Desde el Movimiento de Trabajadores de la Sanidad denunciamos que la saturación que denuncian los trabajadores de urgencias no se debe a “picos puntuales” e imprevisibles: el servicio funciona al límite en los momentos más tranquilos del año y colapsa automática y previsiblemente en cuanto llegan el frío o la epidemia de gripe, que todo el mundo sabe que es un fenómeno que
ocurre todos los años.
Es urgente el refuerzo de trabajadores de TODAS LAS CATEGORÍAS (Enfermeras, Auxiliares de enfermería, Celadores..) que intervienen en el servicio.
Esto es algo que la Dirección y la Consejería parecen no entender. La solución de contratar un escaso refuerzo, compuesto además sólo por enfermeras, y emplear como si fuera una box más la sala de tránsito temporalmente hasta que remita la tormenta no es más que otro parche, una medida tomada para aparentar que se hace algo sin ir a la raíz del problema.
En virtud del volumen de pacientes atendidos, la urgencia debería tener al menos 100 camas en lugar de las 62 actuales (el Hospital Ramón y Cajal cuenta con 95 y atiende 40000 urgencias menos al año), con el correspondiente aumento en personal de todas las categorías y dotación de material suficiente, desde cortinas y biombos hasta monitores y aparatos de electrocardiografía.
Este servicio debe estar dotado de PERSONAL, MATERIAL e INFRAESTRUCTURAS suficientes durante todo el año si queremos ofrecer una atención de calidad a los pacientes.
Los trabajadores y sobre todo los usuarios somos los perjudicados por esta situación y debemos luchar para que no se convierta en costumbre.
Sección Sindical del MATS del Hospital La Paz
