La consejería de Sanidad está recibiendo cientos de recursos de alzada y decenas de denuncias en los juzgados por las oposiciones de enfermería que realizó el pasado mes de octubre. Se presentaron cerca de 44.000 aspirantes para 1.600 plazas
Según las bases de la convocatoria para aprobar había que sacar un mínimo de 30 puntos. Sólo mil consiguieron pasar la prueba porque fue muy dura. Hasta aquí todo correcto. El problema llegó cuando la consejería decidió, sin avisar a nadie, bajar la nota por la que se consideraba superado el examen. Conclusión: Todos enfadados.
Enfadados los que aprobaron y sacaron 30 puntos o más, porque van a ver como algunos de los que suspendieron eligen plaza antes que ellos porque, por ejemplo, tienen más años de experiencia o más cursos realizados. Enfadados, también, los que suspendieron porque lo que quieren es que se convoque una nueva oposicion con las 600 plazas restantes para tener una nueva oportunidad. Las reglas del juego aparecen claramente definidas en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid del pasado 12 de Octubre: “Podrán superar la fase de oposición hasta un 50 por 100 de aspirantes más que el número de plazas convocadas por lo que la nota mínima para superar el ejercicio vendrá determinada en función de este criterio, sin que en ningún caso la nota inferior mínima pueda ser inferior a 30 puntos. Este nivel será común para todos los aspirantes, con independencia del turno y cupo por el que concurran”.
Además hay otro motivo incomprensible, en este caso, para todos los opositores: “Por el motivo por el que todos estamos enfadados”, nos ha dicho Coral Matilla una de las enfermeras opositoras, “es porque no salió la lista de las notas de la gente, solamente han publicado las notas de los aprobados, bueno, de los que ellos dicen que han aprobado. Yo creo que lo principal en una oposición es que te pongan la nota. Date cuenta que nos examinamos 44.000 personas a 40 y pico Euros de instancia. Hablamos de 1.800.000€ que se ha embolsado la administración con el examen. Por lo menos tenemos derecho a saber nuestra nota”.
Eduardo Fernández, que también se presentó a las oposiciones de octubre, nos ha dicho que lo más paradójico es que “al haber bajado la nota hasta 28,8 puntos hay gente que, teniendo que estar suspensa, va a elegir plaza antes que muchos de los que sí han aprobado porque tienen más puntos por experiencia.”
Los opositores desconfían de las intenciones de la consejería de Sanidad, que convocó la oferta de empleo en 2009, ha tardado seis años en resolverla y, ahora, en menos de cuatro meses -y justo antes de las elecciones- quiere tener a todo el mundo colocado en su puesto. Son cientos los recursos de alzada que han presentado y decenas las demandas judiciales. El pasado viernes llamamos a Sanidad para conocer su versión y, a día de hoy, seguimos sin respuesta.
Van a hacer lo que les de la gana
Eso es lo que siempre pensamos y nos paraliza, pero cuando se esta cometiendo un atropello y como en este caso se están incumpliendo las bases escritas, hay que denunciarlo. Puede que no se gane, y además cuesta dinero, pero hay que intentarlo.
Yo no estoy afectada, pero apoyo la iniciativa de este grupo de profesionales que están invirtiendo tiempo y dinero en denunciar lo que es injusto. Si no se dan estos pasos, quienes violan los derechos de los trabajadores se sentirán fuertes y continuaran haciéndolo.