El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos critica las consecuencias del acuerdo entre la UE y Turquía sobre la devolución de refugiados y advierte de que «circunvalar la ley internacional» tendrá graves consecuencias
El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, mostró hoy «su gran preocupación» por el acuerdo alcanzado entre Turquía y la Unión Europea (UE) para frenar el flujo de refugiados hacia el continente.
El máximo responsable de derechos humanos de la ONU denunció que el acuerdo entraña «contradicciones» y se mostró muy preocupado por la «detención arbitraria de inmigrantes y refugiados».
Según el acuerdo, Grecia deberá expulsar a Turquía a toda persona que llegue de forma irregular a su territorio pero deberá estudiar su caso individualmente antes de hacerlo para identificar si tiene derecho a protección y puede solicitar asilo, y cumplir así con la ley internacional.
«El objetivo declarado de devolver todos los refugiados y inmigrantes contrasta con las garantías sobre hacer evaluaciones individuales», dijo Zeid en un comunicado.
«Si estas garantías son reales, entonces las evaluaciones individuales deben permitir la posibilidad de que la persona en cuestión no sea retornada. Si no es así, se podría considerar una expulsión colectiva», enfatizó.
Según la ONU, el acuerdo establece que el inmigrante no sea considerado refugiado
El alto comisionado recordó que el acuerdo establece que el inmigrante que no sea considerado refugiado, y por tanto sin derechos a protección internacional, será retornado a Turquía sin vacilación.
Zeid advirtió de que la ley europea sobre asilo no tiene en cuenta muchas situaciones reales de personas que sí merecen protección, como podría ser el caso de niños, víctimas de violencia, de violación, de trauma o tortura y homosexuales, entre otros.
Turquía «no es un lugar seguro» para los refugiados
Asimismo, el alto comisionado mostró «especial preocupación» por el hecho de que se rechacen solicitudes de asilo con el argumento de que Turquía es un lugar seguro.
«Incluso si Turquía amplía la definición de refugiados y la extiende a los no europeos, o legisla para aceptar que ciertas nacionales puedan tener ‘protección especial’, no será un lugar seguro para todos los retornos en el futuro inmediato», dijo.
Además, Zeid apoyó las dudas y la preocupación expresadas el martes por otras agencias de la ONU, como ACNUR o Unicef, por el hecho de que a partir de ahora todos quienes lleguen a suelo heleno, incluidos los niños, serán confinados a un centro de detención. «Esta práctica vulnera una serie de estándares internacionales».
Contra los derechos de los niños
El Comité de la ONU sobre los derechos de los niños ha dejado claro que un niño nunca debería ser retenido en base a su estatus migratorio.
Zeid insistió que los retornos forzados deben hacerse manteniendo la dignidad de los inmigrantes y refugiados, y velando porque sus derechos fundamentales sean respetados.
Finalmente, el alto comisionado criticó que el esquema de reubicar un refugiado residente en Turquía por cada uno que se retorne se haga en base a compromisos existentes (70.000 personas) y no se hayan establecido nuevas medidas para incrementar el reasentamiento en Europa.
«Esta crisis es manejable si la UE actúa en función de sus leyes y sus principios. Sin embargo, si la UE comienza a circunvalar la ley internacional, podría tener un problemático efecto colateral en otras partes del mundo», señaló.
Fuente: PÚBLICO