Hace unos días se daba a conocer el lunes 2 de septiembre como fecha límite para el «desalojo» de la Ingobernable por el actual consistorio de Madrid. Estas pésimas declaraciones para la ciudad de Madrid no son un hecho aislado. En escasos dos meses hemos visto casos flagrantes como la criminalización del derecho a la protesta del movimiento LGTBIQ, como ante la estupefacción de Europa se proponía acabar con Madrid Central o como la aprobación de una Operación Chamartín en la que se vuelve expoliar suelo público en beneficio de los mismos bancos y agentes especuladores que están arrasando nuestra ciudad desde hace décadas.
Nos acusan de «robar» a las madrileñas un edificio público, pero los únicos que roban y expolian lo que es de todas siguen siendo los de siempre. Fueron ellos los que en el último pleno de 2015 desprotegieron este edificio municipal, protegido por patrimonio, para demolerlo y regalaron al arquitecto Emilio Ambasz, amigo de la familia Aznar-Botella. Fueron ellos los que malvendieron a fondos buitre casi 2000 viviendas públicas en plena crisis, caso que los tribunales determinaron que fueron operaciones fraudulentas. Fueron ellos, quienes saquearon nuestra ciudad, su riqueza y patrimonio en beneficio de los de siempre: el PP de Madrid, las “ranas” de Esperanza Aguirre y sus herederos actualmente instalados en el gobierno de PPVoCs en Madrid.
Hace dos años que el edificio de la calle Gobernador 39 fue recuperado por la ciudadanía. Gracias a esta acción masiva de desobediencia se destapó el enésimo caso de corrupción del PP en esta ciudad y se revirtió la cesión fraudulenta que pretendían llevar a cabo: un pelotazo que a estas alturas ni siquiera el PP defiende. Y en solo dos años la Ingobernable se ha convertido en un referente social y cultural para todas las personas que creen que otro Madrid es posible: un Madrid feminista, ecologista, donde el apoyo mutuo y la solidaridad prevalecen sobre el egoísmo individual y las lógicas de subordinación de la ciudad al capital. En estos dos años la Ingobernable se ha convertido en un referente para miles de personas en Madrid, pero también en una infraestructura del común, llegando donde las instituciones no llegan y aportando una enorme riqueza a la ciudad. Un espacio lleno de vida donde se reúnen cada semana cientos de colectivos, donde se realizan unas 200 actividades gratuitas todos los meses para todas las madrileñas. No vamos a tolerar que nos llamen ladrones, vagos o maleantes porque es el PP de Paquí Pallá y de Lezo, el de la Gürtel y la Púnica, una auténtica «organización criminal» de la que se estima un robo a la ciudadanía de 122.000 millones de euros.
Ante las amenazas de PPVoCs, queremos hacer un llamamiento a todos los movimientos y personas que hacen de Madrid una ciudad que merece la pena. Al movimiento feminista; a las personas que cada día ponen sus cuerpos para parar desahucios y defender el derecho a una vivienda digna; al movimiento ecologista y a la juventud por el clima; al movimiento LGTBIQ; al movimiento antirracista; a los espacios autogestionados y a todas todas todas las que luchan por una ciudad que ponga la vida en el centro. Nuestra mejor defensa es seguir llenado de vida todos los días nuestra Ingobernable, y especialmente el 2 de septiembre y todo el tiempo que sea necesario después, seguimos poniendo el cuerpo para garantizar la permanencia de nuestro centro social.
Recordamos también que no sólo la Ingobernable está amenazada por el ayuntamiento de PPVoCs: el solar de Antonio Grilo en Malasaña, el EVA de Arganzuela, la Salamandra de Moratalaz, la Gasolinera de la Guindalera, La Dragona en la Elipa, Esto es Una Plaza en Lavapiés, y tantos espacios y movimientos de nuestra ciudad que están bajo potenciales amenazas. Nos quieren en soledad y nos tendrán en común, defendiendo nuestros espacios de vida y continuando las luchas por un Madrid para todas donde no sobre nadie: ni el migrante ni la vecina expulsada por fondos buitre, ni las personas sin hogar del Paseo del Prado ni las desahuciadas.
Frente a su odio y violencia, frente a su exclusión y tristeza, frente a sus amenazas y ataques nos encontrarán juntas y con alegría. Porque sabemos que la Ingobernable es indesalojable: mal que les pese no se pueden desalojar las ideas ni la fuerza que nos une para vivir una vida que merezca la pena ser vivida.