Auxiliar Administrativo de Primaria: una categoría en peligro de extinción

Cuando vamos al centro de salud, el primer profesional con el que nos encontramos es con un@ auxiliar administrativ@, una categoría machacada por los recortes y la privatización que no renuncia a luchar por un puesto de trabajo digno y de calidad.

Parte de su trabajo, las citas,  fue privatizado y lo gestiona desde 2010 INDRA, empresa que se autoauditaba por 6,8 millones de euros al año que hemos pagado tod@s l@s ciudadan@s. Mientras, l@s trabajador@s no llegan a ser mileuristas. Aunque las condiciones han cambiado para INDRA, la Consejería ha desoído la PNL aprobada por la Asamblea de Madrid que exigía la recuperación pública de este servicio

– Pregunta:  ¿Cuánto tiempo llevas en el SERMAS?

– Respuesta: Más de 20 años

– P.: ¿Qué tipo de contrato tienes ahora mismo?

– R.: Ahora tengo un contrato de comisión de servicio, pero he tenido todo tipo de contratos. La primera vez entré directamente con una interinidad que me duró 14 años; a los 14 años apareció una persona que había pedido una excedencia y que se quería incorporar y pidió mi plaza. A las ocho de la tarde me comunicaron que no fuera a trabajar al día siguiente. Dejé de trabajar y a partir de ahí he pasado por todo tipo de contratos: he tenido contratos de eventualidades desde una semana hasta un mes, que llega el día 31 y no sabes si vas a volver a trabajar o no. Las eventualidades más largas que he tenido han sido de tres meses y después de estar así cinco años me volvieron a despedir porque me pilló la unificación de las gerencias y una persona fija de una de las gerencias me quitó la eventualidad. Estuve un año en paro, me volvieron a llamar y lo que tengo ahora es una comisión de servicio.

– P.: ¿Cómo ha sido tu vida laboral en el SERMAS? Por lo que veo, azarosa.

– R.: Ha habido de todo. Lo peor de esto es la incertidumbre y la inseguridad que te crea la falta de transparencia que hay. Tú cuando eres eventual, como nunca ha habido una bolsa pública actualizada, no sabes qué previsión de trabajo tienes, si estás de las primeras o de las últimas.

Lo peor de esto es la incertidumbre y la inseguridad que te crea la falta de transparencia que hay.

La bolsa siempre ha sido oculta. La han tenido los sindicatos de la mesa sectorial que no la han hecho pública. Ni ellos ni la administración y así han podido manejarla a su antojo. Nunca se han hecho públicas y nunca se ha sabido en qué puesto estabas ni  qué puntuación tenías. Llamar a personal es una inutilidad porque nunca  te informan de nada.

Ahora, después de mucho pedirlo, se está haciendo una bolsa unificada y actualizada, porque seguíamos con las bolsas de las antiguas 11 gerencias. Hemos sido los últimos en unificar las bolsas. Ha salido la primera lista provisional de admitidos sin baremación todavía. En ella estamos todos los que hemos estado trabajando hasta el 30 de junio. Todas esas personas que han tenido algún tipo de eventualidad o algún tipo de contrato están incluidas en la bolsa provisional de admitidos, con un plazo de reclamación de 15 días. Se ha creado una bolsa unificada de auxiliares administrativos y celadores. Ahora lo que esperamos es que cuando se cierre el plazo de reclamaciones dentro de 15 días vuelvan a sacarla pero con baremación.

– P.: Entonces ¿van a sacar un listado definitivo con la baremación pero sin que podáis reclamar vuestra puntuación?

– R.: Se supone que ahora tendrán que sacar otro provisional pero con baremación para que la gente pueda presentar méritos porque hasta ahora no se nos ha dado esa oportunidad. Sólo han creado una bolsa con todas las personas que a 30 de junio han tenido algún tipo de contrato. Y ya está.

Tendrán que sacar otra con baremación de oficio de tiempo trabajado pero con un plazo para que puedas presentar méritos, por trabajo o cursos. Nosotros tenemos muy pocas opciones a participar como docentes, ir a congresos, realizar publicaciones… Somos un estamento que está muy carente de todo.

