La empresa renuncia a elegir al mediador, que será designado por el Gobierno.
El comité de huelga de los vigilantes de Eulen en El Prat ha suspendido, al menos de momento, el paro en el aeropuerto por el atentando que hubo en Barcelona. Los convocantes pidieron a los trabajadores que acudan a sus puestos, aunque no estén afectados por los servicios mínimos.
Esto ha sucedido horas después que el mismo comité haya renunciado este jueves a proponer un árbitro que dicte el laudo para finalizar los paros que afectan al aeródromo barcelonés desde el 24 de julio. A las once de la mañana, el ministerio de Fomento ha comunicado a las partes del conflicto que disponen de 24 horas para ponerse de acuerdo y designar un árbitro, algo que los trabajadores consideran «imposible». «Nosotros vamos a rechazar su propuesta y ellos la nuestra, es mejor que decida el Gobierno», indican fuentes del comité de huelga. De no llegar al acuerdo, el Ejecutivo asumirá la decisión en el plazo de las 24 horas siguientes.
Aunque ayer sonó el nombre del excoordinador de Izquierda Unida Julio Anguita como posible propuesta del comité de empresa, este jueves el asesor del comité, Juan Carlos Giménez, ha explicado a Efe que los trabajadores no le ven sentido a participar en este proceso porque consideran que es «ilegal». El comité cree que el laudo de arbitraje obligatorio, una figura legal que obliga a los empleados a aceptar unas condiciones y a terminar con los paros, vulnera los derechos de los trabajadores, y por lo tanto lo van a denunciar ante los tribunales.
La empresa, de momento, tampoco ha propuesto ningún nombre para el arbitraje, y ha emplazado al comité a una reunión a las cuatro de la tarde para debatir sobre las posibilidades. Una vez se decida quién es el árbitro, este dictará la resolución en el plazo de diez días a contar desde la fecha de su designación.
El comité de huelga asegura además que, desde que la Guardia Civil ha incrementado su presencia en los controles del aeropuerto, «la seguridad ha bajado». Los trabajadores afirman que la prioridad de los agentes no es la seguridad sino que no haya colas en los filtros, lo que lleva a que no se realicen los controles adecuados.