiebre…” Esta anestesista estuvo un mes de baja, hasta que por fin ha podido reincorporarse a su puesto de trabajo.