A finales del año 2012 el gobierno del PP decretó una larga serie de medidas antisociales y destinadas a atacar a la sanidad pública. Conjuntamente con esos recortes cambió la jornada laboral de las y los empleados públicos para que esta pasara a ser de 35 horas semanales a 37 horas y media. La introducción de esa medida supuso la pérdida de una conquista y un empeoramiento de las condiciones de trabajo de miles de empleados públicos.
También fue la excusa que utilizó el gobierno del Partido Popular para despedir a miles de trabajadores públicos, ya fuera no renovando a trabajadores eventuales o no supliendo con contratos de relevo a profesionales que se jubilaban. A demás, la forma como se introdujo el aumento de jornada, supuso un serio problema para las personas que tienen cargas y responsabilidades familiares y de atención a la dependencia.
En la actualidad en nuestro país, según la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al tercer trimestre de 2015, hay más de 4.850.000 personas en situación de desempleo (de los cuales un 55 por ciento no cobran el subsidio de paro). Numerosos indicadores advierten de que es el principal problema que tiene nuestra sociedad. Detrás de estas cifras de millones de personas en situación de desempleo se esconden millones de dramas y un gigantesco problema social. Cuando una persona no tiene trabajo y carece de la única forma de obtener recursos se vulneran sus derechos fundamentales y se le aboca a la exclusión social.
Además en nuestro país se da la paradoja de que una parte muy importante de esas personas en situación de desempleo son personas con una importante cualificación. Much@s de ell@s tienen una titulación y una capacidad que les permitiría aportar muchísimo a la sociedad. Miles de ellos, debido a la falta de oportunidades laborales y la precariedad enorme que se sufre en las administraciones públicas opta por emigrar y ofrecer sus servicios en otros países dónde sí les valoren y les den una estabilidad aunque para ello tengan que abandonar a su familia y amigos. Se calcula que en los últimos 5 años han abandonado España 4.000 licenciados en medicina. Casi una promoción entera.
Desde el MATS reclamamos la vuelta de las 35h semanales como una forma de generar empleo, para que las administraciones públicas aporten soluciones concretas y efectivas en la lucha contra el paro. En ese sentido reiteramos que, desde que se impuso la jornada de 37,5 horas en el SERMAS, se han destruido nada menos que 6.849 puestos de trabajo. Es decir, casi un 10 por ciento de la plantilla total.
Somos conscientes que muchos trabajadores en este país trabajan muchas más horas que nosotr@s. Igualmente sabemos que mucha gente ni siquiera tiene trabajo. Por eso planteamos que es necesario avanzar; repartir el trabajo para que pueda trabajar más gente. La reducción de la jornada laboral y la vuelta a las 35 horas debería de ir acompañada de la contratación de unos 7.000 de trabajadores en la sanidad madrileña. Esa es la propuesta del MATS que vamos a seguir defendiendo pese a la negativa reiterada de los gobiernos de Rajoy y Cristina Cifuentes.