Con la excusa de la reforma del hospital (que aún no tiene fecha de inicio por los retrasos con los planos) la Dirección pretende trasladar a las fisioterapeutas del gimnasio de 600 m2 al lugar que ocupa ahora la unidad del dolor, de 130m2. En este nuevo espacio no caben ni los pacientes, ni el personal ni los aparatos.
Pero el verdadero problema es que estos son los últimos pasos de un largo proceso de desmantelamiento:
Hace 9 años, había 100 personas en lista de espera para recibir tratamiento. Hoy, son 2200, con pacientes que llevan hasta tres años esperando.
Y mientras tanto, recortes en personal: las 57 fisioterapeutas con las que contábamos hace 10 años ahora se distribuyen por todo el complejo La Paz-Cantoblanco-Carlos III, de forma que en La Paz quedan sólo 40. Además, y mientras las listas de espera aumentan, se sigue sin contratar personal en verano. Esto supone que los pacientes se quedan sin tratamiento durante un mes. Sólo los casos más graves se derivan a otro compañero, sobrecargándole de trabajo y empeorando la calidad asistencial.
En La Paz cada verano se ahorran 40 meses de contratos en este servicio, que equivalen a tres personas trabajando todo el año.
¿A cuántos pacientes se podría haber atendido en ese periodo de tiempo?
Tenemos que detener este deterioro.
Sección sindical del MATS Hospital Universitario La Paz