Es vergonzoso contemplar cómo cada vez que surge una huelga de trabajadores en los servicios públicos o que tienen que ver con estos, se desata una ola de ataques responsabilizando al colectivo en cuestión debido a las consecuencias que el conflicto puede tener entre los usuarios del servicio y en la economía del país.
Los Vigilantes de la empresa EULEN del aeropuerto de El Prat están usando su derecho constitucional de ir a la huelga para luchar contra una situación de precariedad, bajos salarios y falta de personal que afecta a sus condiciones de vida y al funcionamiento del servicio. No les pueden acusar de trabajadores “privilegiados”.
Esta situación tiene unos claros responsables: por un lado la Administración (Generalitat, Gobierno Central y empresa pública AENA) que ha privatizado un servicio público estratégico teniendo en cuenta únicamente los intereses económicos de la empresa, EULEN en este caso, y obviando las consecuencias de precarización salarial, en las condiciones de trabajo y en su calidad que originan este tipo de contrataciones.
Por otro lado la empresa EULEN que asume un contrato consciente de que para prestar el servicio y a la vez obtener beneficios, va a tener que empeorar la calidad del servicio y empobrecer aún más a sus trabajadores.
Una vez más se pone de manifiesto el carácter de clase de las instituciones, tanto del Gobierno Central como de la Generalitat, a los que no ha preocupado la calidad del servicio para la ciudadanía, ni las condiciones en las que quedaban los trabajadores a la hora de privatizar el servicio pero en este momento de conflicto si se decantan claramente criticando a los trabajadores y poniendo los medios necesarios para hacer fracasar la huelga.
Los firmantes de este comunicado que venimos luchando desde hace años contra la privatización y empobrecimiento de la Sanidad, el transporte, la educación, las comunicaciones, etc queremos hacer un llamamiento a todos los colectivos de trabajadores y, particularmente, a los más precarios para que se solidaricen con los trabajadores en huelga de la empresa EULEN del aeropuerto de El Prat. La lucha de este colectivo fuertemente precarizado por mejorar sus condiciones de vida es la lucha de todos y todas y su resultado para bien o para mal también nos afectará.
