La Comunidad de Madrid lo muestra con claridad: “La movilidad interna del personal se configura como un derecho de los profesionales de todas las categorías existentes en el ámbito de Atención Primaria”. Es decir, el trabajador de la sanidad pública tiene derecho a acogerse a un traslado a otro centro. Tras varios años sin que se convocase este concurso, la Consejería de Sanidad ha decidido dar un paso al frente. Sin embargo, el “caos” no ha tardado en aparecer, provocando incluso una situación “de estrés”, sin respuestas, al personal de los centros de salud.
El sistema establecido por la Comunidad de Madrid determina que los trabajadores fijos son los primeros en escoger un nuevo centro de salud. Acto seguido, elegirá plaza el personal interino y, por último, los eventuales y los sustitutos. Y es en este último punto donde han empezado a aparecer los problemas. Según denuncia el sindicato MATS, la Comisión de Valoración de Movilidad Interna de la Atención Primaria ha empezado a cambiar las reglas de juego.
“Se ha decidido que la recolocación y la elección de puestos sea por contrato y no por tiempo trabajado o por la puntuación de la bolsa”, censura Maribel Domínguez, delegada del sindicato. En este sentido, se sitúa en el ojo del huracán a la Consejería de Sanidad después de que, “no sabiendo a qué se han basado”, ha decidido dar prioridad al tipo de contrato antes que a los “criterios de igualdad y meritocracia”. Algo que, como denuncia el MATS, está hasta recogido en la Constitución Española.
De esta manera, la palabra “caos” no ha tardado en aparecer. “Todo está ocasionando una ansiedad tremenda porque la gente no sabe si acabará en el paro”, relata Domínguez a EL BOLETÍN, al entender que puede darse el punto de que no estén todos los puestos garantizados. El proceso se convocó el 2 de febrero y la organización sindical rápidamente identificó estas irregularidades: “No tenemos nada en contra de que los fijos escojan otra plaza, para nada, incluso ellos nos dicen que lo ven injusto”.
De hecho, las redes sociales se han convertido en un foco de ese sentimiento de injusticia. Sin ir más lejos, uno de estos profesionales que ejercen su derecho ha celebrado que iba a ser recolocado en otro centro de salud; algo por lo que estaba “contento porque voy a estar bien”, aunque el “pero” aparecía: “Pero estoy triste por muchos compañeros a los que por motivos injustos tienen en vilo aún”.
Un relato que el trabajador completaba denunciando que ha visto a médicos “de casi 60 años coger destinos nerviosos, como si rebuscaran en el contenedor de la basura”. Y esto podría empeorar, tal y como señalan en el MATS y este profesional: “Y a otros los van a echar a la calle y les ofrecerán las migajas. Son gente con más de 10 años de profesión y a los que tratan sin respeto después de darlo todo por sus pacientes”.
Por el momento, ya se han recogido más de 2.000 firmas contra este proceso “opaco”, al tiempo en el que las reclamaciones y la vía judicial empiezan a aparecer por el horizonte. Mientras tanto, otra de las críticas que salen a la Comunidad de Madrid gira en torno a su falta de respuesta. “Nos reunimos con el gerente adjunto encargado y salimos sin tener nada en claro. Por ejemplo, los listados han cambiado dos veces en una semana y nadie te da una aclaración”, lamenta la delegada sindical de MATS a este medio.
Así, según auguran desde el sindicato de la sanidad pública madrileña, probablemente se den casos de trabajadores con 20 años de experiencia -que vienen encadenando contratos de sustitución- que, pese a esos méritos acumulados con los años, queden relegados a los últimos puestos de elección. “Puedes imaginar los turnos: quedarán muchos centros de salud de zonas rurales y en un turno de tarde porque no se respetan los méritos y sin que el tiempo trabajado en el SERMAS sirva para algo”, ejemplifica Domínguez.
Ante esta situación, la Comisión de Valoración de Movilidad Interna de la Atención Primaria abrió un correo electrónico para las dudas… pero está saturado. “Nadie contesta”, resume la delegada sindical de MATS. Por ello, el sentir que recorre a los afectados (aunque no hay cifras, el sindicato habla de centenares y un grupo de Facebook para tratar esta cuestión suma más de un millar de miembros) es contundente, tal y como recoge Domínguez: “Es un proceso muy opaco; no se puede tratar así a los profesionales, al eventual hay que respetarle y cuidarle”.
Todo en una sanidad pública madrileña en el que la cifra de eventualidad es cuanto menos elevada. Según los últimos datos conocidos, el 33% de los trabajadores del SERMAS cuentan con un contrato precario, incluso la Justicia ha dado varios rapapolvos a la Comunidad de Madrid por esta cuestión. “Al no haber habido OPEs durante muchos años, las jubilaciones se cubrían con sustituciones”, recuerdan desde MATS para explicar este alto porcentaje y las consecuencias ya están empezando a aparecer en este proceso.
Fuente: El Boletín