En el Hospital Cruz Roja San José y Santa Adela estamos de obras. Unas obras programadas hace dos años, pero con una falta de planificación total por parte de quienes tienen que organizar. Hay un pabellón (control) cerrado, en el que están haciendo obras. Prácticamente se están tirando abajo techos, paredes, etc. Se ha tenido que habilitar un viejo pabellón para atender a los pacientes ingresados y así el hospital siga funcionando como si no pasara nada.
Todo esto sería normal si no fuera porque está justo al lado de las obras. Los obreros suben y bajan por el único ascensor útil en la planta, ascensor que se usa para llevar a los pacientes a sus pruebas, al ingreso, etc. Nada más salir del ascensor o de las escaleras, se ve el polvo ocasionado por la obra, a pesar de que el personal de limpieza del pabellón abierto, limpia constantemente.
El pabellón está abierto como de urgencia. En verano se abrió una parte, que está en mejores condiciones, y esta última semana se han abierto otras habitaciones con mucha urgencia. Se les ha dado una mano de pintura, revisado el oxígeno, luces y poco más.
El personal tiene que trabajar con muchas limitaciones y dificultades; las habitaciones son tan pequeñas que, para acceder al paciente hay que mover parte del mobiliario.
Otra de las carencias que nos parecen importantes es que no dispone de cuarto de residuos. El personal de limpieza y los Técnicos auxiliares de enfermería tienen que subir las basuras generadas a la planta superior (pañales sucios, contenedores de agujas,…) por el ascensor mencionado anteriormente. El mismo por el que transitan familiares, pacientes, carros de comida, etc. Y no es el único pabellón afectado, al otro lado de las obras están con el mismo problema: un ascensor para todo y sin cuarto de residuos.
Cualquier persona que venga al hospital se dará cuenta que el polvo que generan las obras se extiende a los pasillos y por supuesto a las habitaciones.
¿Cómo es posible todo esto? ¿No habían pensado las obras con suficiente tiempo y antelación? Este es un ejemplo más de una gestión deficiente que puede acarrear problemas en la salud.