Los otros…

Rescatamos de entre los blogs sanitarios esta perla, que sin ser reciente, conserva su originalidad. Estamos seguros que a muchos de los trabajadores de los Servicios de Atención Rural, les suena a cotidiano.

Los motivos por los que un paciente acude a un SAR, un servicio de atención continuada que encuentra su supuesta razón de ser en aquellos casos agudos que no pueden esperar a la apertura del Centro de Salud (los SAR -Servicio de Atención Rural- sólo funcionan en horarios y/o días en los que éstos permanecen cerrados), son de diversa índole, aunque intentaremos tipificarlos todos, o cuando menos a una representativa mayoría, en este post…
1.- Los más son los de aquellas personas que se sienten aquejadas de procesos agudos de escasa trascendencia: infecciones respiratorias, gastrointestinales, picaduras, agudizaciones de algunos procesos dolorosos, etc… Hemos de decir que la escasa trascendencia resulta doblemente afortunada: afortunada para ellos, los que la sufren, y afortunada también para nosotros, quienes trabajamos en estos Centros..
2.- Un número nada desdeñable de pacientes hay que vienen por auténticas banalidades: de no ser así no estaríamos hablando de España, y es que el peaje que ha de pagar la barra libre de nuestro sistema degenera en el sobreuso, por parte de algunos, en todos sus niveles de atención.
3.- También tenemos algún que otro dependiente, que viene casi a diario para comentarnos como le está yendo el día o si les ha ocurrido algo diferente u original.
4.- Una buena mayoría de nuestros clientes la configuran los que actúan en aras de la comodidad que supone el ser atendidos sin demora, aspecto este que acabará
sinergizando con la saturación de la agenda del médico de Centros de Salud, y que es y seguirá siendo el motivo por el que se van e irán congestionando tambíen los SAR.
5.- Un pequeño, aunque representativo grupo de personas, acuden por problemas de una mayor entidad: cortes, caídas, y otros múltiples eventos que constituyen una emergencia, en sí mismos…
6.- También tenemos a nuestros «Jacques», son los que vienen «con» y acaban diciendo cosas como:
-. Yo venía acompañando a mi mujer, pero ya que estoy aquí, podría Ud. echarme un vistazo a la garganta?
7.- Los que se amparan en la visita al SAR para justificar la posterior ausencia, justificada o no, en sus respectivos puestos de trabajo. Se entiende que éstos sean los que vienen a horas más intempestivas: a últimísima hora de la noche o muy temprano, de madrugada.
8.- Los que vuelven de la juerga sobre las 09 de la mañana, después de haber aguantado el peso de varios cubatas junto a la barra de algunos bares de copas, y retirándose, antes de irse a la cama, deciden venir a contarnos, mientras nos ambientan el despacho con el etanol que exhalan sus alientos, lo mucho que les duele la garganta…
9.- No debemos olvidar, por último, al simpático grupo de los que vienen por «los otros», esto es: a aquellos que concientes de la banalidad que explica su visita, se escudan o justifican en la insistencia de terceras personas:
-. Verá Ud. Doctor: por mí no hubiera venido; yo ya sabía que era algo sin importancia… Pero es que mi marido se puso tan pesado!
El Parte de Confirmación

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