El sindicato MATS reprocha la falta de actuación del hospital a un repunte de violencia en las últimas semanas. El centro defiende que sí se ha dado un paso al frente.
No ha sido un agosto fácil en el servicio de Psiquiatría del Hospital Clínico San Carlos de Madrid. Cuatro agresiones más otra que se produjo en una planta de Medicina Interna por un paciente que iba a ingresar en la unidad han elevado las críticas hacia la Direccióndel centro por falta de reacción.
“Creemos que hay una responsabilidad compartida con las medidas de la Dirección”, censura Santiago Zarapuz, delegado sindical de MATS en el Hospital Clínico San Carlos. A pesar de ser un servicio donde los incidentes “se producen casi todos los días”, la sensación que recorre los pasillos es que siempre se ha podido hacer más para evitarlas.
El inicio de este mes -aparentemente tranquilo en Madrid- acumuló gran parte de las agresiones. Incluso tres celadores tuvieron que cogerse la baja. La primera de ellas llegó después de que uno de estos profesionales fuera “empujado violentamente”, lo que le provocó, como relatan en MATS, una “lesión en las lumbares” que le dejó inactivo durante varios días.
Una agresión que acabó en rotura de cadera
Cuatro días después, aprovechando el turno de visitas de los familiares por las tardes, un paciente intentó fugarse. Ante esta acción, uno de los celadores se lanzó a “retenerle y en el forcejeo se rompió la cadera al caer”: estuvo casi un mes ingresado, según señala Zarapuz a EL BOLETÍN.
Un forcejeo por el que otro celador de la planta también recibió una patada aunque esta vez sin causar baja laboral. “Fue atendido en el servicio de Urgencias”, apuntan desde el sindicato. Pero el día no acabaría ahí: “Un vigilante fue agredido en una planta de Medicina Interna por un paciente que era trasladado a Psiquiatría”.
El 10 de agosto tampoco fue sencillo: otro celador de Psiquiatría sufrió una agresión al “tirarle un andador mientras estaba de espaldas al paciente”. Esto le generó varios días de bajas. Mientras, en una de las plantas uno de los usuarios “prendió fuego a la papelera de su habitación”.
Ante este repunte en un periodo de tiempo pequeño, la organización sindical tocó la puerta de la Dirección del centro. “Me dirijo a usted para comunicarle la gran preocupación del personal del servicio de Psiquiatría por la inseguridad que sufren en su lugar de trabajo”, se advertía el 8 de agosto al gerente del Hospital Clínico San Carlos.
En su escrito, MATS ya hablaba de una plantilla que “se siente desprotegida ante situaciones como la que se produjo ayer y que han causado lesiones a un trabajador, tan graves, que ha sido necesario intervenirle quirúrgicamente”.
“No es la primera vez que en este servicio se producen accidentes laborales causados por pacientes, y los trabajadores tienen miedo a que estos sucesos vuelvan a repetirse”, se puede leer en el escrito dirigido a la Dirección.
Y es en ese momento donde las dudas crecieron sobre la aplicación del protocolo ‘antiagresiones’ que se aprobó recientemente en el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS). “Se aprobó en marzo y no se ha puesto en marcha”, denuncia Zarapuz.
De hecho, en MATS lamentan la nula respuesta a la hora de ver las medidas ya puestas en funcionamiento. Todo en un servicio de Psiquiatría donde, según instan, las actuaciones “deberían ser más fuertes”.
¿Y las medidas del hospital?
El Hospital Clínico San Carlos, en declaraciones a EL BOLETÍN, asegura que todos los profesionales del centro “tienen a su disposición en la intranet información” sobre cómo actuar ante estas agresiones.
Algo que no convence a MATS al recordar que “el hospital no divulga esta información”, pese a la obligación del protocolo. A ello, hay que añadirle que la temporalidad de algunos trabajadores es una traba más a tener en cuenta en esta desinformación.
Por su parte, el centro alega que cuenta con un plan general de formación “al que complementa un plan de formación continuada con formación específica en determinadas áreas, como ocurre en Psiquiatría”. Allí, según el hospital, se imparten cursos “anualmente” y a lo que hay que sumar “la formación inherente a su propia condición de especialistas que reciben a lo largo de su carrera”.
El sindicato, por el contrario, matiza que la tienen “únicamente médicos y enfermeras” siendo, por ejemplo, los celadores quienes están sufriendo estas últimas agresiones. “No cuentan con formación específica alguna”, aseveran.
Asimismo, el Clínico San Carlos defiende que cuentan con un “protocolo de actuación de agitación psicomotriz”. Y vuelta al mismo choque. “No está ni en la intranet del hospital, con lo cual es complicado que los trabajadores tengan conocimiento alguno sobre dicho procedimiento”, replican desde MATS.
Respecto al apoyo administrativo y jurídico, el centro aplaude la actuación del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales que informa del proceder que se debe hacer. “En el supuesto de que un profesional quisiera emprender acciones legales, se le pone en contacto con el Servicio Jurídico”, apostillan.
El sindicato encuentra un matiz importante: “Según establece el protocolo el propio hospital debe ofrecer apoyo, acompañamiento y asesoramiento jurídico, sin esperar a ver si lo solicitan o no”.
Por ello, la organización ha intensificado unas críticas a Dirección, a la par que se elevan las sospechas de que, en el fondo, se está “deteriorando” un servicio para su posterior “privatización”.