La pronunciada sequía y el mayor uso del gas y el carbón dispara las emisiones de gases de efecto invernadero un 4,4%. España debe reducir su emisiones alrededor de un 35% para 2030 si quiere cumplir sus compromisos climáticos.
Las emisiones contaminantes se dispararon un 4,4% el año pasado en España. La marcada sequía (que hizo descender la producción hidroeléctrica un 49%) y el mayor uso del carbón para producir electricidad (un 20,6% más que en 2016) han provocado la expulsión de 338,8 millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, según los datos hechos públicos por el Ministerio de Transición Ecológica que el Gobierno enviará ahora a Bruselas para su validación. Se trata de la mayor subida en 15 años.
«Es un balance negativo y revela que es necesaria una mayor penetración de las fuentes renovables en el mix energético, porque España no puede seguir fiando los buenos o malos resultados de la trayectoria de emisiones a las condiciones climatológicas», ha señalado en un comunicado el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, que ha recalcado la necesidad de «desacoplar cuanto antes el crecimiento económico de las emisiones de gases de efecto invernadero».
La producción de energía hidroeléctrica descendió un 49% en 2017 por la sequía
Tras alcanzar su pico en 2007, las emisiones responsables del cambio climático en España descendieron con la llegada de la crisis económica. Pero el crecimiento del PIB (un 3,1% el año pasado), sumado a la falta de medidas estructurales de fomento de las renovables hacen a España enormemente dependiente de las fuentes contaminantes para la generación de electricidad. La subida en 2017 se explica sobre todo por un aumento del 18,8% de las emisiones procedentes de ese sector. El año pasado se usó un 20,6% más de carbón y un 27,5% de gas, mientras que la eólica apenas varió y la hidráulica de redujo a la mitad.
No obstante, el resto de los sectores de los que en mayor medida dependen las emisiones de gases de efecto invernadero también subieron. En el transporte, las emisiones aumentaron un 2,6%, las procedentes de la industria lo hicieron un 4,2% y las de la agricultura un 2,9%. Sí descendieron las que provienen de las residencias, instituciones y comercios (-2,8%).
España afronta el reto de reducir sus emisiones un 45% para 2030
España debía contar desde hace tiempo con una Ley de Cambio Climático que trazara la senda a seguir para lograr los objetivos de reducción de emisiones. El Gobierno de Mariano Rajoy se comprometió a aprobarla tras el Acuerdo de París de 2015, pero los desencuentros entre el Ministerio de Medio Ambiente y el de Energía lo impidieron. Ahora, el Ministerio de Transición Ecológica de Teresa Ribera ha asegurado que estará lista para antes del final del verano.
LUCÍA VILLA