– P.: A ti personalmente y a tu categoría ¿cómo os han afectado los recortes?

– R.: En Atención Primaria lo que más nos ha afectado ha sido toda la parte de nuestro trabajo, que era un trabajo muy grueso y muy extenso, que se ha privatizado. Esto se ha llevado por delante muchos puestos de trabajo. En el año 2010 gran parte de nuestro trabajo se cedió a la empresa Indra, que es la

En el año 2010 gran parte de nuestro trabajo se cedió a la empresa Indra, que es la encargada de gestionar todas las citas telefónicas y las primeras citas de especializada

encargada de gestionar todas las citas telefónicas y las primeras citas de especializada y algunas pruebas diagnósticas, y además puso kioscos en los centros de salud para que la gente cogiera cita y sin olvidar la app de móvil que también les pertenece a ellos. Todo esto ha traído consigo que muchísimos puestos de trabajo se hayan perdido. Se han amortizado muchas jubilaciones. Había centros de salud que tenían una gran afluencia de llamadas de trabajo y que era imposible que los administrativos las atendieran y tenían contratadas telefonistas. Estas telefonistas se fueron a la calle, ya no quedan desde  que el call center comenzó a funcionar.

El problema del call center, además de todos los puestos de empleo público que están quitando, es el amaño de citas que hace. Tienen órdenes, lo niegue el Consejero o no, de favorecer al hospital privado en las derivaciones. Además nos consta, porque son muchos los pacientes que nos lo han dicho, sobre todo para ecografías y primeras visitas de hospital, que han pedido cita para su hospital de referencia y les han dicho que se vayan a Santa Cristina, por ejemplo; y cuando insisten en su negativa les dicen que se quedan los últimos. Ellos tienen una facilidad para manipular que si esa gestión fuese nuestra no pasaría.

El call center no solo ha eliminado puestos de trabajo, es que para el usuario supone una pérdida de calidad en el servicio. La gente mayor es incapaz de hablar con una máquina, con lo cual terminan acudiendo al centro de salud. Lo que antes solucionaban con una llamada lo tienen que hacer ahora acudiendo al centro en persona. Cuando los médicos o las enfermeras están ausentes y hay que repartir las consultas, el call center no tiene la capacidad de manejar las agendas que nosotros tenemos. Si el médico está ausente ellos no pueden dar la cita Todo lo que sean citas especiales como los tramos horarios de las enfermeras para vacunar o el calendario del niño sano, reparto de consultas de profesionales ausentes…ellos no tienen acceso, con lo que la gente que quiere pedir una de estas citas no se la dan y tienen que venir al centro de salud. Aparte de no hacer al 100% el trabajo a nosotros nos acarrea más trabajo presencial. Si se tiene en cuenta que nos han amortizado plazas, al final hay más sobrecarga de trabajo.

– P.: ¿Cómo afectan los recortes en los puestos de trabajo de tu categoría a los ciudadanos? También vuestra precariedad tiene que influir, ¿no?

– R.: La implicación que tú tienes no es la misma si la administración te trata bien o si te trata mal. Y eso es así. La motivación en un trabajo es fundamental para hacerlo bien. Y nosotros no tenemos ningún tipo de motivación. Primero, porque somos el último estamento de la gran pirámide de la

Somos el último estamento de la gran pirámide de la sanidad pública, no se nos tiene en cuenta para nada, no se nos cuida, no se nos forma correctamente

sanidad pública, no se nos tiene en cuenta para nada, no se nos cuida, no se nos forma correctamente… La formación que nosotros recibimos es pésima. Nos imparten cursos que no son necesarios, repetidos año tras año. Por ejemplo, ahora nos están dando muchos cursos de humanización porque es lo que al Consejero le apetece hacer, cuando nos vendrían muchísimo mejor cursos de aseguramiento porque hacer una tarjeta sanitaria es complicadísimo ya que cada dos por tres nos cambian las leyes sobre quién tiene derecho y de qué manera y quién no. Y es una gran responsabilidad la que tiene un auxiliar administrativo de un centro de salud de dar o denegar la asistencia a alguien. Nuestro trabajo puede tener unas consecuencias tremendas y eso nos supone mucha ansiedad, el no tener una buena formación nos supone mucha ansiedad a la hora de tramitar un DAR, un TIR o las cuarenta mil especialidades nuevas que hay para dar acceso a las tarjetas sanitarias y no nos dan una formación adecuada que nos ayude.

