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Sólo entre los años 2009 y 2012, nuestro país redujo su gasto en esta partida casi un 2%, según cifras de un informe de la OCDE y la Comisión Europea
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Para ser operado de cataratas, un español debía esperar en 2012 un promedio de más de 100 días, frente a los alrededor de 30 de los Países Bajos o los algo más de 50 del Reino Unido
La Marea Blanca recorre Madrid en su vigésimo cuarta edición. ASC
“Aunque el gasto sanitario creció de forma moderada en 2012 en varios países (como Austria, Alemania y Polonia), siguió disminuyendo en Grecia, Italia, Portugal y España”. La denuncia parte de la Comisión Europea y la OCDE, que han hecho público este miércoles un informe conjunto en el que cifran en casi un 2% la reducción del gasto en sanidad en nuestro país entre los años 2009 y 2012, en la línea de estados como Chipre o Portugal.
“Voy a meter la tijera a todo excepto a pensiones, sanidad y educación”, presumía el a la postre presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante la campaña electoral del año 2011. La realidad, no obstante, pronto le desmintió: apenas seis meses después ganar las elecciones, el Ministerio de Sanidad recortaba su gasto en 7.000 millones de euros. En 2010, la partida de los Presupuestos Generales destinada al departamento dirigido por el recién nombrado ministro Alfonso Alonso era de 2.852 millones, que han descendido hasta los 1.907 en 2014. Según recoge el informe, desde 2009 el gasto ha caído un 1,9%: más del triple que el de la media de la UE, que se queda en un -0,6%.
El tajo se refleja al comparar el gasto en sanidad de España con respecto a otros países de la UE. Y es que, si bien nuestro país empleó en 2012 un 9,3% de su PIB en sufragar esta partida –frente al 8,7% de media en la UE–, esta cifra está lejos de las de los países que lideran la clasificación, como los Países Bajos –un 11,8% de su PIB– o Francia –un 11,6%–. Esto significa que España sólo destina al cuidado de la salud 2.243 euros por habitante: un 42% menos que Holanda, que se encuentra a la cabeza del ranking con 3.829 euros per cápita.
Menos gasto en hospitales y medicinas
El estudio también da cifras sobre el gasto farmacéutico, una partida que el Gobierno de Rajoy también modificó al aprobar en 2012 el copago de los medicamentos, por el cual los jubilados pagan desde entonces un máximo de 18 euros mensuales por sus medicinas. Y el informe da una cifra demoledora: entre 2009 y 2012 –último año del que se ofrecen datos–, el desembolso en este área ha caído un 5,2%, frente al 2,2% de la media comunitaria, lo que convierte a España en el quinto país de la UE que más ha reducido su gasto farmacéutico, una clasificación que encabeza Grecia, con un recorte del 12,4%.
El número de camas hospitalarias también desciende, si bien en este aspecto España sigue la tendencia de toda Europa, donde las plazas en los hospitales no han hecho más que caer desde el año 2000. No obstante, nuestro país ya partía de una situación de desventaja, y en el año 2012 se mantiene: si la media de la UE se sitúa en aproximadamente cinco camas por cada 1.000 habitantes, los centros españoles sólo disponen de cerca de tres plazas para cada 1.000 personas, a mucha distancia de las más de ocho camas de Alemania, que encabeza la clasificación.
No obstante, es el tema de las listas de espera el que muestra unas diferencias más agudas entre unos países y otros. El informe no ofrece datos generales sobre el tiempo que esperan los ciudadanos para ser operados, pero sí que da datos sobre la demora que deben experimentar hasta que son intervenidos de cataratas, la rodilla o la cadera. “Los largos tiempos de espera para las operaciones no urgentes generan insatisfacción entre los pacientes”, afirma el estudio. Y, siguiendo esta aseveración, los enfermos españoles tienen razones para ser de los más insatisfechos.
Las listas de espera cuadriplican a las de Holanda o Dinamarca
Los datos no dejan lugar a duda: para ser operado de cataratas, un español debía esperar en 2012 un promedio de más de 100 días, frente a los alrededor de 30 de los Países Bajos o los algo más de 50 del Reino Unido. Las cifras se agravan al hablar de las operaciones de cadera: frente a los menos de 40 días que debe esperar un holandés para ser intervenido, en España la lista de espera es de más de 150 días, un dato que supera por poco al de Hungría. La peor referencia, no obstante, se encuentra en las intervenciones de rodilla: de entre los países analizados, sólo España hace esperar más de 200 días a los pacientes, frente a los poco más de 50 de Dinamarca o los cerca de 100 del Reino Unido.
Los recortes también se notan en este aspecto, ya que en comparación con años anteriores las listas de espera españolas son más amplias tanto para las operaciones de cataratas como para las de cadera –para las intervenciones de rodilla sólo se ofrecen datos de 2012–. En este sentido, 2010 fue el único año –también se dan cifras de 2006 y 2008– en el que los pacientes que se sometieron a una operación para solucionar este problema ocular tuvieron que esperar menos de 100 días, y también durante ese año la lista de espera de las intervenciones de cadera duraron menos de 150 días.