Una de las 78 personas considerada como un contacto de bajo riesgo, que estaba en su domicilio autocontrolándose “ha tenido esta mañana un cuadro febril”, exactamente 37,7 grados…
“Solo tiene fiebre y está en buen estado”, ha insistido antes de revelar que no forma parte del equipo sanitario que atiende a Teresa Romero. Simón ha añadido que a la paciente se la va a “trasladar inmediatamente” al Carlos III.
Los médicos ven signos de que Teresa Romero “supera la infección”
- El comité informa de que uno de los contacto de bajo riesgo presenta un cuadro febril
- Simón denuncia que preservar la intimidad de los pacientes afecta a su recuperación
Esta tarde noche se conocerán los resultados del primer análisis. El resto de pacientes en aislamiento siguen presentándose «asintomáticos», ha agregado, y no muestran signos de estar infectados, aunque ha insistido en la necesidad de mantener la prudencia. Fernando Simón ha denunciado que preservar la intimidad de los pacientes afecta a su recuperación ya que mantener las persianas bajadas es perjudicial dado que «no reciben rayos ultravioletas».
Por otro lado, el jefe de Virología del Instituto de Salud Calos III y miembro del Comité de especial contra el ébola, José María Echevarría, ha afirmado que la carga viral en sangre de la auxiliar de enfermería Teresa Romero «ha bajado de forma sensible» y muestra «signos de superar la infección».
Echevarría ha señalado que hay que esperar a que «se resuelvan sus problemas pulmonares consecuencia de la enfermedad», cuya recuperación se complica al tratarse de una mujer fumadora, según ha declarado en una entrevista en Antena 3. «Es consecuencia del conjunto de la enfermedad pero no directamente de la infección. Los problemas de pulmón tardan en resolverse pero por lo que dicen sus médicos, se está resolviendo bien», ha señalado.
Por su parte, Mari Fe Bravo, la jefa del Servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital La Paz-Carlos III, que atiende a todos los pacientes en observación, incluida Teresa Romero, ha pedido en una entrevista a la Cadena Ser el apoyo de todos, «incluidos los medios» a «hacerles la vida más fácil a los aislados». «La intromisión a su intimidad les hace estar con las ventanas bajadas. Para ellos les sería más fácil poder ver el cielo y el horizonte», ha agregado.
El estado de Teresa ha sido confirmado por Manuel Torres, uno de los enfermeros que la atiende y delegado del sindicato CSIF, que ha participado en el mismo programa. «La enfermedad sigue siendo grave, pero tiene una leve mejoría y ojalá siga siendo así», ha añadido, tras confirmar que el descenso de la carga viral ha llevado al equipo a albergar algún optimismo sobre su recuperación.
El enfermero, que trabajó con ella cuando atendió al misionero Miguel Pajares, ha destacado que es una «buenísima profesional» en el trato más cercano, y ha destacado lo mucho que está colaborando como paciente y enferma, sobre todo en el cuidado de no contaminar a los que están trabajando con ella.
Torres ha reconocido que «la gente no estaba preparada» y ha confirmado que para soportar la situación de estrés están siendo atendido porque «veíamos que la tensión iba aumentando cada día más, el estrés es muy fuerte y a la hora de trabajar saltan las emociones. (…) Era una compañera que ha caído y podíamos ser uno de nosotros».
Los riesgos de la atención
En cuanto a lo ocurrido en Estados Unidos, el doctor Echevarría entiende que «demuestra que la atención de paciente de ébola en el mundo desarrollado tiene riesgos y hay que tener en cuenta que a un paciente que se le atiende en un hospital africano no tiene acceso a los mismos tratamientos a los que se somete a un país desarrollado».
En el caso del paciente fallecido que contagió a dos enfermeras que le atendieron en Dallas, los datos sugieren que fue sometido a procedimiento de medicina intensiva, «lo cual tiene un riesgo muy alto», sobre todo la intubación que supone el aumento del riesgo de aerosoles, es decir la diseminación de gotas contaminadas.
A este respecto, Torres ha explicado que durante el tratamiento de la auxiliar de enfermería se estuvo a punto de entubarla, aunque finalmente se descarto. «El problema tan grave que teníamos eran los aerosoles ya que las moléculas ascienden y luego caen en el traje y cada moléculas tiene entre 10 a 12 virus, con el problema de quitarse posteriormente el traje en una exclusa de 1 metro cuadrado.
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