El cambio en el calendario escolar que hizo la Comunidad de Madrid levantó a la comunidad educativa. Pasar los exámenes de recuperación del mes de septiembre a junio ha disparado, según las familias y los sindicatos, el absentismo entre los alumnos que no tenían que enfrentarse a estas evaluaciones. Y ahora una nueva orden de la Consejería de Educación ha provocado el enésimo choque.
Eldiario.es ha publicado recientemente que el Gobierno madrileño ha ofrecido a los centros educativos saltarse el nuevo calendario y hacer las recuperaciones en septiembre. Se trata de una moratoria a la que se podrán acoger los colegios… privados. La medida se ha puesto sobre la mesa únicamente para estos centros de titularidad privada.
Ante esta orden, la Marea Verde ha saltado rápidamente: “La trampa es un nuevo ataque a la educación pública por parte del consejero reprobado”. Rafael van Grieken se ha convertido en el gran protagonista en este verano ante esta “sorpresa”. Mientras, “el auténtico caos” con este nuevo calendario ya se ha hecho notar, según el colectivo.
La Marea Verde alerta de que este cambio de criterios entre la pública y la privada solo favorecerá a un modelo: “Van Grieken blinda a los privados y privados-concertados de esta medida”. Por ello, los defensores de la escuela pública se les viene a la cabeza dos antiguas conocidas: Lucía Figar y Esperanza Aguirre.
El colectivo asegura que Van Grieken tiene como objetivo “destruir la educación pública” para así convertirla “en un bien de mercado”. Para ello, según reprochan, el dirigente madrileño es capaz hasta de “incumplir sus propias normativas”: “Ni para esto es original. Esperanza Aguirre y la imputada Lucía Figar lo hacían, convirtiendo al Gobierno de la Comunidad de Madrid en un ejecutivo insumiso y antisistema”.
Pese a esta falta de ‘originalidad’, la Marea Verde no tarda en señalar que el consejero de Educación, bajo la “falacia de la libertad de elección”, lo único que hace es “dopara a la educación privada”. Todo mientras “destruye argumentativamente uno de sus principios neoliberales en el que basa su apuesta educativa: la competencia entre centros”.
El privilegio en forma de moratoria para esquivar el calendario obliga a los defensores de la pública a exigir a la Comunidad de Madrid que “cumpla con su propia normativa” para acabar con “la desigualdad en detrimento de la educación pública”. Así, instan a que se dé “marcha atrás” al calendario escolar.
Por último, la Marea Verde le ha lanzado una “propuesta” a Van Grieken: “Si no quiere gestionar la educación pública, garante del derecho a la educación de todos y todas, que dimita y nos libre de su sectarismo y de su incapacidad”.