La Policía controlaba a 19 menores gallegas como víctimas potenciales a finales de 2015
Los últimos crímenes machistas han causado especial alarma en Galicia, cada vez más castigada por esta lacra y que en 2015 se aupó al poco honorable tercer puesto entre las comunidades con más muertes por esta causa, con ocho. La violencia de género es un problema enraizado en la sociedad gallega y, pese a los esfuerzos por combatirlo desde las distintas administraciones, lo cierto es que se manifiesta cada vez a edades más tempranas. Un total de 19 gallegas de entre 14 y 17 años sufrieron el año pasado intimidaciones, amenazas o incluso agresiones machistas, lo que les llevó a denunciar a la Policía. Y los especialistas creen que hay muchas más en su situación aunque no haya constancia.
Cuando se detecta uno de estos casos, el Ministerio del Interior lo incluye en el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (VioGén), un mecanismo que se puso en marcha en 2007 y busca garantizar protección integral a estas mujeres. Los policías mantienen contacto regular con ellas y analizan el riesgo de sufrir una agresión.
De las 19 adolescentes gallegas que se acogen a estas medidas, siete tienen una probabilidad ‘no apreciada’ de ser víctimas de un ataque, es decir, casi nula, por lo que no se establece ninguna actuación policial más allá de un seguimiento cada tres meses para asegurarse de que la situación no empeora. Más frecuente es el contacto telefónico con una decena de chicas que presentan un riesgo bajo, mientras que las alarmas se disparan a partir del nivel medio, en el que se encuentran dos menores en la comunidad. Para estas dos adolescentes no resulta extraño ver un coche policial a la salida de su centro de estudios, y los propios agentes se encargan de informar al agresor sobre la protección que llevan a cabo.
POR PROVINCIAS. Estos dos casos, los de mayor riesgo, se concentran en la provincia de A Coruña, donde también son controladas otras seis menores. En Pontevedra, por su parte, son cinco las adolescentes que se acogen a estas medidas de protección, a pesar de que la provincia copa el grueso de homicidios machistas -con seis de los ocho registrados en Galicia en 2015-. En Lugo, tres chicas figuran en el fichero VioGén, dos de ellas con un bajo riesgo de ser agredidas y otra ‘no apreciado’. Idéntica situación se da en Ourense.
Este registro también contempla otra veintena de menores cuyos casos han pasado a estar ‘inactivos’ temporalmente, que no significa que estén archivados. Desde el Ministerio del Interior puntualizan que, de detectarse un incremento del riesgo, se reactivarían. Asimismo, el resto de niveles pueden variar de un día para otro al notificarse, por ejemplo, una amenaza o agresión.
Con todo, las menores representan una pequeña parte de los casos. A finales de 2015, la Policía controlaba a otras 2.915 gallegas mayores de 18 años.
EDADES. Si en diciembre de 2015 la Policía vigilaba a 19 menores que podían ser víctimas de violencia machista, un año antes esta cifra era de solo 8. Pero este alza no significa necesariamente que ahora haya más casos. Puede reflejar que las campañas de concienciación estén dando sus frutos y que cada vez sean más las jóvenes que optan por comunicar su situación a la Policía.
De lo que no hay duda es de que las conductas machistas entre adolescentes se han multiplicado en los últimos años. Y muchas veces las redes sociales o el Whatsapp sirven como elementos de control.