Una ‘manada feminista’ clama en Madrid contra el cuestionamiento de la víctima de Sanfermines: «Yo sí te creo

Una multitudinaria concentración pide en la capital «un juicio justo» para la joven que denunció la violación de Pamplona y lamenta «su culpabilización»

La convocatoria se ha convertido en una marcha que ha recorrido Gran Vía: «Tranquila, hermana aquí está tu manada»

Antes de la hora de inicio, las calles aledañas ya retumbaban bajo un grito unánime. «Tranquila, hermana aquí está tu manada». Una multitudinaria concentración ha reunido en Madrid a una ‘manada feminista’ para apoyar a la víctima  del caso de la violación ocurrida en los Sanfermines de 2016. La convocatoria llevaba días circulando en redes sociales bajo el lema «la manada somos nosotras» y la afluencia ha acabado superando las expectativas. Casi dos horas después del comienzo, la concentración ha acabado convirtiéndose en una marcha que ha recorrido la Gran Vía.

El grito «yo sí te creo» ha acaparado todas las voces y ha sido la frase más repetida en los cientos de carteles que ocupaban la calle en la que se encuentra la sede del Ministerio de Justicia en la capital. Frente a este organismo, las asistentes han querido mandar un mensaje contundente: «Nosotras sí confiamos en ella y estamos indignadas y cansadas de que constantemente veamos cómo las víctimas de violencia sexual son cuestionadas», dice Haizea Miguela.

No para de atender a los medios, todo lo que la estrecha calle y el tumulto le permiten moverse. Reivindica la inclusión de las agresiones sexuales en la ley de violencia de género para que los juicios se vean en tribunales especializados y lamenta que a la joven le hayan obligado a declarar en Pamplona, a pesar de que pidió hacerlo desde Madrid. Además, critica el polémico informe que un detective privado ha elaborado de la víctima sobre su actividad en redes sociales posterior a la denuncia.

«Yo me siento identificada con esta chica y puedo decir que no hay un patrón de actuación después de algo así. La forma en que actúe ella después no tiene nada que ver con el delito. Cada mujer reaccionará de una manera. Por eso pedimos un juicio justo», explica Mar, otra de las asistentes. Habla en bajo, pero su voz es firme y se une al grito de sus compañeras: «No es no, lo otro es violación», «no te creen, si no te matan», «no es un caso aislado, se llama patriarcado».

«No solo nos violan, también nos culpan»

Pasada más de una hora del inicio de la concentración la gente no dejaba de sumarse y grupos de mujeres y hombres con pancartas seguían bajando por la Gran Vía en dirección al punto de encuentro. La afluencia ha obligado a cerrar la salida de la boca del metro y ha reunido a varios furgones de la Unidad Antidisturbios de la Policía Nacional. Aunque la convocatoria fue espontánea, durante días la han movido cuentas en redes sociales vinculadas al feminismo madrileño: Movimiento Feminista de Madrid, el Foro contra la Violencia Machista o la Plataforma 7N.

Susana ha querido asistir nada más salir de trabajar y muestra su enfado por el tratamiento mediático del caso. Su cara denota rabia, pero también emoción por la cantidad de gente que ha logrado reunir este 17N. Nombra el mensaje de  Nacho Abad, del programa Espejo Público de Antena 3, que a través de Twitter inició una encuesta para sus seguidores: «Hoy comienza el juicio de La Manada en Pamplona. ¿Creéis que fue una violación o sexo consentido?», les preguntaba. «Al final sigue viéndose que la palabra de las mujeres es permanentemente cuestionada», apunta.

Para Eli Castro las razones también tienen que ver con la falta de credibilidad que, afirma, el ámbito judicial y el discurso público suelen otorgar a las denunciantes. Pero se muestra optimista: «Ha llegado el momento de que nos crean. Cada vez somos más y hay más indignación. No solo nos violan, también nos culpan. La reivindicación feminista solo puede ir hacia adelante, no va a retroceder». 

El anochecer no merma la asistencia y las manifestantes aprovechan para lanzar el tradicional lema feminista «la calle y la noche también son nuestras» y demandan poner el foco en los agresores y no en las víctimas. Nacho ha decidir ir «para acompañar» las reivindicaciones y lamenta «que los hombres no suelen posicionarse en los temas de violencia machista, cuando en realidad es de nosotros de los que parte».

En un momento determinado, las asistentes han decidido abandonar la sede del Ministerio de Justicia y recorrer los 500 metros que la separan de la céntrica plaza de Callao. Una gran hilera de gente ha bajado por la Gran Vía al grito de «es violación si ella dice no». La ‘manada feminista’ ha sido al final una manifestación: «Las mujeres tenemos que dejar de ser las eternas sospechosas. No se puede pedir a una víctima de violencia sexual que sea ella la que demuestre su inocencia», concluye Susana.

Fuente: El Diario

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