El gobierno de Cristina Cifuentes no va acabar con la precariedad laboral: su partido la ha creado y ella no deja de fomentarla. Es lógico, facilita su política de recortes y privatizaciones.
Gracias a la precariedad, cambian turnos, libranzas, servicios y hasta funciones. De ese modo, suavizan la disminución de plantillas y terminan extendiendo el empeoramiento de condiciones al conjunto.
La precariedad sólo acabará con la lucha. La cuestión no es pedir que acabe, sino buscar los medios para obligar a que acabe. Y una gran parte del personal afectado no se moverá por unas Oposiciones en las que te juegas el todo por el todo. La movilización se producirá si la gran mayoría percibe que es un camino hacia la mejora, de todos, no sólo de los afectados.
Por ello proponemos pedir OPEs para recuperar las plantillas, y para acabar con la precariedad convertir las plazas temporales en fijas, y regular el acceso a las mismas a través de un Concurso de Méritos en el que puedan participar todas aquellas personas que estén trabajando o hayan trabajado o el SERMAS.
Esta solución es legal, la regula el Estatuto Marco y Estatuto Básico del Empleado Público, como solución ante situaciones excepcionales. Es justa, reconoce lo aportado por el trabajador y útil socialmente, al no dilapidar una experiencia de años.
Hay que aprovechar el clima de desprestigio que para el gobierno ha creado la sentencia del Tribunal de Luxemburgo y la cada vez mayor comprensión por parte de la población de que la precariedad y la falta de plantillas deterioran la calidad asistencial.
con todo mi respeto cuando hablamos de lucha mejor exigir, que pedir queda muy servil, y si va acompañado de una campaña proactiva mejor