Enfermeras y auxiliares del Doce de Octubre advierten a la gerencia de que “es imposible prestar cuidados de alta complejidad en unidades no adaptadas”
Los niños y niñas se distribuyen desde que se rompió una tubería en la unidad en tres plantas distintas. Será así al menos durante un mes que duren las obras
En una de ellas, la novena, denuncian que no hay médicos presentes: “Estos dos puestos de UCI no están preparados para atender a un paciente crítico”
El equipo de enfermería de la UCI pediátrica que se inundó hace una semana ha remitido este lunes un escrito a la gerencia del hospital Doce de Octubre advirtiendo de que “es imposible seguir prestando cuidados de alta complejidad en unidades no adaptadas para ello”. Desde que se produjo el incidente, sobre el que ya venían avisando los sanitarios del servicio por la recurrencia de goteras, los niños y niñas críticos están distribuidos en tres plantas diferentes del centro hasta que terminen las obras de reparación.
“Con la disgregación de la UCI”, dice el equipo, se están dando varias circunstancias que “ponen en riesgo la seguridad de los pacientes”. En una de las plantas, la novena, se han ubicado dos camas que no están atendidas por ningún médico. Solo hay una enfermera para dos pacientes. Esta situación mantiene “acojonadas”, según sus propias palabras, a las trabajadoras que les toca atender a esos menores.
En la planta novena se han habilitado dos puestos de UCI que no están preparados para atender a un paciente crítico ni una urgencia ni tampoco dispone de recursos humanos. Además, si algún paciente de los dos se traslada a alguna prueba, el otro se queda sin enfermera”, dice el escrito.
El equipo explica también que deben trasladarse de forma habitual a por “material y medicación” que están “en otra planta. “Esto supone no solo mucho tiempo fuera de la unidad de las auxiliares, sino que puede dar lugar a situaciones de urgencia en las que no se dispone de material”, añaden.
“Derivar pacientes si es necesario”
Teniendo en cuenta estas circunstancias, enfermeras y auxiliares piden al hospital que “tomen las medidas oportunas durante el tiempo que duren las obras para que estas eventualidades no se produzcan, incluyendo la derivación de pacientes si fuera necesario, ya que no es seguro ni responsable dar una atención deficiente a pacientes críticos”.
Ponen como ejemplos la falta de “infraestructura adecuada” para atender a pacientes que “precisan de membrana de oxigenación extracorpórea sin las tomas de oxígeno y aire y sin el espacio necesario”; o la “ausencia de red eléctrica secundaria en el caso de que falle la red convencional, sin garantizar el funcionamiento de aparatos de soporte vital”.