– P.: ¿Se está atendiendo en los centros de salud a personas sin papeles?

– R.: Siempre digo que los auxiliares administrativos, para ser el eslabón más bajo de la cadena sanitaria, tenemos un poder inmenso porque en nuestra mano está poner cuarenta mil trabas al usuario para que acceda al sistema o no. Conozco compañeras a las que no les parece bien que la sanidad sea universal y ponen trabas para que el usuario tenga que dar mil paseos. Y luego tengo otras compañeras que facilitan e informan adecuadamente. Ahí tenemos un poder tremendo. En nuestra mano está que un paciente salga con el trámite hecho para tener asistencia o no.

Y luego está la incertidumbre. Como no estamos bien formados y las normas nos las dan a través de correos electrónicos que no son claros, pues hay gente que no lo hace bien. Muchas veces se deniega la asistencia cuando no se debería denegar. O se da de una manera que no se debería. No es lo mismo a una persona sin recursos hacerle un TIR o hacerle un DAR, porque conllevan distintas prestaciones farmacéuticas. Todo eso es algo que, por lo menos a mí, me crea mucha ansiedad: el miedo a no estar haciéndolo bien. Yo, ante la duda, doy. No soy quién para saber si algo es urgente, ni para denegar asistencia. Siempre hay un mecanismo para dar paso a la asistencia.

– P.: ¿Cómo ha influido en tu vida personal tu situación laboral?

– R.: La eventualidad no te permite hacer planes de ningún tipo. Si tienes un contrato de una semana y llega el viernes y no sabes si tienes que ir a trabajar o no, no puedes plantearte nada. No sabes si puedes pedir una tutoría, ir al médico o arreglar una gestión. Además tenemos lo que yo llamo el miedo del eventual, que es algo con lo que se juega mucho: el miedo a pedir, el miedo a protestar, el miedo a decir… Si lo hago lo mismo no me renuevan. El miedo del eventual es grande. Yo he conocido casos en los que se cambian turnos para ir al médico o hacer una gestión; incluso pedir días libres: he generado un moscoso mediante la acumulación de dos meses de contrato y lo aprovecho para algo que, en condiciones normales, tendrían que darme permiso para hacerlo. Los trabajadores eventuales pierden muchísimos derechos por el miedo, porque tenerlos los tenemos pero también tenemos el miedo a que no nos vuelvan a llamar.

– P.: ¿Cómo se gestionan las sustituciones en primaria?

– R.: Los centros de salud tienen un margen de autonomía que la comisión directiva en muchos casos, maneja a su antojo. Eso paraliza mucho el movimiento de empleo y la bolsa. Para suplencias de verano, bajas cortas… toda la autonomía la tiene el centro de salud que contrata a quien le parece bien. Entonces tienen una especie de suplentes fijos que trabajan al año una barbaridad. Otro ejemplo, los hijos de compañeros que durante todo el año están haciendo su carrera, llega el verano y trabajan haciendo las suplencias de los profesionales administrativos y celadores del mes de julio, por ejemplo, para sacarse el dinero suficiente para irse de vacaciones en agosto. Eso pasa mucho. Como para algunas categorías no piden un perfil específico, pues se supone que a un auxiliar administrativo lo puede sustituir cualquiera, uno que esté estudiando música, hostelería o cualquier cosa y que viene un par de días antes para que les enseñemos, cosa imposible con algunos de los

Ahora la Dirección Asistencial dice que a partir de esta bolsa que están creando nadie podrá hacer suplencias si no está dentro de ella. Está por ver.

programas que utilizamos. Esa formación ni agradecida ni pagada ni reconocida. Trabajan durante el verano con los pocos conocimientos que han adquirido y que no les sirve ni para realizar un 20 % del trabajo, dan citas y poco más, en cuanto hay algo un poco más engorroso te lo pasan a ti. Esta gente en la mayoría de los casos, no está en bolsa.

