Lo recoge la Auditoría realizada por la Unidad de Control Financiero de la consejería de Economía y Hacienda sobre el ejercició del año 2015. Entre los bienes desaparecidos: 312 CPU, 285 impresoras normales, 2 multifunción y 134 monitores. La Dirección del centro no puede achacar la pérdida de estos bienes a tiempos pasados porque el actual gerente del centro, José Soto, lleva 16 años al frente del Hospital Clínico San Carlos.
En diciembre de 2015, según la Auditoría de la Unidad de Control Financiero, el Hospital tramitó un expediente para justificar la baja de 6.286 bienes por importe de 9.322.390 €. Pero en el inventario físico aparecían también 2.500 bienes más con un valor de adquisición de 1.723.273 € que, según el informe, fueron dados de baja sin el expediente preceptivo.
El motivo de las bajas en el 88 % de los casos, según la auditoría, ha sido porque dichos elementos ‘no se han encontrado’ y de los que sí aparecieron el 15% no estaban totalmente amortizados. La mayoría de estos bienes fueron adquiridos antes de 2006.
Tampoco aparecen 755 elementos comprados con posterioridad a 2007. De ellos 662 están sin valorar y 93 están valorados en 45.499€. Entre otros no se encuentran: 312 CPU, 285 impresoras normales, 2 multifunción y 134 monitores.
Otra irregularidad, dice el informe de Auditoria, es que «estas bajas de inmovilizado por obsolescencia han sido aprobadas por el Director Gerente del Hospital cuando la competencia le corresponde al Viceconsejero de Asistencia Sanitaria que es la que tiene las competencias en materia de contratación y gestión presupuestaria»
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La Unidad de control financiero también detecto graves incumplimientos en materia de contratación. Asegura que el hospital vulnera sistemáticamente la ley de contratos del sector público. De hecho, apunta: el 84 % de la contratación se realiza mediante pedido directo y el resto a través de contrato menor. Sólo un 10% de las compras se realiza con contratos por procedimiento abierto. La auditoría habla de grave infracción.
Fuentes del hospital dicen que se trata de un error por el cambio del sistema informático pero no explican donde están los bienes desaparecidos ni tampoco porque la Consejería de Economía y Hacienda, viendo el resultado de la auditoría, la elevó al Tribunal de Cuentas