Las esperas pueden superar las seis horas y se producen en el transporte no urgente de pacientes desde el fin de semana
Un problema en el sistema informático de gestión y coordinación de ambulancias del SUMMA, concretamente para traslados programados no urgentes (que hacen vehículos con una banda azul), ha provocado horas de espera desde el fin de semana en Madrid. Por el momento, los hospitales más afectados son La Paz y el Ramón y Cajal, si bien cualquier centro puede sufrir retrasos mientras el fallo informático persista.
Según reconoce la Consejería de Sanidad a EL PAÍS, el fallo se produjo el pasado fin de semana, después de que se volcasen los datos del antiguo programa informático a uno nuevo instalado recientemente. Varios errores durante ese trasvase han sido los responsables de que las peticiones de traslado no se estén registrando debidamente, lo que ha causado retrasos en la llegada de ambulancias y en ocasiones que no aparezcan. Se ha podido observar a algunos facultativos con bolígrafo y libreta apuntando los traslados pendientes. El fallo informático se ha producido a la vez que las nuevas empresas subcontratadas para el traslado en ambulancias iniciaran su actividad.
En el hospital de La Paz, en torno a una docena de pacientes estuvieron ayer hasta seis horas esperando que llegase su transporte. «He tenido que llamar a un taxi para venir hasta aquí, porque iba a llegar tarde a la cita y la ambulancia no llegaba», explicó José Merino, uno de los afectados, que tuvo que esperar cuatro horas más hasta que lo recogieron de vuelta a su domicilio. En la residencia de ancianos San Camilo de Tres Cantos, los familiares de los pacientes han tenido que organizar y pagar viajes en taxi para paliar los retrasos de estos días.
Todos los pacientes denunciaron la total falta de información durante su espera. «El hospital se desentiende y nos dice que es cosa de las ambulancias, y las ambulancias no nos quieren decir nada, llevamos así toda la tarde», lamentó otro de los perjudicados, que no quiso identificarse. Vive en el barrio de Ventas, pero debido a una operación necesitaba un traslado en camilla. Esperaron pacientemente cuatro horas hasta que les anunciaron que venía un transporte.
Desde Sanidad de la Comunidad de Madrid lamentan los inconvenientes causados por este problema y aseguran que se está trabajando en su resolución. Para compensar la situación, han anunciado, hasta que se subsanen las deficiencias, el refuerzo del número de operadores en la mesa de coordinación de ambulancias de seis a veintidós para agilizar cualquier incidencia. El teléfono para solicitar el servicio regional de transporte sanitario no urgente, o para conocer el estado de una petición, es el 91 468 90 99.
210 euros en taxis
Carmen Pérez-Lanzac
Jerónima Castañeda y su marido, Serafín Martín, de 74 y 68 años, llevan tres días seguidos esperando una ambulancia que no llega. El paciente es él. La denunciante es ella. El lunes esperaron dos largas horas confiados en que llegaría. Dos horas de espera más tarde optaron por coger un taxi por el que tuvieron que desembolsar 35 euros. Ese día se retrasaron más de lo permitido y Martín no pudo hacer su sesión de rehabilitación en La Paz que le está ayudando a recuperar la movilidad del brazo tras una operación por cáncer. Durante seis semanas le han recomendado rehabilitación de lunes a viernes. Les quedan aún cuatro semanas. «Y si llegamos tarde, encima nos penalizan», se queja Jerónima. El martes, vuelta a empezar. Volvieron a coger un taxi. Y hoy, lo mismo. Un total de 210 euros (porque cogen un taxi para ir pero también para volver). «En el hospital es imposible encontrar a coordinadores, no te cogen el teléfono… Está siendo todo impresentable».