Ahora la Dirección Asistencial dice que a partir de esta bolsa que están creando nadie podrá hacer suplencias si no está dentro de ella. Está por ver.

La falta de claridad y transparencia es tremenda y eso es algo vital para que el trabajo esté bien repartido y la bolsa funcione bien. La bolsa tiene que ser algo vivo, se tiene que mover. No puede ser que la bolsa de auxiliares administrativos y celadores en primaria esté paralizada porque en cada centro de salud cojan a los suplentes que les dé la gana. Eso no puede ser. Ocurre igual en los casos de contratos de larga duración.

Crea muchísima incertidumbre a la hora de que haya contratos buenos de larga duración el no saber si se han adjudicado de manera correcta o no. Piensa que la bolsa de personal no sanitario la lleva una sola persona que es la responsable de bolsa. Y los llamamientos se hacen por teléfono, así que no puedes controlar nada

Y otra historia es la manera en que vamos a trabajar nosotros. Nosotros vamos a trabajar sin contrato. A ti te llaman por teléfono y te dicen que vayas esa tarde o mañana por la mañana que te necesitan en tal sitio. Y el contrato ya lo firmarás quince o veinte días después si puedes. Intentas acumular cuatro o cinco contratos para firmarlos de golpe y no perder días de trabajo. Te dan de alta en la Seguridad Social pero no firmas el contrato hasta tiempo después y no sabes qué tipo de contrato tienes porque no lo has firmado: no sabes si es una eventualidad, una acumulación de tareas… Nosotros vamos a trabajar sin contrato. No sé muy bien qué ocurriría en caso de un accidente laboral.

– P.: ¿Por qué crees que no se convocan OPEs?

– R.: En el caso de primaria está clarísimo. No se convocan porque somos un estamento que a la larga se van a extinguir y privatizar. Los celadores, por ejemplo, en primaria cada vez tienen menos peso. Es una categoría a la que no se atribuyen demasiadas funciones, que las podrían hacer, pero ya hay empresas externas que las realizan… No se convocan porque somos un estamento que a la larga se van a extinguir y privatizar. La figura del celador podría hacer muchísimo más. No abrir y cerrar el centro y poco más.

No se convocan oposiciones de auxiliares administrativos porque claramente nos quieren quitar de en medio y llevar toda nuestra gestión a la empresa INDRA. INDRA en el 2010 cogió el contrato para llevar las citas especializadas y algunas pruebas médicas. Lo cogió por cuatro años. Después prorrogó por otros dos años más. Hay muchísimas quejas. Hasta hace nada eran ellos mismos los que se auditaban. Y además cobraba aparte por esa auditoría que se hacía a ella misma: 6,8 millones al año. Por el call center cobró, por 4 años, 26,7 millones de euros. Pedían 40. Pero si multiplicas, salía más cara la auditoría que el propio servicio; además con un resultado 100% óptimo que no tiene mucho que ver con la realidad.

Hasta hace nada era la propia Indra la que se auditaba. Y cobraba  por esa auditoría 6,8 millones al año. Por el call center cobró, por 4 años, 26,7 millones de euros.

Algunas veces han puesto un 95 o un 97%, pero siempre es 100% óptima. Para ellos todo funciona genial y no se tienen en cuenta las quejas de los pacientes. Es una tomadura de pelo que ha estado costando muchísimo dinero. Esperábamos que en mayo la gestión de esas citas se nos devolviera porque así se aprobó en una Proposición No de Ley en la Asamblea de Madrid. Eso generaría más trabajo y la necesidad de nuevas plazas para cubrir. Pero el consejero y la presidenta de la comunidad han hecho caso omiso a la mayoría de la asamblea y han vuelto a renovar por dos años más a la empresa INDRA. Ahí queda claramente definida la política de esta consejería….la destrucción de empleo público en beneficio de la empresa privada.

