Señores y señoras, el próximo día 10 de marzo, dos días después de la celebración del 8M (donde se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad de oportunidades en la sociedad), tendrán lugar unas oposiciones para la categoría de CeladorA en las cuales una parte fundamental de su temario, como son las funciones de esta categoría profesional, que están recogidas en el Estatuto de Personal no Sanitario al servicio de las instituciones sanitarias de la Seguridad Social; están pensadas, redactadas y dirigidas exclusivamente a personal masculino. Ser celador era cosa de hombres allá por el 1971, año de la elaboración de este Estatuto a partir de una Orden Ministerial de la época (Estatuto preconstitucional).
Resulta indecente la falta de actualización, modificación o la derogación de estas funciones, que sólo se entiende por la desidia de la Administración y el desentendimiento de esta cuestión por parte de los Sindicatos del sector. Desde el año 2003, según recoge la Ley 55/2003 del 16 de diciembre, del Estatuto Marco del Personal Estatutario de los Servicios de Salud, la cual mantiene vigentes estas funciones transitoriamente esperando una regulación por parte de las Comunidades Autónomas, han pasado 16 años (48 años desde que el Artículo 14.2 recoge estas funciones).
Las leyes que promueven la igualdad, la no discriminación, o rechazan el lenguaje sexista, que fueron incorporándose a nuestra legislación durante todos estos años, se incorporan también al conjunto del temario para esta categoría de CeladorA; con una desfachatez impresionante. Ni en la forma, ni en el contenido; en la redacción de estas funciones no se toca ni una coma. Algunas de ellas dicen así:
“Realizarán excepcionalmente aquellas labores de limpieza que se les encomiende cuando su realización por el personal femenino no sea idónea o decorosa en orden a la situación, emplazamiento, dificultad de manejo, peso de los objetos o locales a limpiar.”
“Bañarán a los enfermos masculinos cuando no puedan hacerlo por sí mismos, siempre de acuerdo con las instrucciones que reciban de las Supervisoras de plantas o servicios o personas que las sustituyan.”
“En caso de ausencia del peluquero o por urgencia en el tratamiento, rasurarán a los enfermos masculinos que vayan a ser sometidos a intervenciones quirúrgicas en aquellas zonas de su cuerpo que lo requieran.”
En la categoría de CeladorA, trabajan en la actualidad mujeres y hombres y este proceso selectivo se dirige a ambos sexos. La desigualdad de las opositoras femeninas, la discriminación en función del género de las personas y el lenguaje sexista son evidentes simplemente leyendo. Sin pensar demasiado.
Con todo lo anteriormente expuesto y después del tiempo dedicado, termino con la denuncia de este tema; cansada después de haberlo intentado desde mi insignificante posición (no satisfecha) pero con la conciencia tranquila.
Suerte a todas las personas que se presenten a esta oposición, aunque sea sin rigor ni dignidad. Estas y otras cuestiones similares es lo que se “celebra” el 8M. Avanzar poco a poco hacia la igualdad efectiva de mujeres y hombres, estando en nuestras manos lograr que sea lo más rápido posible.
Feliz día 8 de Marzo. De encontrarnos otra vez, que sea más adelante.
Carta de una Celadora del SERMAS