Los Cuidados de Vallecas

Los vecinos y el personal sanitario de Vallecas lanzan un proyecto documental sobre la salud y la desigualdad en el barrio

Fuente: El país

Vallecas tiene mucho nombre. Es algo así como el Bronx de los Madriles: un barrio con fama de contestatario, castizo y suburbial. Un paisaje popular y reivindicativo, vulnerable y periférico, donde todavía quedan casitas bajas con geranios y rejas de forja andaluzas o rincones con la apariencia tranquila de una aldea castellana a la hora del resopón.

Duramente castigada por la crisis hipotecaria y el desempleo, en la zona de Vallecas también hay muchas casas desahuciadas y tabicadas, algunas de ellas hoy día en manos de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Mi favorita es la que las vecinas llaman entre risas el Baby Block, por la cantidad de niñas y niños que viven allí.

Para escarnio de los dueños efectivos de la ciudad, resulta que muchos de los edificios de la obra social de la PAH en Vallecas son ocupados por madres desahuciadas, al cuidado de niñas y niños menores. Okupas peligrosísimas como Paloma: afrovallecana y caribeña de 7 años a quien le encanta vestir de Hello Kitty de pies a cabeza, bailar trap y reggaetón o cantar feliz con sus hermanas «yo soy español, español, español» en cada partido de la roja.

Vallecas, desde hace muchos años, tiene su gracia, y también se escribe con k. Con Vk de barrio rebelde y contracultural, de hinchada de fútbol antifascista, de medios comunitarios como Radio Vallekas y TeleK, de orgullo vallekano y Batalla Naval, de la Parroquia de Entrevías e iniciativas como Seco, La Villana o el parque autogestionado Sputnik. De tejidos vivos en lo político y en lo cultural.

En este barrio acrisolado donde conviven comunidades migrantes con banderas de España en los balcones es donde empezamos a hablar de los cuidados. La primera ocasión es con Edith Pérez Alonso, quien explica como Vallecas se ha convertido, con el paso del tiempo, en toda una referencia por su enfoque participativo y comunitario en atención primaria.

«Los cuidados son fundamentales para el sostén de la vida y el planeta pero, ¿quién cuida en nuestros barrios cuando aparecen conflictos entre el cuidado personal y el de las demás?». Las preguntas que nos plantea Edith están subrayadas en rojo en las agendas feminista y ecologista.

Los cuidados son fundamentales para el sostén de la vida y el planeta pero, ¿quién cuida en nuestros barrios cuando aparecen conflictos entre el cuidado personal y el de las demás?

Edith ahora coordina el Programa de Actividades Comunitarias en Atención Primaria (Pacap) de La Rioja. Habla de Juan Luis Ruiz-Giménez y de Mª José García Bernal, médico y enfermera, pioneros en el enfoque en salud comunitaria desde mediados de los años ochenta. Para Mª José, hablar de cuidados es importante para que la comunidad entienda que la salud es algo más que la ausencia de la enfermedad.

En las siguientes conversaciones aparecen, entre otras, Jara Cubillos, Daniel García Blanco, Rosa Bajo, Marta Sastre o María Terol. Mientras escuchamos a unas y a otras, empezamos a pensar que Juan Luis es algo así como un Atticus Finch de la salud comunitaria. Una referencia vital y profesional para sucesivas generaciones de hombres y mujeres.

«Los cuidados son la atención esmerada y delicada hacia los problemas”, sugiere Juan Luis. “La forma de ayudar a resolverlos debería pasar por capacitar a la persona para que aprenda a superar las adversidades”.

Así, en el Bronx de los Madriles, abordar la salud a través de procesos comunitarios también se plantea para este grupo de colegas como una forma de enfrentar la deriva neoliberal en el ámbito de la medicina. La medicalización de la vida, la mercantilización de la asistencia sanitaria o la sanitarización del cuidado son algunas de sus preocupaciones.

Vallecas se ha convertido, con el paso del tiempo, en toda una referencia por su enfoque participativo y comunitario en atención primaria

Jara Cubillos además investiga los activos para la salud. Estos activos son aquellos factores o recursos que potencian la capacidad para mantener la salud y el bienestar de individuos y comunidades. De Vallecas pasó a Carabanchel y allí empezó con Mapeando por Carabanchel Alto con la intención de poner en marcha un nuevo proceso de participación comunitaria.

«Tuvimos que leer mucho, aprender de otras, formarnos, equivocarnos, parar, pensar, consensuar y actuar muchas veces», cuenta Jara. «Tenemos un blog y redes sociales, agenda física y virtual, mapas de activos en formatos digitales y en papel, y muchas dinámicas e intervenciones con infancia, familias, jóvenes, mujeres, mayores”. Actualmente, más de 40 entidades participan en Mapeando por Carabanchel Alto.

Este grupo de doctoras y enfermeras, redes vecinales y de cuidados, han lanzado un crowdfunding en goteo.cc/loscuidados para poner en valor el enfoque comunitario en el mantenimiento de la vida y la salud de nuestros barrios. El proyecto incluye la edición de un libro y una película documental con licencias creative commons para su libre descarga y distribución.

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