Nosotros, lo que pedimos, lo que reclamamos, lo que exigimos es que las citas sanitarias se nos devuelvan, que la gestión de las citas sanitarias del SERMAS vuelva a los centros de salud. Y que el paciente salga del centro de salud con su cita de especializada y con sus citas de pruebas, como antes hacíamos. Esto generaría muchísimos más puestos de trabajo, tendría que aumentar la plantilla estructural de los centros de salud porque el volumen de trabajo nos sería devuelto y ha mermado mucho la plantilla; saldría más barato y sobre todo el beneficio del ciudadano, que sale del centro de primaria y no tiene que andar pendiente de si le llaman o no y de llamar él si la empresa no lo hace, y pulsar la tecla 3…Seguiremos luchando para conseguirlo.

– P.:¿Crees que la precariedad laboral tiene solución?

– R.: Hay solución en el momento en que los puestos eventuales tengan seguridad. Pero no solo es el tipo de contrato, es que el sueldo que tenemos es una miseria. No llegamos a mileuristas. El sueldo normal de un auxiliar administrativo o de un celador en un centro de primaria no llega a los mil. Ya no es que el sueldo sea mísero, que no tengamos acceso a la promoción profesional, algo que reclamamos que se nos debería pagar y que no se está haciendo… Es el no tener la seguridad de que ni esos mil euros los vas a tener todos los meses. Porque no sabes cuándo te van a echar, de qué manera y en qué condiciones. En muchos casos es de la noche a la mañana. La única forma de acabar con la precariedad en la sanidad en general y en nuestras categorías en especial, es creando empleo fijo. No hay otra manera. Por concurso de méritos y por OPEs. No hay otra forma de crear empleo.

Es absurdo lo que hacen porque el trabajador fijo da mucho movimiento a la economía de un país. Si tú tienes seguridad de que todos los meses vas a cobrar un sueldo pues sales, compras, viajas… Estás moviendo la economía y favoreciendo que mucha gente más tire de tu sueldo… Pero estando como estamos, que no sabemos si vamos a cobrar al mes siguiente, pues retraes el gasto.

-P.: Me choca mucho que si vas a un hospital ves carteles de los sindicatos, de plataformas de trabajadores… Pero cuando vas a un centro de salud no

– Está prohibido. Si es información puramente sindical no puede estar a la vista del usuario, está en los tablones específicos que tenemos por dentro. Cuando la Marea Blanca toda esta norma se saltó y los centros se empapelaron haciendo referencia a la privatización. En muchos centros se arrancaron y en otros ni se ponían pero fue una situación muy difícil de frenar: si quitaban un cartel se volvía a poner a la mañana siguiente. Además también estaban muy implicados los usuarios, así que si quitaban un cartel podía venir la asociación de vecinos a ponerlo de nuevo. Es muy distinto que la información sindical pura, que no está permitido que se ponga a la vista del público

La única forma de acabar con la precariedad en la sanidad en general y en nuestras categorías en especial, es creando empleo fijo. No hay otra manera. Por concurso de méritos y por OPEs. No hay otra forma de crear empleo.

-P.: El personal interino o eventual, los que no sois fijos ¿os sentís amparados por los sindicatos?

– R.: Ni por los sindicatos ni por la Administración ni por nadie. Los sindicatos de la Mesa Sectorial son los que nos han llevado a esta situación: ellos son los que firman, los que cortan el bacalao y los que no nos protegen. No están actuando frente a la precariedad. Deberían haber sido los primeros desde hace muchísimos años en exigir que estas categorías sean reconocidas de otra manera y tengan sus OPEs, sus concursos de méritos y sus concursos de traslado… Pero les da igual. Yo creo que los grandes sindicatos ya no defienden al trabajador, defienden sus intereses, se han convertido en un monigote más del sistema y han perdido la capacidad de lucha que tenían.

– P.:  ¿Quieres añadir algo más?

– R.: Quiero concluir diciendo que somos una categoría muy importante en el SERMAS, que somos los que iniciamos el trámite burocrático del proceso clínico de un paciente, que somos imprescindibles para facilitárselo, que tenemos conocimientos muchísimo más amplios que cualquier empresa externa que lo único que hace es teclear una hora o mandar a los pacientes a un hospital que no sea público, que se supone que con eso tienen una prima adicional. Somos muy importantes, imprescindibles para el sistema. No nos pueden dejar perder.

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