Un fallo eléctrico estropea 300.000€ en medicinas en el hospital de La Princesa

Hubo una sobrecarga del sistema. Además también falló «el sistema automático de control de la temperatura». El PSOE pedirá explicaciones en la Asamblea

El Confidencial

Mala suerte. Negligencia. Falta de mantenimiento. O una combinación de todos estos factores. Un hospital madrileño, La Princesa, ha perdido 300.000 euros en medicinas después de que un fallo eléctrico estropeara los medicamentos que el centro guardaba en uno de sus almacenes frigoríficos. La investigación realizada por el propio hospital ha determinado por el momento dos tipos de incidentes distintos. El primero, un corte en la luz, «probablemente por una sobrecarga del sistema, pero cuyo origen último se desconoce». Y en segundo lugar, que el sistema automático de control de la temperatura «tampoco funcionó correctamente».

Para el grupo parlamentario socialista lo sucedido es «bastante grave. Estamos hablando de una cantidad importante de dinero». El diputado José Manuel Freire, portavoz en temas sanitarios del PSOE en la Asamblea en la pasada legislatura (a la espera de que en este nuevo curso se nombren los portavoces parlamentarios), señala que van a pedir explicaciones a la Consejería de Sanidad y las conclusiones de la investigación interna iniciada por el hospital. «Ha habido un incidente grave, con pérdidas económicas y es necesario conocer el informe técnico de lo que ha sucedido, porque a lo mejor hay que pedir una indemnización a la compañía que gestiona el mantenimiento de estas instalaciones».

Todo ocurrió el pasado 1 de mayo, puente festivo en la comunidad de Madrid, cuando facultativos de La Princesa detectaron que la nevera del Servicio de Farmacia, situado en la planta menos dos, había estado desconectada desde el día 29 de abril, alcanzando una temperatura de 16 grados centígrados. Con la mala suerte de que durante esas 48 horas no hubo pedidos, «por lo que nadie accedió a la nevera y no se pudo detectar», explica un portavoz de la consejería.

El hospital pudo solucionar el problema y volver a poner en marcha la nevera, y comenzó entonces un protocolo para intentar «garantizar la seguridad y eficacia de los fármacos, poniendo en cuarentena la medicación«. Es decir, se separaron y no se utilizaron a la espera de que los laboratorios los analizaran para conocer si en las condiciones de temperaturas alcanzadas los medicamentos mantenían su estabilidad. Hubo una partida que no pudo ser recuperada, por lo que se destruyeron. «El coste total de los fármacos desechados es de 297.818,83 euros«, afirman desde Sanidad. La Princesa se gasta cada año 52 millones en medicinas.

La consejería no ha aclarado qué tipo de medicamentos se han estropeado en este incidente, que la mayoría de los sindicatos y asociaciones de médicos con representación en La Princesa desconocían. Otras fuentes del hospital señalan que los productos dañados son «citostáticos e inmunoglobulinas«. Los primeros se usan con pacientes oncológicos, los segundos atacan a bacterias y virus. «La investigación realizada ha determinado que el incidente se debió a un fallo del suministro eléctrico, probablemente por una sobrecarga del sistema, pero cuyo origen último se desconoce. Adicionalmente, el sistema automático de control de la temperatura tampoco funcionó correctamente», explican desde Sanidad. Dos errores.

«No se ha vuelto a registrar ninguna incidencia en esta nevera. Como medida de precaución, junto al control automático, se ha establecido el control visual regular de la instalación en cada turno», sentencian desde Sanidad. «Aquí hay varios niveles de responsabilidad. En primer, lugar de los encargados del mantenimiento del almacén, ya que este tiene que estar conectado a un sistema de alimentación ininterrumpida. Precisamente para mantener la temperatura si falla la luz. Todo hospital tiene un doble sistema de alimentación eléctrica», explica el diputado Freire. «Pero unos de los déficits del Sermas son los sistemas de mantenimiento de los hospitales».

Y, en segundo lugar, el PSOE cree que «el servicio de farmacia también tiene su responsabilidad, porque debe tener garantías de que esa valiosa medicación está segura. 300.000 euros es una cantidad importante». Situado en pleno barrio de Salamanca es uno de los centros más antiguos de España (tiene 167 años de historia). Atiende a una población de 323.000 personas para las especialidades básicas, y es referencia de cerca de un millón para las de alta complejidad, como las de neurocirugía, cirugía cardiaca, oncología radioterápica y cirugía torácica. Su actividad médica es importante: en 2018 tuvo 15.750 ingresos, realizó 455.063 consultas externas y su servicio de Urgencias atendió a 101.520 pacientes.

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