Con estas palabras la activista y miembro de la asociación Gitanas Feministas por la Diversidad ha comenzado su intervención en la primera mesa redonda de las Jornadas Internacionales Feministas en Zaragoza.
Con la garra y la pasión propios de la etnia gitana ha comenzado María José Jiménez su intervención en la primera mesa redonda de las I Jornadas Internacionales Feministas en Zaragoza. “Por una lucha feminista igualitaria porque en la que hacéis vosotras vuestro lema ‘Yo te creo’ se ha convertido en el ‘Yo te ceso’ hacia nosotras, las gitanas, y otros colectivos aquí representados” , ha sentenciado. Y tras esto, la sala Luis Galve del Auditorio de Zaragoza ha enmudecido.
“Estamos al servicio de una lucha paya, en la sombra y cuando os hacemos replantearos los privilegios que tenéis vosotras, las blancas, las centroeuropeas, nos hundís y no sois capaces de cuestionaros las cosas”, ha reclamado Jiménez a las y, menos los, presentes en el evento. Tras esto, unos aplausos que parecían no tener fin han hecho vibrar el Auditorio.
Cuando hablan las payas y las gitanas, negras, o las ‘nadie’ no las aplaudimos y no les servimos de maniquíes, entonces no servimos. Si no vamos de palmeras o figurantes no servimos. En el momento en el que cuestionamos y disentimos u os decimos que sois unas privilegiadas, no os revisáis los privilegios”, ha criticado.
“En 67 países soy una delincuente, en 8 estaría condenada a pena de muerte y en el nuestro para hacerme mi DNI tuve que declarar que tenía problemas mentales. Pero no estoy aquí para dar pena, que tenemos el corazón duro y la piel muy fuerte, estoy aquí para reivindicar una lucha conjunta porque me parece inaudito que aun la hagamos por separado y es que nosotras sufrimos una violencia muy visible”, ha añadido Marina Saénz, profesora de Derecho en la Universidad de Valladolid y activista transexual. Tras ella, Elizabeth Ngari, refugiada y activista por los derechos de las mujeres refugiadas, Lorraine Leete, abogada y activista en la denuncia de las vulneraciones de los derechos humanos en Lesbos y Salma Amazian, escritora y activista antirracista marroquí han expuesto los problemas de racismo y exclusión que sufren sus colectivos y las causas que defienden provocando, aun más, aplausos en el público.
Así, “Las excluidas” han sido cinco mujeres con un discurso diferente pero con un objeto común: reivindicar su lucha. Una lucha que no entienden por separado porque ellas son mujeres, mujeres que sufren la desigualdad, “como todas”.
Fuente: Heraldo de Aragón